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El impacto de la "crisis financiera" en la guerra local
Franco Gómez / Viernes 10 de octubre de 2008
 

El mundo está consternado con la crisis financiera: más de 1,4 billones de dólares en perdidas globales, dinero volatilizado en las últimas jornadas, las bolsas asisten al "vaivén" diario con un balance a largo plazo desastroso, planes de salvamento en Estados Unidos, Alemania, Inglaterra. Para el caso norteamericano 700 mil millones de dólares que saldrán del bolsillo de los contribuyentes. Tiembla el capitalismo, opiniones llegan, van, todas coinciden en aconsejar a los ahorradores mantener la calma, no retirar el dinero de los bancos, no vender las acciones y paradójicamente se plantean soluciones de corte socialista como nacionalizar la banca. Es muy curioso que este tipo de soluciones no se den para salvar la salud, la educación o el trabajo del pueblo que es en últimas el que pagará los platos rotos de la actual crisis financiera.

Los efectos e implicaciones de la resonada crisis en la economía mundial, en los bancos y bolsas del mundo, se tendrán que ver a nivel nacional, así no lo quieran reconocer las mentes superiores de nuestros gobernantes y funcionarios, tal vez confiados en que el dinero de lavado de activos del narcotráfico resolverá la crisis nacional, como ocurrió con la crisis generada por la caída de los tigres asiáticos a finales de los años 90, que tuvo implicaciones fuertes en Brasil y Argentina.

Y es que uno de los efectos de la actual crisis para Colombia se dará en términos de financiación de la guerra, ya que debido a la millonaria inversión que tendrá que hacer el gobierno norteamericano, corrijo, el pueblo norteamericano para salvar su economía, implica necesariamente recortar el presupuesto de inversión para la guerra en Colombia, dinero que se ha invertido en el marco del Plan Colombia y con el cual se ha contribuido al sostenimiento del régimen colombiano, sabiendo todo el mundo que es un régimen aliado con el narcotráfico y el paramiltarismo.

Y es que al afectarse la disponibilidad de recursos económicos para hacer la guerra en nuestro país, no habrá plata por ejemplo para los costos de un "falso positivo", que es cuando nuestro "heroico" ejército asesina cobardemente a campesinos o, como lo reflejó la última fórmula macabra, el asesinato de jóvenes desempleados de la periferia de Bogotá, para luego mostrarlos como si fueran guerrilleros dados de bajo en combate.

Estos costos en la región del Magdalena Medio se pueden desglosar de la siguiente forma: El costo por poner unos 10 soldados en la región, que incluye el costo del entrenamiento, el salario de los soldados incluido el de los comandantes del grupo, alimentación, equipos, armamento, municiones y transporte en helicóptero de los 10 soldados que asesinarán en complicidad al campesino, los costos de comunicar la acción "heroica" anunciando que dieron de baja a un guerrillero, el costo del arribo del helicóptero a la región para recoger el cuerpo, esto implica la gasolina, el salario de los pilotos y del que maneja la ametralladora del helicóptero, el salario del equipo logístico para el aterrizaje, recepción del cuerpo y montaje del escenario para mostrar al campesino asesinado como guerrillero dado de baja, el costo del uniforme que le pondrán (según investigaciones en curso ha ocurrido que el uniforme se lo han puesto después de dispararle y los orificios de entrada de los proyectiles no aparecen en el uniforme), el arma de dotación del supuesto guerrillero (imagino que la reutilizarán pero igual tuvo un costo fijo), continuamos, el costo del salario del mando militar del batallón respectivo que llamará a los medios de comunicación para hacer una rueda de prensa sobre la muerte de un guerrillero, el costo del secretario del mando militar que hará las llamadas, la valor de la comisión para los periodistas para que no pregunten si el muerto era un campesino y lo peor, el valor de la comisión a los soldados que asesinaron al supuesto guerrillero más los días libres que se ganan de premio. Faltarían muchos otros costos que suman en total una altísima cantidad de dinero que ha salido del famoso Plan Colombia financiado por Estados Unidos y que ha tenido un costo aproximado de 7.500 millones de dólares en los últimos diez años.

En la región del Magdalena Medio, el batallón que cuenta con la mayor cantidad de denuncias por ejecuciones extrajudiciales es el Calibío con sede en Puerto Berrío (Antioquia), con al menos seis casos de ejecuciones extrajudiciales durante el gobierno de Uribe.

Concluyendo, hablamos de una cantidad de dinero de cooperación militar norteamericana en el marco del Plan Colombia que, debido a la crisis financiera, será recortada y que, estoy seguro, será para bien del campesinado de la región, que igual ha vivido en total abandono por parte del gobierno en materia de salud, educación, servicios públicos, trabajo digno y que ha sabido organizarse, resistir al desplazamiento, seguir adelante, construir experiencias de desarrollo, de vida digna, de resistencia. Así se caiga Wall Street, la banca mundial, la bolsa de Tokio, Milán, o el capitalismo, las comunidades campesinas estarán preparadas para continuar en la construcción de una mejor región y dar ejemplo, como muchas otras organizaciones sociales de base, de cómo debemos reconstruir nuestro país.