Asesinado el líder agrario Alirio Silva en Orito, Putumayo

por Visur

Bogotá-020304 El líder agrario y presidente de la Asociación de Juntas Comunales de Orito Putumayo, Pedro Alirio Silva, fue asesinado en la noche del 1 de marzo por bandas paramilitares, cuando se encontraba durmiendo en la escuela aledaña del municipio

Pedro Alirio, que había dedicado más de 20 años al trabajo de las organizaciones sindicales y populares, como activo defensor en las organizaciones de derechos humanos y por la paz, en el sur del país, gozaba de gran aprecio entre la comunidad y las autoridades de los municipios en esta convusionada región del sur de Colombia, como que había sido gestor de proyectos y planes de desarrollo, participando por parte de la Unión Patriótica y el Partido Comunista (PCC) en coaliciones que le merecieron participar como funcionario en Mocoa y Orito.

Por su decidido esfuerzo en defensa de los intereses de trabajadores y pobladores, como organizador y educador político había tenido discusiones con gamonales latifundistas y politiqueros, así como con comandantes de la Fuerza Pública que cometían desafueros con la población civil y sus asociaciones, puesto que este municipio, como toda la región, se encuentra totalmente militarizado y junto a las Fuerzas Armadas llegaron y se fortalecieron los escuadrones paramilitares que varias veces habían amenazado al dirigente como a otros líderes sociales.

Una vez conocida la trágica noticia, los profesores y los sacerdotes de Orito se comunicaron con dificultades con las autoridades y con la familia en Bogotá, manifestando el deseo de que las exequias se realizaran en el municipio por la simpatía que tenía entre sus moradores, pero sus familiares y la dirección del PCC acordaron su traslado a Bogotá, adonde está la mayoría de su familia, sus compañeros y amigos.

La dirección del PCC, el Frente Social y Político y monseñor Dario Echeverri, obispo de Tunja y secretario de la Comisión de Conciliación, y Elsa Nury Martínez, de la dirección regional de Cundinamarca y sobrina de Alirio, solicitaron entrevistas con el ministro del Interior, exigiendo el inmediato traslado del cadáver a la capital. Por las complicaciones del trasporte en Putumayo, el viceministro ordenó el traslado en un helicóptero por parte del Ejército, pero los mandos se negaron, argumentando que no podían entrar a la zona (que tienen bajo su control hace días) y que Pedro Alirio Silva era comunista (!).

La direccion del PCC y el Comité Permanente para los Derechos Humanos, junto con monseñor Echeverri, gestionaron y contrataron, entonces, el traslado a Bogotá en un vuelo de Satena, única empresa que viaja al Putumayo, adónde llega este miércoles a las 9 a.m., para ser recibido por la familia, el PCC y amigos, que están exigiendo las garantías y la protección necesarias para la organización de las exequias.

La familia y la dirección del PCC, así como las organizaciones de derechos humanos anunciaron declaraciones y comunicados en las próximas horas.

Alirio Silva nacío en Viotá, Cudinamarca, cuna de las luchas agrarias, en 1943. Hijo de Florentino Silva Laverde, dirigente agrario y del PCC, y Pastora Silva Lozada, ya fallecidos. Del hogar de ocho hijos sobreviven sus cuatro hermanas Nelly, Flor María, Teresa y Mariela, y su único hermano Germán Silva Lozada. Desde niños se iniciaron en la organización de los "sucres", pioneros organizados por la Juventud Comunista, luego en la creación de los centros juveniles, clubes culturales y deportivos. En la Juco y luego el PCC como en las organizaciones populares, Alirio y Germán fueron asignados al trabajo regional en varios departamentos, en los que siempre se enfrentaron a los gamonales y a la represión militarista, por lo que sufrieron persecución, cárcel, tortura, desplazamiento y varios atentados. De igual forma fueron participaron en la toma de terrenos y la construcción de barrios de Provivienda en Bogotá, Viotá y otros municipios.

Como miembros de las organizaciones, participaron el delegaciones, seminarios y encuentros en Europa y Cuba. La familia Silva, junto con sus demás parientes y compañeros, se vió obligada a desplazarse de varias regiones hacia la capital, sufriendo las amenazas, detenciones y represión constante por el militarismo y especialmente por los grupos paramilitares.

Su hermano, German Silva L., dirigente de la UP, sufrió varios atentados hasta el perpetrado en 1995 en Bogotá que lo obligó a refugiarse en Europa hace ocho años. Precisamente, en reciente gira por Colombia, German no pudo ir a buscar a su hermano Alirio por las amenazas y la represión militar al sur del país. En el encuentro de los familiares y víctimas de la Unión Patriótica con el Gobierno y la Comisión Interamericana de Derechos HUmanos, en Bogotá, Germán Silva había exigido el cese de la persecución, el asedio y los atentados contra su familia, señalando que la familia Silva Ramírez, como otras que toda la vida han sido del PCC, están en la mira de ser exterminadas en la nueva política guerrerista que se ensaña con la izquierda y la población civil en el país.

Visur deplora y condena este nuevo crimen en la persona de Pedro Alirio Silva, expresa sus sentimientos de dolor a la familia y el PCC, especialmente a nuestro asesor y coordinador, exigiendo al gobierno del presidente Uribe Vélez, al ministro del Interior, a la Fiscalía y la Procuraduría, una responsable y veraz investigación y castigo de este crimen. A todas las ONG, instituciones nacionales e internacionales, como a nuestros colegas periodistas, a denunciar y condenar la guerra sucia en Colombia, que ha cobrado una nueva víctima entre los defensores de la justicia, la paz y la democracia.

 
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