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Multitudinario apoyo a la paz, la democracia y a Petro
Juan Sebastián Barragán Castellanos / Domingo 12 de enero de 2014
 
Foto: Igor Artiguez. Prensa Rural

El viernes 10 de enero, Bogotá volvió a vibrar por la movilización de sus habitantes. La Plaza de Bolívar se convirtió, como el 29 de agosto de 2013, en catalizador del reclamo de justicia, paz y democracia de los bogotanos.

Ni el más confiado, ni el más militante, ni la más favorable expectativa hubiese podido imaginar que, a tan solo unos días de empezar el año y con una ciudad que empieza a retomar sus actividades, se manifestara tal apoyo y respuesta al alcalde Petro, a la paz y a la democracia.

Desde las tres de la tarde empezó la movilización. Algunos marcharon desde puntos cercanos a la Plaza de Bolívar y al centro de la ciudad y otros desde las 20 localidades que conforman la ciudad y donde la gestión de la Bogotá Humana se manifiesta palpable; desde las diferentes apuestas organizativas de las comunidades que habitan esas localidades que vienen siendo respaldadas por la administración Petro.

Pasadas las siete de la noche, el alcalde Petro salió una vez más por el balcón del Palacio de Liévano a pronunciarse frente a la multitud. Su discurso fue contundente en denunciar lo que hay detrás de la decisión del procurador Alejandro Ordóñez; las mafias que se han hecho de la contratación pública y que también se han aliado con el paramilitarismo son los principales beneficiarios de que a Petro se le destituya.

“Están buscando un cambio de un gobierno popular y democrático, y lo quieren sustituir por un gobierno de oligarcas, excluyentes, electrocutadores, por un gobierno cuyos funcionarios en el día se arrodillen ante la Virgen y por la noche le den contratos a los mafiosos”, sostuvo Petro.

En efecto, pocos esperaban que el centro de Bogotá se fuera a llenar de pueblo, pero por otro lado quedó confirmado que existe un apoyo masivo a las nuevas apuestas políticas en Colombia; es palpable entre las gentes del común un sentimiento de malestar generalizado y un deseo incontenible por darle un otro rumbo a la sociedad colombiana, por acabar el conflicto armado y por participar en la construcción de un nuevo país.

Desde las distintas organizaciones sociales y políticas y el movimiento social colombiano, hubo una manifestación de apoyo a la convocatoria de la Bogotá Humana. El Congreso de los Pueblos, la Unión Patriótica, el Partido Comunista, Progresistas y la Alianza Verde, organizaciones indígenas y afro, centrales obreras y las mas variadas formas de organización de jóvenes se dieron cita para manifestar su rechazo a las medidas antidemocráticas del Procurador y para respaldar la gestión del alcalde Petro.

Punto aparte merece la presencia de la Marcha Patriótica, movimiento social y político que sufrió la reciente captura de Francisco Toloza, importante dirigente miembro de la Junta Patriótica y responsable de la comisión de relaciones internacionales. La participación de la MP se da también como protesta frente a la sistemática persecución contra esta organización pero también contra la persecución a Petro que pone en evidencia las verdaderas intenciones del poder político frente a una posible participación política en un contexto de paz, esto teniendo en cuenta que Petro formó parte del M-19, movimiento insurgente que dejó las armas en 1990.

La marcha convocada el viernes da luces sobre lo que se vendrá este 2014 para el movimiento social. Las multitudes reunidas en Bogotá revelan que debe ser arduo el trabajo de las organizaciones sociales y políticas de izquierda en canalizar todo ese malestar social, pero así mismo esa vitalidad y vigor que demuestran los ciudadanos que no están organizados pero que son conscientes de los derechos y libertades ganados y de la necesidad de profundizar en los cambios estructurales que se requieren para construir un país más justo y en paz.