Entrevista a Luis Eduardo Guerra (q.e.p.d.) "Nosotros siempre hemos dicho, y en eso somos claros, hasta el día de hoy estamos resistiendo y todavía como nuestro proyecto es de seguir resistiendo y defendiendo nuestros derechos" por Javier Moya He creido que sería de utilidad haceros llegar la transcripción literal de la entrevista realizada por el líder comunitario Luis Eduardo Guerra, el 15 de enero de este año (37 días antes de su asesinato), en el marco de la visita a la Comunidad de Paz de San José de Apartadó que realizó la Comisión Valenciana de Verificación de la Situación de los Derechos Humanos en Colombia (Magdalena Medio, Urabá y Arauca). Las declaraciones de Luis Eduardo, realizadas voluntariamente ante la cámara de video, creo que son reveladoras respecto a sus ideas y sus proyectos como miembro de la comunidad, así como a su análisis de la situación que estaban atravesando. Creo que esta entrevista desmiente con claridad las historias que ahora se están fabricando en contra de la comunidad. Después de la terrible masacre llevada a cabo (según los testimonios proporcionados por la propia comunidad) por el Ejército Nacional contra la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, en la que fue asesinado, junto con otras siete personas, Luis Eduardo Guerra, asistimos ahora a toda una estrategia de construcción de una gran mentira que pretende culpar de esta acción a la guerrilla, además de difamar a la comunidad "pretendiendo dar a la opinión pública la impresión de que estuvimos implicados en el asesinato de Luis Eduardo Guerra y las otras siete personas" (según nota hecha pública el 3 de marzo por la propia comunidad) y denigrar el proyecto que esta comunidad viene construyendo con tanto esfuerzo y sufrimiento. La ceremonia de la confusión ha sido orquestada por los medios de comunicación colombianos, el Ejército Nacional y otras instituciones como la Fiscalía. Veamos algunos ejemplos: Desde los primeros días, los medios de comunicación hablan de que "las primeras versiones apuntan a que podría tratarse de una nueva masacre perpetrada en una incursión de las FARC" (Caracol, 24 de febrero). En El Colombiano del 3 de marzo se nos ofrece el testimonio de un supuesto reinsertado de las FARC, que cuenta la increible historia de que Luis Eduardo le habría llamado por teléfono pidiéndole ayuda porque quería dejar la comunidad y desmovilizarse. Supuestamente esa conversación habría sido escuchada por la guerrilla y esa sería la causa de su muerte. "El miércoles 2 de marzo, el general Carlos Alberto Ospina, comandante de las Fuerzas Militares, declaró que el crimen pudo ser cometido por una facción de las FARC y aseguró que dos de las víctimas tenían vínculos con esa guerrilla y planeaban abandonarla y reinsertarse" Teletipo de EFE Bogotá, 3 de marzo En declaraciones a El Tiempo, el director Seccional de Fiscalías de Antioquia, Francisco Galvis, acusó a las FARC de no querer que se esclarezcan los hechos de la masacre, dando a entender su autoría y agregando la siguiente delirante afirmación: "De vez en cuando ese grupo irregular usa la comunidad de paz como sitio de descanso y veraneo". Finalmente, quiero incluir aquí un extracto de la entrevista, en el que Luis Eduardo nos hace partícipe de sus ilusiones, pero también de sus temores, que desafortunadamente resultaron premonitorios "Nosotros siempre hemos dicho, y en eso somos claros, hasta el día de hoy estamos resistiendo y todavía como nuestro proyecto es de seguir resistiendo y defendiendo nuestros derechos. No sabemos hasta cuando porque lo que hemos vivido durante toda la historia es que hoy estamos hablando, mañana podemos estar muertos. Que hoy estamos en San José de Apartadó, mañana puede estar la mayoría de la gente desplazada porque puede haber una masacre (...)" Entrevista realizada a Luis Eduardo Guerra para la televisión valenciana el 15 de enero de 2005 en San José de Apartadó, 37 días antes de su asesinato Pregunta de Emília Bolinches.- ¿Por qué se constituyó la Comunidad de Paz de San José de Apartadó? Respuesta de Luis Eduardo Guerra.- Fue como consecuencia de todo el conflicto que hubo en la región desde el 95, todo el desarrollo del proyecto paramilitar, el exterminio de la Unión Patriótica, del Partido Comunista y en general de todas las organizaciones populares que había en la región. Cuando se dió todo este exterminio a sangre y fuego por parte de las fuerzas militares y los paramilitares, las comunidades campesinas de San José de Apartadó, los que habitábamos las veredas, quedamos completamente solos y sufriendo todas las agresiones del Ejército y los paramilitares. La gran mayoría de las 32 comunidades que existían se tuvieron que desplazar y nosotros, los que estábamos todavía en 11 comunidades, decidimos buscar como apoyo en la Iglesia para ver qué podíamos hacer: si nos dejábamos matar ahí, si nos teníamos que ir... porque la gran mayoría no teníamos para dónde irnos. Y ahí es donde se inicia la posibilidad de que con el apoyo de la Iglesia y de algunas ONG nacionales se buscara o se hiciera una propuesta. Inicialmente lo que era buscar territorios humanitarios para concentrarnos ahí y pedirle respeto a todos los actores armados, incluyendo el Estado, los paramilitares y la insurgencia. EB.- ¿En qué situación se encuentran estas comunidades ahora? LE.- Pues cuando ya nos organizamos hicimos la Declaración. Eso fue el 23 de marzo del 97 que firmamos el compromiso de no participar en la guerra, de no colaborar con ningún actor armado. Como consecuencia de esto hubo una represión más fuerte, hubo el desplazamiento masivo de estas 11 comunidades donde enfrentaron masacres, donde dieron plazos para que se desplazara la gente con amenazas de que los mataban. De ahí en adelante nos concentramos todos en este caserío de San José de Apartadó. Unos seguimos en el proceso, como 630 personas. Otros no, otros se fueron porque ya no creían que nos iban a respetar. Y de ahí para acá ha sido una situación de resistencia porque hemos tenido masacres, asesinatos selectivos, estamos hablando de que nos han asesinado más de 130 personas de la población civil, varios líderes de la comunidad, de que hemos buscado todas las instancias del Estado a nivel nacional. Hemos, inclusive, propuesto comisiones de investigación y los resultados han sido ninguno. Todos estos asesinatos están en la impunidad. La situación actual es que prácticamente lo que vemos es una nueva estrategia para seguir atacándonos que es el bloqueo económico, que son las amenazas muy abiertamente de los paramilitares y los militares. Porque en este gobierno, Uribe se ha caracterizado por eso, porque ya los paramilitares se sienten totalmente parte del Estado y ellos mismos hacen los controles como si fueran el Estado, y aunque esto es denunciado a nivel nacional e internacional no pasa nada. Que nosotros inclusive hemos sido muy claros en nuestros principios, hemos mantenido una posición de neutralidad frente a la misma insurgencia, mas sin embargo lo que dicen es que nosotros seguimos siendo organizados por la misma insurgencia, que recibimos órdenes directas de la insurgencia para desprestigiar al Estado y para denunciar al Estado y para decir que el Estado es el único que viola los derechos humanos. Creo que eso es una mentira a todas luces porque nosotros lo hemos dicho públicamente y lo seguimos diciendo de que dentro de estos asesinatos la subversión también tiene una gran participación, más de 20 casos, que nosotros no tenemos por qué ocultarle nada a ninguno de los actores armados. Lo único que nosotros hemos pedido es respeto a los que son parte de la población civil. Entonces ya no vemos que nos están acorralando con las masacres, con los tiros. Los asesinatos sí, pero muy selectivos, pero sí con un desprestigio porque sabemos que el mismo Gobierno tiene propios funcionarios haciendo un desprestigio desinformativo a nivel internacional, a nivel inclusive de las mismas embajadas, diciendo que ellos tienen toda la voluntad y que son las comunidades las que se oponen a que el Gobierno haga presencia cuando es una total mentira, y que ellos no son los violadores de los derechos humanos, que los violadores de los derechos humanos es la insurgencia, cuando hemos dicho que hay un ejemplo muy claro: ¿Cuántos muertos tenemos? ¿En cuánto han participado las fuerzas militares? ¿Toda la estructura paramilitar que hay en Urabá por quién está apoyada? Creo que es una situación difícil en estos momentos porque económicamente y políticamente el Gobierno está haciendo un trabajo muy fuerte contra las comunidades, sobre todo contra San José de Apartadó. EB.- ¿En esta situación, qué van a hacer las comunidades? ¿Cómo se plantean el futuro? LE.- Nosotros siempre hemos dicho, y en eso somos claros, hasta el día de hoy estamos resistiendo y todavía como nuestro proyecto es de seguir resistiendo y defendiendo nuestros derechos. No sabemos hasta cuándo porque lo que hemos vivido durante toda la historia es que hoy estamos hablando, mañana podemos estar muertos. Que hoy estamos en San José de Apartadó, mañana puede estar la mayoría de la gente desplazada porque puede haber una masacre de 20 ó 30 personas o... que eso no es algo imposible. Aquí en esta región todo es posible. Pero mientras estemos, nuestros proyectos de vida siguen y es como defender a la población civil. Por eso estamos proponiendo a las comunidades cómo inclusive construir espacios comunitarios donde la gente no tenga que desplazarse a San José de Apartadó, desde allí la gente se resguarde y defienda su territorio. Estamos también como hermanándonos con otras comunidades a nivel nacional, otras comunidades que también están resistiendo y como entre todos diseñar nuestro propio proyecto de vida. Está lo de la Universidad de resistencia. No quiere decir que nosotros estamos en una resistencia armada. Nuestra resistencia es contra el Estado, seamos claros, pero una resistencia no armada, es una resistencia civil. Desde defender inclusive nuestra misma Constitución. Desde decirle al Estado: es que usted está violando la Constitución, lo que nosotros estamos es legitimando al Estado no atacando al Estado. Entonces nuestro proyecto sigue, no sabemos hasta cuando. Económicamente para estas comunidades es muy difícil resistir pero seguimos teniendo propuestas económicas para hacer proyectos que nos garanticen de que tenemos la alimentación y una mínima dignidad como personas para poder seguir resistiendo porque hay un dicho muy claro que mientras el estómago esté lleno pensamos y podemos hacer mucho, pero cuando el estómago está vacío ahí se acaba todo. |