A Gerson Gallardo y Edwin López
/ Domingo 8 de junio de 2008
|
Investigador de ILSA. Columnista Online Ámbito Jurídico y Agencia Prensa Rural @Freddy_Ordonez
Los viajes sin retorno
Son guiados en ocasiones
Por fúnebres cocheros,
Llevando pasajeros conocidos
Rodean todo de imprecisión
Con un aire de extrañeza
Lejura, perversión y muerte.
Los cocheros me invitan a seguir
—con una sonrisa mortuoria—
A ese viaje sin retorno
Recorriendo parajes
De tinieblas y de sombras,
Que niegan los errores,
Los defectos, la diferencia, la opción,
La danza, el cuento, la música, la poesía
Y el amor: negación de la hermosa imperfección,
De la no divinidad, de nuestra espléndida condena
A ser humanos.
Tanta necesidad de buscar un camino,
Tantos trayectos tomados,
Tantas bifurcaciones en el horizonte,
Tantas imprecisiones,
Cansancios,
Pasos atrás,
Para volver a empezar.
En un único equipaje sólo (todo) lo necesario:
La música,
Las palabras,
Un par de ideas…
Sin saber desde donde partías
Buscabas un sitio al cual llegar,
Esperabas un autobús en el cual salir.
Y te fuiste en un viaje
Que no era para ti
–hay una silla vacía en ese bus–
Sobre una idea de Arturo Alape
¡Caminad con los ojos abiertos!
No dejes que pasen,
Recoge las nieblas y las llamas,
Está atento!
Si lograste hacerlo
Regocíjate,
Estáis completo!
Observad el hermoso vuelo de las mariposas,
Bellas, aparentemente frágiles,
Son indestructibles, nadie puede lastimarlas, nadie!
Tapizan el cielo azul,
¿Las veis?
Ahora que podéis verlas continúa tu camino
Adelante, con los ojos bien abiertos.