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Denuncia Aída: En La Guajira cambian votos por agua
Wayúu mueren de sed y hambre. El agua se convirtió en combustible de la politiquería.
Unión Patriótica / Viernes 9 de mayo de 2014
 

Durante su estadía en La Guajira, la candidata a la vicepresidencia por la Unión Patriótica manifestó una profunda tristeza e indignación por la situación de pobreza extrema en que se encuentran sus pobladores, pese a contar con la mina de carbón más grande de América Latina, y dijo que es necesario que estos hechos le muevan el piso y hagan reaccionar a Colombia.

“La Guajira me duele. Me duele muchísimo, porque este departamento tan inmensamente rico, donde podrían todos los guajiros tener una vida simplemente cómoda con los recursos que tiene, está en manos de unos señores que tradicionalmente la han concebido como su finca personal, donde los hijos de nuestros indígenas se mueren de hambre, de sed y de desnutrición.

“Aquí comercian hasta con el aire que se respira y eso es una cosa supremamente dolorosa para toda Colombia. Me duele mucho ver que toda esta belleza y esta riqueza natural se convierte en un botín político, financiero y de la corrupción de quienes dicen representar la democracia y que no representan sino su deslegitimación”.

De otro lado, al conocer que en La Guajira los que hacen campañas políticas corruptas están entregando agua a los habitantes a cambio de votos, señaló que a estas regiones los de siempre las han convertido en un festín y con formas de coerción que producen horror.

“El señor registrador nos dice que va a rotar los registradores en La Guajira y que no sé qué tanto más, pero no basta con eso. Aquí tiene que haber un respeto por los ciudadanos, el gobierno tiene que hacer una campaña muy fuerte para lograr que aquí se enderece toda esta situación de la compra de los votos y de los votos presionados. No se puede echar a un profesor universitario porque no vota por la corriente del señor rector. Todo es un botín político y en contra de los propios guajiros y atentando contra la calidad de la educación. Mejor dicho, aquí han hecho un festín los de siempre y con formas de coerción muy terribles, que Colombia no conoce y que tiene que conocer”.

Habitantes de La Guajira denunciaron ante la candidata que obreros que trabajan en concesión están laborando desde enero y no les harán contrato sino en junio, que a sólo 15 minutos de Riohacha las comunidades wayúu están sin agua e intentan construir un pozo, que sólo hoy la Alcaldía llevó carrotanque con agua, tras un mes sin el líquido vital, que los habitantes tienen redes para pescar, pero una lancha cuesta entre siete u ocho millones de pesos, por lo que ya no salen a pescar, y que el pescado ha ido mermando cada vez más.

Señalaron también que frecuentemente hacen exploración sísmica en el mar en busca de gas, petróleo y carbón. Petrosismat y Geocol son algunas de las empresas que, autorizadas por Ecopetrol, hacen estos procedimientos.

Aída Avella insistió en la gravedad de que las transnacionales estén explotando nuestro país sin pagar lo justo para que los colombianos no deban vivir en la pobreza extrema como en el caso estremecedor de La Guajira.

“Cómo es posible que estemos perdiendo el 50 por ciento de las regalías desde el 2002. El país ha venido perdiendo dos billones de pesos al año, es decir, llevamos perdidos casi 18 billones de pesos. Qué es lo que están haciendo y cuáles son los negocios que han hecho quienes han manejado el país, entre otros los ex ministros de Hacienda, como el doctor Zuluaga, ahora candidato. La Guajira podría haberse quedado mínimamente con el 10 por ciento de sus regalías si cobráramos bien, si hiciéramos posible que en este país no se regale nuestra riqueza natural.

También hay que preguntarle al presidente Santos por qué su ministra no para de firmar todos los días títulos mineros en este país. Por Dios, a ese ritmo vamos los colombianos a tener que buscar tierra extraplanetaria, porque nos están dejando sin país. No va a quedar tierra sin minas en Colombia, supremamente rica en minería y entonces a los colombianos para dónde nos van a llevar”.

Finalmente, dijo que es inaceptable que no haya agua potable para los pobladores de La Guajira y que tiene que ser esta una prioridad en todas las regiones de Colombia, así como no se puede seguir permitiendo que en zonas tan ricas, con minas que producen toda la riqueza inimaginable para la transnacionales, los colombianos tengan que vivir tales circunstancias y los empleados estén tercerizados, y recibiendo solo un mínimo por su trabajo y los campesinos arrastrados a vender a sus hijos para el comercio sexual por la extrema pobreza a que han sido sometidos.