Luego de las reiteradas amenazas en contra de las organizaciones sociales en el Caquetá, ahora le correspondió a Asintracampic, Asociación Municipal de Trabajadores Campesinos de Piamonte (Cauca), municipio ubicado en la Bota Caucana y reconocido históricamente por su talante a la hora de hablar sobre la organización popular y la defensa de la paz con justicia social para los campesinos de esa región.

Desde la pasada semana, en las viviendas de los líderes campesinos del municipio y diversos locales comerciales fueron arrojados panfletos amenazantes contra la organización campesina a la que señalan de ser parte fundamental del engranaje organizativo de la insurgencia de las FARC. Y además, los culpan de asesinatos y supuestos reclutamientos forzados en la región.

A estos dirigentes, aunque no se les da un lapso de tiempo para abandonar el municipio, sí dicen que es un ultimátum para que lo hagan. La preocupación de la población en general es evidente, ya que no es la primera vez que este tipo de panfletos circulan por las calles del municipio. Lo grave de la denuncia es que no es un panfleto cuya costumbre es estar firmado por los grupos irregulares contrainsurgentes de siempre; en este caso se atribuye esta amenaza un grupo denominado Escorpión, quienes serían supuestos ciudadanos del municipio.

En conversaciones con los máximos dirigentes de esa organización campesina, Libardo Pérez y Maydany Salcedo, exponen su inconformismo frente al pobre accionar que ha tenido el gobierno nacional y sus organismos de seguridad para ofrecer garantías de supervivencia a todas las personas que fueron incluidas en estas amenazas directas. Y resaltan que es inaudito que en un municipio tan pequeño en términos poblacionales, que cuenta con un pie de fuerza superior al número de habitantes, se presenten este tipo de acciones por nuevos grupos irregulares y no se obtengan resultados investigativos ni jurídicos contra los responsables de estas amenazas.