Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Columna libre
El ejemplo de Piedras
Rodrigo López Oviedo / Miércoles 31 de julio de 2013
 

Piedras le salió al paso a las pretensiones de AngloGold Ashanti. Un rotundo 98% de quienes participaron en la consulta del pasado domingo rechazó la presencia de esta transnacional minera y su intención de extender hacia tal municipio las operaciones de exploración que actualmente desarrolla en la alta montaña de Cajamarca, con todo y las secuelas de prostitución, carestía, vicio, desarraigo y pérdida de la vocación agrícola que ya comienzan a percibirse en este municipio.

Este resultado fue el premio de las urnas a un denodado trabajo de la población que, desde el momento mismo en que se supo del propósito de AngloGold de iniciar las obras de la etapa de exploración del proyecto en su fase de infraestructura asociada, se dio a la tarea de realizar la más rotunda demostración de que por encima de los intereses de la transnacional minera haría prevalecer los derechos suyos al agua, al ambiente sano y a la vida misma.

Es de resaltar la importancia de tan decidida acción popular, pues las actividades que pretende adelantar la transnacional, pese a estar relacionadas con el procesamiento industrial de los minerales extraídos de la mina mediante el uso de cianuro y mercurio, con sus consecuencias para la salud y la vida de la población, son permitidas por la legislación minera, según manifestación de la misma AngloGold Ashanti, y no requieren de la “obtención de título minero alguno, ni de permiso ambiental previo”.

El de Piedras es un ejemplo que debe seguirse en cada uno de los municipios que puedan verse afectados con proyectos como el de La Colosa, no importa qué empresas mineras estén comprometidas o quieran comprometerse en ellos.

Pero como los resultados en las urnas, según algunos analistas, pueden no ser suficientes para torcer la voluntad de un gobierno que se halla comprometido con políticas neoliberales de confianza inversionista y apertura económica, y con compromisos internacionales que le imponen “locomotoras minero-energéticas” dentro del plan de desarrollo, lo mejor es complementar estos esfuerzos con la decidida preparación del paro cívico que algunas organizaciones vienen levantando como consigna desde hace algún tiempo.

La defensa de la vida no es vista desde Bogotá como una prioridad. Por eso es al pueblo al que le toca imponer su consigna “Sí a la vida. No a la mina”, y salir a demostrarlo como de manera tan contundente lo hicieron los vecinos de Piedras, pero también todos los ciudadanos que han venido participando en las singulares “marchas carnaval”. Si tan entusiastas demostraciones se han podido dar, cuando se requiera del paro, que de seguro será muy pronto, nuestro pueblo sabrá decir presente.