Asociación Campesina del Catatumbo
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Alto a la represión en el Catatumbo:
Declaración de solidaridad de la Alianza por la Justicia Global (Alliance for Global Justice)
Alliance for Global Justice / Viernes 28 de junio de 2013
 

La Alianza por la Justicia Global (Alliance for Global Justice), de los Estados Unidos, condena los ataques del sábado, 22 de Junio y Martes 25 de junio del 2013 departe de las Fuerzas Armadas de Colombia hacia campesinos desarmados en la región Colombiana de Catatumbo. Estos ataques resultaron en la muerte de cuatro campesinos, y decenas de manifestantes heridos, incluyendo por lo menos 21 heridas de balas, y cientos de personas arrestadas. Varios videos tomados durante y después de los ataques del 22 de junio, muestran a campesinos desarmados siendo confrontados por unidades de la policia anti-disturbios ESMAD, las cuales estaban fuertemente armadas, incluyendo con ametralladoras.

El correspondiente de Telesur en Colombia, Milton Henao, el cual estuvo presente durante los ataques del 25 de junio, dijo que, “El Ejército Nacional y el escuadron móvil de carreteras participaron para contener las protestas con bombas de aturdimiento y gases lacrimógenos....Hombres del ejército dispararon desde la zona montañosa en contra de los manifestantes y el campesinado congregado en la protesta, no eran disparos al aire sino en contra la población. Según Henao, los campesinos que estaban protestando, lo hacían de una manera pacífica y sin violencia cuando, “fueron atacados con fuego indiscriminado. Las pruebas son evidentes y los videos también.” Henao siguió reportando que seria imposible que el ejército se atreva a decir que los campesinos estaban armados. Un ataque al que el llamó “ataque de frente.”

Hasta este día, el Presidente Colombiano, Juan Manuel Santos, no ha hecho ningun comentario acerca de los ataques del martes, 22 de junio. Por otra parte, este justificó los ataques del sábado 25 de junio, porque según el, los campesinos estaban aliados con la guerrilla Colombiana. Esta acusación, ha sido usada repetidamente en Colombia para justificar asesinatos, desapariciones, ataques no provocados en contra de varias comunidades, arresto y encarcelamiento de varios activistas, campesinos, agricultores y sindicalistas.

Estos ataques se pueden ver como amenazas directas al proceso de paz en Colombia, y coinciden con la muy reciente represión de comunidades en areas rurales y la oposición política. Esta represion incluye el asesinato de dos líderes del sindicato agrícola FENSUAGRO del departamento de Cauca en Marzo, y los arrestos en mayo de ocho miembros de la Marcha Patriótica del departamento de Tolima. Entre de los arrestados, se encontraba Guillermo Cano, Coordinador de Derecho Humanos de la Asociación de Trabajadores Campesinos de Tolima, la cual es un afiliado de FENSUAGRO.

Ataques como estos son muy comunes para aquellos que se han dedicado por mucho tiempo a defender y abogar por una solución política a los conflictos armados y civiles de Colombia. Estos ataques son un recordatorio del 12 de Agosto, del 2011, el dia de la inauguración del Encuentro Nacional por la Tierra y la Paz en Barrancabermeja. En este dia, mientras este fundamental encuentro estaba en marcha, varios participantes recibieron mensajes de que el Presidente Santos, había ordenado, sin provocación, que la Municipalidad de Chaparral, Tolima, fuera bombardeada. Santos reclamó que las guerrillas Colombianas estaban escondidas en esa región.

En Catatumbo, varios campesinos han estado participando en manifestaciones, protestando, bloqueando carreteras y tomando varios edificios, como protesta en contra de las fumigaciones químicas del herbicida RoundUp Ultra de la empresa Monsanto, que parte de esfuerzos para erradicar el cultivo de coca; y el rechazo del gobierno Colombiano de establecer una Zona de Reserva Campesino, la cual fue autorizada por legislaciones en 1994 y 1996. Estas legislaciones, proporcionarían terrenos protegidos para la agricultura colectiva. Varios manifestantes mantienen que este derecho se les esta negado por privilegios otorgados a empresas extranjeras que producen carbón.

Las fumigaciones de RoundUp Ultra y otros glifosatos son fundadas por la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional, o USAID por sus siglas en inglés, como parte del Plan Colombia, lo cual es un plan de guerra establecido por el gobierno Colombiano y el Estadounidense. Por mucho tiempo, comunidades campesinas en Catatumbo han pedido al gobierno Colombiano que cambien del método fumigador, al método de erradicación manual, y que mantenga su palabra de establecer programas agrícolas para substituir la cosecha de la coca y promover el desarrollo a la infraestructura. Sin embargo, la fumigación de herbicidas es preferida por el gobierno estadounidense, ya que también sirve como exterminador de la cubierta, o capa selvática, lo cual, según el gobierno Colombiano, dificulta la observación de movilizaciones de las guerrillas por la selva sin ser detectados. Estos fines militares hacen que el uso de glifosatos en contra de la población agrícola civil sea un crimen de guerra y un acto de genocidio. El herbicida RoundUp Ultra ha sido asociado con varios problemas ecológicos y de salud. Lo que es mas ironico es que la planta de coca es una de las mas rapidas y faciles de reestablecerse despues que ha sido fumigada por glifosatos.

El Presidente Santos, ridiculizó públicamente un mensaje llamando a la paz, enviado por negociadores de las FARC-EP. Ell mensaje pidió en poner en fin a los ataques y a la represión en contra de los manifestantes. Refiriéndose al mensaje, Santos dijo, “es una torpeza, porque con esos mensajes, lo que hacen es comprobar que esas manifestaciones estaban infiltradas por la guerrilla....”

Lo que si es cierto, es que la mayoría de estas manifestaciones son organizadas por la Asociación de Campesinos en Catatumbo (Ascamat), no por la guerrilla. Las declaraciones falsas del Presidente Santos nos ayudan a recordar que en este último año, en medio de negociaciones enfocándose en poner fin a la guerra civil en Colombia, la cantidad de los ataques y amenazas en contra de defensores de derechos humanos han aumentado mas que en los últimos diez años. Los desplazamientos forzados han llegado a un alta de 83%; arrestos de varios miembros de la oposición política han aumentado también. La represión y los asesinatos de sindicalistas Colombianos continúan siendo los más frecuentes de todo el mundo.

Empezando como Ministro de Defensa, después vicepresidente durante la administración de Álvaro Uribe, y hoy como presidente, Santos ha mantenido un argumento oficial, el cual sostiene que hoy en dia, nada mas quedan 9.000 miembros de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo) y que del ELN (Ejército de Liberación Nacional), nada más quedan dos o tres mil miembros. En la demostración del sábado, 22 de junio, participaron 7.000 campesinos los cuales fueron atacados bajo órdenes de Santos. ¿Sugiere el presidente Santos que más de la mitad de todas las guerrillas Colombianas son campesinos y agricultores desarmados en Catatumbo?, ¿O que estos manifestantes son solo “peones” de las guerrillas, que no poseen ni voz ni voluntad propia para alzar sus voces, y demandar sus derechos pacíficamente?

Los actos del ejército colombiano, fundado por los Estados Unidos, en Catatumbo son actos de agresión injustificada en contra de sus propios pueblos. Es triste pero apropiado que Colombia ha sido recompensada con un afiliacion oficial al OTAN (organización del Tratado del Atlántico Norte). Tener la voluntad de disparar contra familias inocentes con el fin de promover los intereses corporativos es una habilidad necesaria para participación de la OTAN.

El apoyo de los Estados Unidos a la guerra y represión interna de Colombia, junto con la aprobación del Tratado de Libre Comercio Estados Unidos-Colombia, y el respaldo de EE.UU. para el ingreso de Colombia a la OTAN, apenas van a demostrar que lo que los EE.UU. quiere en Colombia no es la paz, sino que beneficios empresariales sin restricciones y opciones militares abiertas para futuros ataques contra Venezuela y otros países de América del Sur. Debemos exigir una realidad diferente. Por lo tanto, la Alianza por la Justicia Global hace un llamamiento a la Casa Blanca y al Congreso a:

- Detener toda ayuda militar a Colombia y exigir que el gobierno colombiano se comprometa a terminar todos los ataques armados contra el pueblo de Catatumbo.

- Declarar apoyo firme a las conversaciones de paz en Colombia, incluyendo permitir la participación del negociados de las FARC-EP, Ricardo Palmera, quien está actualmente recluido en un régimen de aislamiento en una cárcel de EE.UU.

- Suspender el Tratado de Libre Comercio con Colombia;

- Exigir el cese inmediato del acuerdo de cooperación que tiene la OTAN con Colombia.

Y al gobierno de Colombia, decimos: ¡Paren los ataques en Catatumbo! ¡El mundo entero mira!