Asociación Campesina del Catatumbo
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Pedaleando por el campo: Catatumbo resiste
“Tan pronto los hombres ganen la paz, la bicicleta de todos volará”: José Bartolomé Pedroni (1967), Poeta Argentino
Angie Álvarez / Jueves 25 de julio de 2013
 

Era una mañana fría, de esas en las que las cobijas parecen boas que se enredan al cuerpo y corres el riesgo de ser devorado por ellas. La alarma del reloj señalaba las 7:30, teníamos que alistarnos, había que bañarse, desayunar y preparar a los caballitos de acero para cabalgar por las calles citadinas. ¿Quién se baña primero? La primera valiente. El arroz dejaba atrás su color para teñirse de amarillo en la sartén. Tortilla de arroz. ¡Listo el desayuno! En la noche habíamos realizado los carteles, estábamos felices, cada letra que se dibujaba simbolizaba nuestro apoyo con la justa lucha de una parte de la población Colombia; Los campesinos y las campesinas del Catatumbo. Una mezcla de indignación y alegría se colaban por el aire. Indignación frente a un Estado que vulnera los derechos, que asesina y reprime, que vende los territorios del país al mejor postor, sin importar los daños ambientales y sociales que se generen, tristeza por un campesinado azotado por los crímenes paramilitares y la ausencia cómplice del gobierno. “La región ha vivido muchas bonanzas de coca, petróleo, gas, carbón y monocultivos. Siempre se ha visto la zona como una fuente de ingresos mediante la extracción de los recursos naturales. Se han hecho todo tipo de apuestas para la región, tanto legales como ilegales, todos menos apostar y jugar a favor de las comunidades campesinas”

Sin embargo, esa tristeza e indignación se opacaban ante la alegría de saber a un pueblo en pie de lucha, a un campesinado que con tesón defiende su territorio, que sostienen una férrea pelea a pesar de la desigualdad de fuerzas con las que los reprimen sus compatriotas, ¿cuántos de ellos no son hijos del campesinado? Colombianos que hacen parte de la institución Militar, adoctrinados y moldeados, disciplinando sus cuerpos y mentes para la defensa de la Nación, paradójico panorama teniendo en cuenta que su fuerza sirve para reprimir la lucha de los que defienden el territorio. Con la desazón de la desigualdad pero la esperanza y felicidad que produce la conciencia y la dignidad con las que se dan las justas luchas, poníamos cada una de las letras en los carteles, se había convocado a un ciclo paseo en apoyo a los campesinos del Catatumbo y la exigencia de la reserva campesina, actividad que nace en el marco de la iniciativa ’’Catatumbo Resiste’’, que tiene como fin también informar y llevar estas luchas a lugares que, en el caso de la ciudad, no llega la información, ya sea por no tener acceso a ella o por sólo tener esta posibilidad con los medios de comunicación oficiales que generalmente omiten y/o modifican la verdad; no lo tuvimos que pensar, sabíamos que pedalearíamos. Llegamos a la Plaza de bolívar, cada pedalazo y arenga se colaba en el colorido y sonoro paisaje citadino, el frío ya no se sentía, a viva voz apoyamos al campesinado, desde la ciudad, ese lugar con características diferentes a las del campo, pero alimentado por él. Levantamos nuestras voces por la defensa del territorio, por la exigencia de las zonas de reserva campesina, alzamos la voz honrando la lucha digna de los hombres y mujeres que resisten día a día en los campos colombianos. A los lados, en las aceras de la ciudad se observan los rostros de incertidumbre, algunos de confusión y por supuesto, no faltaron los de apoyo, aquellos y aquellas que sonreían, aplaudían y hasta levantaban el puño en señal de apoyo a este tipo de iniciativas que buscan fortalecer la difusión de información de las problemáticas que aquejan a los colombianos y colombianas.

Continuaremos solidarizándonos con la lucha del campesinado colombiano participando de actividades como esta; desde la ciudad con cada caballito de acero invitamos a cabalgar este y los próximos domingos por la defensa del campo, por la soberanía a resistir desde las ciudades y a honrar a nuestro campesinado que reivindica nuestro derecho a ser libres en nuestros propios territorios.

La Churca- Estudiante de Sociología Universidad del Valle.
Angie Álvarez – Dinamizadora ecológica y cultural Cacica La Gaitana.
Imágenes por Colectivo Brecha