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Militares incumplen el derecho internacional humanitario en Dolores (Tolima)
Asociación de Trabajadores Campesinos del Tolima / Viernes 10 de octubre de 2008
 

La Asociación de Trabajadores Campesinos del Tolima (Astracatol), Seccional Municipio de Dolores, denuncia ante los organismos de control y la comunidad nacional e internacional la grave situación de derechos humanos que enfrentan desde hace más de cuatro meses los campesinos que habitan en el área rural del municipio de Dolores, al suroriente del Tolima:

Antecedentes

1. El suroriente del departamento del Tolima, que comprende a los municipios de Prado y Dolores, ha sido escenario de constantes violaciones a los derechos humanos y de múltiples infracciones al derecho internacional humanitario realizadas por las Fuerzas Militares.

2. En octubre de 2006 fueron asesinados dos jóvenes campesinos por parte de personal del Ejército Nacional: José Mario Guerrero Garzón (habitante de la vereda Las Vegas del Café, municipio de Dolores) y Héctor Jairo Yate (habitante de la vereda Filo de Hambre, municipio de Prado), quienes posteriormente fueron presentados como bajas en combate. Frente a estos hechos, las comunidades campesinas organizaron un proceso de movilización a la cabecera urbana de cada municipio rechazando estos asesinatos, y exigiendo a la autoridades respeto a los derechos humanos y el esclarecimiento de los hechos y la sanción de los responsables.

3. A comienzos de 2008, nuevamente el Ejercito Nacional aumenta la presencia militar en la región con el impulso de una serie de operativos que han agudizado la dinámica del conflicto armado en las áreas rurales. Frente a esta situación, las comunidades campesinas exigen la aplicación del principio de distinción, de forma que se les respete su estatus de población civil y se les ponga al margen de la confrontación armada. Las comunidades buscan frenar los constantes señalamientos del Ejército Nacional, que los acusa de ser auxiliadores de la guerrilla o guerrilleros directamente por el simple hecho de habitar en una región con presencia guerrillera.

4. Resultado de la presión ejercida por las comunidades campesinas frente al respeto de sus derechos humanos, se logró concertar un escenario de diálogo, llevado a cabo a mediados de julio de 2008, en el cual las Fuerzas Militares que operan en la región se comprometieron a no involucrar a la población civil en el conflicto, y los organizamos de control se comprometieron a hacer seguimiento a la situación. Entre las entidades gubernamentales y no gubernamentales que participaron se encuentran: Vicepresidencia de la República, Fiscalía, Defensoría del Pueblo, Oficina en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, autoridades del nivel municipal y la Gobernación del Tolima.

5. Sin embargo, estos acuerdos no han sido cumplidos y la población civil continúa siendo víctima de atropellos y señalamientos por parte de las Fuerzas Militares que ponen en riesgo sus derechos humanos.

Hechos recientes

1. La dinámica de confrontación armada en las veredas Las Vegas del Café, El Piñal y Palmira, zona rural del municipio de Dolores (Tolima) se ha recrudecido, afectando el bienestar físico y psicológico de las comunidades campesinas que las habitan.

2. Contrario a los compromisos asumidos por el Ejército Nacional en el marco de los acuerdos logrados a mediados de julio de 2008 entre las comunidades campesinas y los organismos gubernamentales, los miembros de las Fuerzas Militares que participan en los operativos que tienen lugar en la zona rural del municipio de Dolores, no respetan el derecho internacional humanitario en tanto a través de su accionar involucran a la población civil en medio de la confrontación armada. El Ejército Nacional ha realizado señalamientos contra reconocidos líderes campesinos de la región (algunos de ellos miembros de Astracatol) y además, las tropas militares se encuentran acampando cerca de las casas de los campesinos poniéndolos en posición de objetivo militar o en medio del fuego, en las escuelas veredales de El Piñal y Las Vegas del Café obstaculizando el derecho a la educación de los niños y niñas campesinas, y a través de su accionar militar (bombardeos indiscriminados y aterrizaje de helicópteros con armamento pesado) han afectado gravemente cultivos de pancoger de los cuales depende el alimento de los campesinos, han destruido mejoras de los bienes civiles e inclusive han estado involucrados en el robo de ganado en la vereda Riachón.

3. Entre las consecuencias nefastas para la población civil que se desprenden del accionar militar se encuentra la destrucción del acueducto interveredal El Piñal-Las Vegas del Café, que suministra agua a más de 25 familias, hace más de cuatro meses, lo que ha contribuido a la generación de una complicada crisis humanitaria en la región, agravada por la imposibilidad de realizar las tareas propias de la actividad campesina y en ese mismo sentido el suministro de alimentos.

4. No se cuentan hasta el momento con los recursos necesarios para la reparación del acueducto, y la reparación de los demás daños ocasionados por la incursión militar.

5. La inexistencia de condiciones que garanticen el respeto de los derechos a la vida, la integridad física, la alimentación, la salud, la libertad y la educación, obligó a los campesinos de las veredas Las Vegas del Café. El Piñal y Palmira a desplazarse desde sus fincas hacia la cabecera municipal de Dolores, en donde se encuentran desde el pasado viernes 3 de octubre. En total son 26 las familias desplazadas, para un total de 87 personas entre niños y adultos que no cuentan con instalaciones sanitarias adecuadas ni alimentación, y mucho menos acceso a atención médica.

6. Ni la Alcaldía de Dolores, ni los organismos gubernamentales del departamento del Tolima, han realizado acciones tendientes a solucionar la problemática humanitaria que afecta a estas comunidades campesinas, siendo la respuesta recurrente que la única opción es el retorno a la zona rural, mientras los enfrentamientos armados persisten.

Solicitudes

En razón de lo anterior, como Asociación de Trabajadores Campesinos del Tolima, Seccional Municipio de Dolores, les solicitamos dirigirse a las autoridades colombianas a fin de que les sea exigido:

a) El respeto al derecho internacional humanitario por parte del Ejército Nacional, en términos de que no involucren a la población civil en escenarios de confrontación armada, ni hagan señalamientos indiscriminados contra la población civil dirigidos a amedrentar a los dirigentes campesinos o a obstaculizar el desarrollo de procesos organizativos.

b) Sean garantizados los derechos a la vida, la integridad física, la salud, la educación, la alimentación y la libertad, de las comunidades campesinas del municipio de Dolores (Tolima).

c) Se brinden las condiciones de seguridad y alimenticias a los campesinos que permanecen en la cabecera del municipio de Dolores (Tolima), mientras se llega a acuerdos para solucionar la problemática existente y existan las condiciones necesarias para un retorno en condiciones de dignidad y seguridad.