A partir del 30 de septiembre de este año se ha venido desarrollando un operativo militar en el medio Catatumbo (departamento de Norte de Santander), el cual es ejecutado por tropas de la Brigada 30 del Ejército Nacional, y durante el cual, según el comunicado difundido el día 15 de noviembre por la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), los integrantes de las Fuerzas Militares se han venido presentando como “Águilas Negras”.

Los habitantes de la vereda El Martillo, zona rural de El Tarra, y de los puertos La Cotiza y Puerto Lajas, de Tibú, manifestaron que: “los militares nos han dicho que ellos no son integrantes de la Brigada 30, sino de las Águilas Negras”. Igualmente, los uniformados han amenazado con lanzar a la población civil que transita los caminos, morteros de 120 mm, han restringido la entrada de alimentos a la zona, dejando pasar mercados sólo para tres personas por familia, e impiden el desarrollo normal del trabajo en las parcelas.

La comunidad del Catatumbo también ha informado que: “en reuniones sostenidas con la población civil en Puerto Lajas, los uniformados han reiterado que no son Brigada 30, sino las Águilas Negras”.

Del sur del Cesar

Por su parte, habitantes del municipio de El Tarra (Norte de Santander) informaron que los integrantes de la Brigada Móvil No. 15, en reiteradas ocasiones, han manifestado a la comunidad que del sur del Cesar próximamente llegarían al municipio paramilitares pertenecientes al grupo Águilas Negras.

Nos sumamos a la exigencia hecha a los mandos e integrantes de la Brigada Móvil No. 15 y de la Brigada 30 por la Asociación Campesina del Catatumbo, para que aclaren los hechos denunciados y el accionar a desarrollar en la zona, en relación con el trato para la población civil. Así mismo, consideramos valioso que la situación por la que ha atravesado recientemente el Catatumbo haya hecho que surjan nuevas voces de solidaridad con sus pobladores, razón por la cual ante las amenazas y atropellos cometidos por las tropas militares, las organizaciones no gubernamentales, sociales y políticas también deben manifestar su rechazo tajante, y expresar su respaldo a las comunidades campesinas, sus procesos organizativos y de resistencia.