Asociación Campesina del Catatumbo
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Así se cocinó el desbloqueo del Catatumbo
Detalles desconocidos de lo hilos que se movieron para destrabar 53 dias de bloqueo
Las 2 orillas / Domingo 4 de agosto de 2013
 

Muchos hilos se movieron para desenredar la madeja del Catatumbo: durante las dos primeras semanas de julio el pulso entre los campesinos y el gobierno estuvo en un punto muerto, hasta que aparecieron personajes claves que destrabaron la situación.

Según fuentes del movimiento agrario, la aparición en la escena del ex presidente Samper, de Juan Fernando Cristo, presidente del Senado, y del representante Iván Cepeda fue clave en el logro de un clima que acercara a las partes. La vinculación de ellos, así como el contacto con Angelino Garzón para que sirviera de puente con el presidente Santos fueron conseguidos por gestión de Andrés Gil, curtido dirigente de la Asociación de Campesinos del Valle del rio Cimitarra (ACVC), quien tiene un largo recorrido en negociación de conflictos agrarios.

La asesoría de Gil a los labriegos del Catatumbo, con quienes permaneció 12 días explorando caminos de solución al paro, derivó en la búsqueda de personalidades con suficiente reconocimiento y credibilidad que generaran confianza en ambas partes, misión bien difícil dada la radicalización que caracterizó los 54 días de bloqueos en la vía Cúcuta-Tibú. A mediados de julio, Gil buscó al sacerdote jesuita Francisco De Roux, con quien tenía buenas relaciones desde que ambos lideraban proyectos de desarrollo agrícola en el Magdalena Medio. Pacho, como se le conoce al sacerdote, aceptó de inmediato la invitación a mediar entre el gobierno y los campesinos, con lo cual se puso en marcha una dinámica que fue incorporando poco a poco a nuevas personalidades. Gil dice que “el papel de Pacho fue silencioso, pero firme y constante”.

Sin embargo, la agresividad del ministro de Defensa hacia los campesinos, a quienes siempre acusó de ser instrumentos de las Farc, impidió que las gestiones de mediación transcurrieran con la fluidez esperada. Hasta que irrumpió la figura de Angelino Garzón, quien hizo alarde de un talante conciliador y se mostró proactivo en la búsqueda de una solución mediante el diálogo. Según los dirigentes campesinos, pese a sus limitaciones físicas, Angelino desplegó un gran esfuerzo y estuvo pendiente de todos los detalles. “Lo podíamos llamar a altas horas de la noche y ahí estaba, siempre pendiente”, relataron.

La madeja terminó de desenredarse del todo cuando Gil y Olga Quintero, vocera de los campesinos del Catatumbo, lograron el concurso de Samper, Cristo y Cepeda en solo dos días, durante la última semana de julio. Por su parte, el ex presidente liberal logró vincular al Fiscal General, Eduardo Montealegre, pieza clave del rompecabezas, en tanto garantizaba la no judicialización de los dirigentes del alzamiento campesino.

Al grupo de garantes se unió el jefe de la delegación de la ONU, Todd Howland, conformándose así un equipo de alto nivel que generó suficiente confianza entre el campesinado, cuyos líderes trabajaron en una sesión de 15 horas para definir una nueva estrategia de negociación. Fue así como a las dos de la mañana del 30 de julio, en un lugar conocido como Jota 10, se decidió desbloquear las vías para dar inicio de inmediato a la búsqueda de un acuerdo con el gobierno, que deberá producirse bajo la mirada atenta y continua del grupo de garantes.

Esa misma madrugada se definió hacer un acto solemne para dar inicio a la nueva etapa de la negociación, el cual tuvo lugar el viernes 2 de agosto en el punto conocido como La Aduana. El nombre de este sitio es una especie de mamadera de gallo, dado que por allí circulan las multimillonarias mercancías de contrabando que van y vienen entre Colombia y Venezuela sin que las tropas del ministro Pinzón se den por enteradas.

Durante el acto que abrió el camino al desbloqueo hubo un momento que conmovió al auditorio: los padres de un bebé nacido en medio del tropel subieron a la tarima con su hijo en brazos y les pidieron a Ernesto Samper y a Piedad Córdoba que fueran sus padrinos. Samper no solo aceptó la oferta sino que dijo que esperaba ir al bautizo de la criatura el mismo día en que se formalice al Catatumbo como Zona de Reserva Campesina. El niño se llamará Camilo Ernesto, en homenaje a Camilo Cienfuegos y al Che Guevara, pues nació el 26 de julio, fecha en que se conmemora en Cuba el asalto al Cuartel Moncada que dio inicio a la lucha guerrillera en la nación caribeña.

Al terminar la multitudinaria reunión en La Aduana, se escuchó a varios de los protagonistas repetir que la solución dialogada al conflicto del Catatumbo se va a convertir en la prueba reina de que se puede llegar a un gran acuerdo nacional de paz. Por eso, se acuñó la frase de que el Catatumbo se convertirá en el laboratorio de la paz de Colombia.