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Algunas reflexiones desde Kankuamia
Daniel Maestre Villazón / Jueves 16 de noviembre de 2006
 

LA VERDAD Y LA MEMORIA: Al terminar la codicia, se desatará la cara, se desatarán las manos, se desatarán los pies del mundo. Y cuando se desate la boca, ¿Qué dirá? ¿Qué dirá la otra voz, la jamás escuchada? (profecía Maya)

La memoria es el eje central sobre el cual gira toda la vida de las comunidades indígenas; en la memoria se recrea el pasado, se vive el presente y se proyecta el futuro. La memoria es una construcción constante, construcción que debe tener en cuenta que la historia se ha construido por diversos y múltiples caminos; que desconocer ésto sería actuar a espaldas de la humanidad; dejar de lado el supuesto de que la historia comienza con la escritura, desconociendo el testimonio de las historias orales y la actualidad histórica de la civilizaciones milenarias que aún conservan su memoria, entre ellos los pueblos indígenas de Colombia y del mundo entero. “El indio es lo más contínuo, constante y específico de este continente en todo su devenir histórico” (Mosonyi, Esteban Emilio). La memoria desde el pensamiento indígena busca afirmar lo diferente y lo plural, descartando el pensamiento de lo “único”. Nuestra memoria busca afirmarse sin la necesidad de negar las otras memorias construidas desde otras culturas y desde otras ideologías.

Para los pueblos indígenas, y de acuerdo con las enseñanzas de nuestros ancianos, la memoria no es solamente el recuerdo de los sucesos pasados, es la posibilidad de seguir creando situaciones que nos permitan seguir manteniendo la armonía del universo, y de esta manera garantizar que la Madre siga durmiendo, ya que para muchos de nuestros ancianos el día que no seamos capaces de mantener esta armonía la Madre se despertaría y destruiría la creación. Por tal motivo, la memoria es el lugar donde podríamos empezar a pensarnos un mundo diferente. ” Al principio sólo está la Madre, sólo la Madre, ella era Aluna, el pensamiento y la posibilidad, la memoria de lo que habría de venir”. Historia de origen Kogui.

La verdad

Es verdad: la palabra nació por sí misma dentro de lo oscuro. Aquí es necesario aclarar el sentido de esta oración. La palabra es cuna del espíritu creador. El espíritu creador que siempre fue, en las tinieblas del tiempo, vio su conciencia, y de allí nació la palabra. Por eso toda palabra debe ser sentida adentro de lo oscuro del pecho, para que sea imagen de esa otra que nació del ser espejo de sí mismo.

La ley de Origen, Derecho Mayor o Derecho Propio que conservamos los Pueblos Indígenas mediante el cumplimiento de prácticas culturales, actos, comportamientos, disciplina y conciencia étnica, se fundamenta en los siguientes mandatos:

¿Hay que cuidar la madre tierra ¿Hay que vivir juntos, bien ¿No se debe quitar la tierra ¿No se debe robar¿ No se deben decir mentiras ¿Se debe tener sino una sola mujer, para que cuide bien los hijos ¿No se debe pelear ¿No se deben matar los indios?

Para nuestros ancianos la memoria necesita un vehículo creador que es la palabra, pero ésta no puede ser cualquier palabra, debe de ser una palabra verdadera para que se pueda generar una creación verdadera que sea imagen de la Madre que nos crea a diario y nos mantiene en este mundo. Por eso la verdad es esencial para seguir siendo hombres y mujeres capaces de vivir en comunidad y en armonía con la naturaleza que nos rodea.

La verdad tiene contenidos, esencia, espíritu amplio y profundo en el derecho indígena.

El valor de la palabra para los pueblos indígenas es muy grande, con ella se conserva y recrea la sabiduría, la historia cultural y el conocimiento tradicional.

La verdad para nosotros se fundamenta en el mandato de no mentir o no ser mentirosos; desde épocas precolombinas la mentira es considerada como una falta grave, y para que los indígenas no mientan, las autoridades deben dar ejemplo. A los mentirosos se les ha considerado como portadores de energía negativa, a quienes se les debe someter a trabajos de sanamiento, refrescamiento por parte de las autoridades tradicionales. Trabajos que tienen como finalidad el conocer las causas que motivaron y llevaron a una (s) personas a infringir o quebrantar las normas de convivencia que todos debemos respetar para poder vivir en comunidad.

Para la consecución de la paz nacional, la verdad no puede limitarse al conocimiento judicial sobre los delitos y sobre el paradero de las víctimas de secuestro y desaparición forzada; es imprescindible el conocimiento de la verdad sobre los ideólogos, financiadores, cómplices, ganaderos, políticos, sectores de las fuerzas armadas, incluyendo altos mandos, industriales, terratenientes, empresarios, comerciantes que han auspiciado y apoyado a los grupos paramilitares. El conocimiento de ésto les permitiría a las víctimas del Estado empezar a sanar las heridas que están abiertas y que seguirán abiertas si esta verdad histórica no se esclarece y así se podría garantizar una No Repetición de las guerras que por años hemos tenido en Colombia.

Si queremos verdaderamente curarnos, nos toca buscar las raíces y las causas de la enfermedad. Si no, solamente estaríamos buscando estrategias para aliviar un poco el dolor, pero la enfermedad seguiría dentro, y cuando menos lo esperemos, podría aparecer de nuevo. Necesitamos que la historia también la cuenten las victimas, los oprimidos y los desterrados. Que no sea solamente la voz oficial la que cuente su verdad y busque callar la verdad de los otros, la verdad que no conviene saberse en público.

Para lograr ésto se hace indispensable que los que ostentan hoy el poder nos digan la verdad de sus intenciones y cuáles sus intereses; intereses que por lo general son conseguidos pasando por encima de las comunidades que se oponen, y de ésto esta plagada de ejemplos la historia colombiana, que es testigo de cómo nuestros gobernantes y legisladores usan el poder para conseguir sus fines, o los fines de las empresas multinacionales extranjeras a través de los tratados de libre comercio, por ejemplo: ¿ A cuántos colombianos les perjudica la hoy llamada Ley de bosques?, yo diría que a la mayoría;¿ A cuántos beneficia la Ley de agua? A las multinacionales que se benefician de ese su negocio.

Es triste mirar cómo un gobernante saca un decreto para favorecer los intereses de una empresa petrolera, diciendo que en determinada región no hay indígenas, como se hizo hace años en el departamento del Atlántico, desconociendo a los indígenas Mocana, que han vivido por cientos de años en esos territorios; o para citar un ejemplo de actualidad: hace pocos días el señor presidente Álvaro Uribe Vélez, acaba de aprobar una licencia que en días anteriores había negado el Ministerio de Medio Ambiente a la empresa Brisa S.A., que tiene como fachada la construcción de un puerto multipropósito que no necesita Colombia, pero que servirá para luego adelantar la construcción de una gran siderúgica colombo-brasilera que contaminará toda la Sierra Nevada de Santa Marta. Para este propósito se han buscado testigos que digan que en esa zona no existen indígenas, no existen sitios sagrados para los indígenas, desconociendo que éste es uno de los lugares de pagamento más importante para las cuatro comunidades que habitamos en este lugar: Koguis, Arahuacos, Kankuamos y Wiwas. Además desconoce que el lugar donde se va a construir este proyecto está dentro de la línea negra, que demarca todo el territorio sagrado de la Sierra Nevada de Santa Marta y para legalizar esta intromisión, echaron mano de unas firmas que fueron recogidas para certificar los gastos de transporte de indígenas Koguis, Kankuamos, Arahuacos y Wiwas a una reunión convocada por la empresa Brisa S.A., y ahora los que fueron a esa reunión aparecen como si estuvieran respaldando el proyecto. Eso nos hace pensar que el Presidente está faltando a la verdad y al deber de proteger la diversidad cultural, biológica y humana que existe en nuestro país. Y por decir este tipo de verdades es que han sido asesinados, desplazados y encarcelados muchos dirigentes indígenas. El 20 por ciento de los desplazados son indígenas y como caso particular. Al pueblo kankuamo le han sido asesinados mas de 342 miembros desde 1982 hasta la fecha de los cuales 114 han sido asesinados en el gobierno del presidente Alvaro Uribe Velez. Por ese motivo hoy contamos estas historias en las ciudades para los que las quieran oir.

Para terminar se podría decir que una reconciliación sólo es posible si los colombianos empezamos a construir un proyecto de país que tenga como base la memoria. Pero, no una memoria, sino la multiplicidad de memorias que se han construido en cada región, en cada departamento, en cada sitio de Colombia, y que ha sido teñida de colores indígenas, de negritudes, de campesinos, de sindicalistas y de toda una gama sueños e ilusiones que hacen que cada colombiano sea único e importante.

Una memoria construida desde el reconocimiento y la dignidad del otro como sujeto y como persona, aceptando la dignidad de ser distinto y asumiendo el compromiso de respetar lo que no se le parece. Acompañando a ésto debe ir un compromiso de parte de los legisladores y gobernantes que los lleve a legislar pensando en el bienestar de los colombianos, deponiendo los intereses egoístas que han sumido a este país en múltiples guerras a lo largo de su historia, derramando en su mayoría la sangre de los más humildes, de los más pobres que tienen que salir a combatir defendiendo los intereses de las empresas extranjeras. Además que estas mismas personas asuman la responsabilidad de sus actos en el desarrollo de esta guerra, ya sea por omisión o por acción, dando de esta manera un ejemplo de dignidad al pueblo colombiano.

También, es necesario que los ciudadanos del común empiecen a ser dueños de sus destinos y que dejen de mirar con apatía e indiferencia lo que hoy sucede en el país, pero para ésto se hace necesario replantear el modelo educativo que rige al país, y que en su gran mayoría sólo forma mano de obra calificada para las empresas transnacionales que tienen asiento en nuestros territorios. Es hora de que la Academia vuelva a pensarse al ser humano como ser humano, como ser digno y capaz de construir y forjar su propio destino, un hombre capaz de pensar y de construir una democracia donde todas la voces sean escuchadas y donde todas las verdades sean importantes... Por esta razón queremos desde nuestra memoria, desde nuestros sueños, aportar en la construcción del país que soñamos y que es posible construir, desde lo comunitario, desde lo diferente, desde lo diverso.

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Lentamente va cobrando fuerza y forma la construcción de la memoria en nuestro país, una memoria que no ayudara a los demás a dormir, a mí tampoco. Sino que les quitará el sueño; que no se propone enterrar a sus muertos, sino que los perpetuará en el tiempo y en la historia; que se niega a barrer las cenizas de los hechos, y procura en cambio, encender el fuego de la verdad. (Eduardo Galeano)

Nota: para la construcción de este texto han participados muchos compañeros, que aún son capaces de soñar. A ellos mil gracias...