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Opinión
República Bolivariana de Venezuela en la mira del fascismo
Durante la visita a la penitenciaría Picaleña de la ciudad de Ibagué (Tolima) el 4 de mayo, donde mi hermano Gustavo purga injustamente 21 años de prisión por un montaje aberrante de la Policía Nacional y de los que están llamados a impartir justicia, hicimos una discusión amplia y amena sobre la situación histórica que está viviendo la hermana República Bolivariana de Venezuela.
Nelson Lombana Silva / Lunes 6 de mayo de 2013
 

Atiborrado de libros, de periódicos como VOZ, la verdad del pueblo, y las ondas hertzianas de Radio Habana Cuba, Gustavo mantiene al tanto del acontecer internacional, nacional y regional. Tiene sobrados argumentos para expresar su preocupación por el proceso revolucionario que se viene sucediendo en la patria de Simón Bolívar.

Hasta el momento tiene más de 20 cuadernos de 100 hojas repletos de notas, apuntes y reflexiones propias sobre sus lecturas y comentarios radiales. Hace ejercicios físicos de lunes a viernes y todos los días se lanza mensajes positivos para tratar de soportar con dignidad el injusto cautiverio y la insolidaridad de muchos colegas suyos, incluso aquellos con los cuales luchó en las filas del sindicalismo.

No se da por vencido. Tampoco increpa a nadie. Siempre prefiere hablar de la lucha de los pueblos por liberarse del capitalismo y construir el socialismo. Por el contrario, siempre trata de justificar la indiferencia de muchos y muchas que gritan a los cuatro vientos ser revolucionarios.

Le apasiona el tema de la hermana República Bolivariana de Venezuela. El papel deslumbrante del comandante Hugo Chávez Frías y el reto que asume ahora el compañero Nicolás Maduro Moros.

Varias opiniones que vierte las sustenta muy bien. Señala que tras los hechos violentos presentados recientemente en este país, están la mano siniestra de la CIA y demás organismos de represión de los Estados Unidos. Afirma sin rodeos: “Son los mismos libretos que utilizó la CIA para desestabilizar procesos democráticos en América Latina y el mundo. Con esos mismos libretos tumbaron el gobierno de la Unidad Popular en Chile liderada por el presidente Salvador Allende”.

No le cabe la menor duda de que el comandante Chávez fue asesinado. Resulta complicado demostrar esto pero confía en la ciencia y en la investigación que el presidente Nicolás Maduro Moros ha ordenado. “¿Cómo se le ocurre recibirle un tinto a Uribe en la hacienda Hato Grande?”.

Tiene claro que en el hermano país se desarrolla en gran escala la lucha de clases, donde el señor Henrique Capriles es apenas un monigote que obedece maquinalmente a los requerimientos de los Estados Unidos.

No se explica cómo pudo tener este personaje de marras tantos votos y se atreve a decir que la mayoría no son de carne y hueso, obedece más a conjura o complot imperialista. Usaid y la NED son ONG de la CIA para inundar el país de dólares, como se ha venido denunciando permanentemente, no solo en este país sino también en Ecuador y Bolivia. El presidente Evo Morales se vio precisado a expulsarlas del territorio boliviano por estas infelices prácticas.

Al escuchar las declaraciones del presidente Nicolás Maduro Moros sobre los planes para asesinarlo y que la prensa registró así: “Uribe está detrás de un plan para asesinarme. Uribe es un asesino, yo ya tengo elementos suficientes de que él está conspirando, hay sectores de la derecha venezolana en comunicación con él para eso”, a mi hermano no le cabe la menor duda de que los Estados Unidos está jugando la carta de lanzar al país limítrofe a una guerra civil. No ha sido la primera vez que ha ensayado este cruel método.

No puede ocultar su preocupación por la orden del presidente Barack Obama de aumentar la presencia militar gringa en los océanos de nuestro continente, su convicción de que este es su patio trasero y el tétrico principio de James Monroe de “América para los americanos (norteamericanos)”.

El camino para salvar este proceso está en su radicalización, la formación ideológica y política y el papel real de los círculos bolivarianos. Recuerda la lectura de Rius para principiantes cuando la señora cubana en medio del mercado se le nota la punta del arma. Eso es bastante diciente. Enfatiza: “No se pueden tomar términos medios”.

Las preocupaciones de mi hermano no son muy desfasadas de la realidad. Uno se pregunta por qué el señor Henrique Capriles tuvo tanta votación. Eso que suceda en Colombia porque no se ha visto cambios estructurales. Pero claro, piensa uno en dos cosas básicas: una, la inundación de dólares, medios de comunicación y promesas; y dos, la debilidad ideológica de las masas aún por cuanto el proceso hasta ahora está comenzando a desarrollarse. La ideología proletaria y la conciencia de clase no se asimilan de la noche a la mañana, es todo un proceso duro, dinámico y complejo.

Un pueblo que ha erradicado el analfabetismo certificado por las Naciones Unidas, que en 1998 la matrícula universitaria era 785 mil estudiantes y en 2011, llega a 2’340.000 estudiantes; la inversión en educación universitaria en 1998 era 1.183 millones de bolívares, en el 2011, llega a 23 mil millones de bolívares. El acceso a los servicios de salud gratuitos aumentó en este período que venimos estudiando 155%.

El promedio de la inflación del período de Carlos Andrés Pérez llegó en un año hasta el 81%, con Rafael Caldera llegó a 103%. En el 2011, fue de 27.6% igual que el año inmediatamente anterior.

Los ancianos no pagan transporte urbano, no duermen en la calle y tienen a su alcance las tres comidas diarias. Se ha ido erradicando el machismo y otras podredumbres o lacras del capitalismo. Sin embargo, en el pasado debate electoral casi gana la ultraderecha. Gabo habla de la peste del olvido. ¿Somos tan desmemoriados para pretender retornar al antro de Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera?

El problema de Venezuela es problema de América Latina y el Caribe, es problema de la humanidad que lucha por un mundo más justo. Por eso, tenemos que unir fuerzas de solidaridad, materializar el internacionalismo proletario y desde donde estemos luchemos para que la revolución bolivariana siglo XXI siga en este país y en el continente latinoamericano. Bien dijo mi hermano: “La pelea es peleando”.