Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Solidaridad con los prisioneros políticos del ERON-Picota
Declaración de la Red Internacional de Solidaridad con las Prisioneras y Prisioneros Políticos Colombianos (Red-Inspp)
 

01/12/14

Desde el 24 de noviembre de 2014, 180 prisioneros políticos, incluidos los prisioneros de guerra, detenidos en la prisión ERON Picota en Bogotá han estado llevando a cabo una huelga de hambre. Ellos están haciendo un llamado para que los prisioneros enfermos y heridos reciban una atención médica adecuada. Los prisioneros tienen ese derecho bajo las leyes y la Constitución de Colombia, los tratados del gobierno colombiano y las leyes internacionales de derechos humanos. La Red-Inspp hace un llamado al presidente Juan Manuel Santos y a las autoridades responsables de su gobierno para garantizar sus demandas, ahora.

En su denuncia de noviembre 28 sobre el tratamiento abusivo del gobierno colombiano a los prisioneros, la Brigada Jurídica Eduardo Umaña cita: “Los tratados internacionales que prohíben los tratamientos crueles, inhumanos y degradantes”.

La Red-Inspp suma también su voz a la demanda de los huelguistas para que el gobierno colombiano ponga fin, de una vez por todas, a las condiciones abusivas de la prisión toleradas por mucho tiempo. Ellas incluyen: sobrepoblación, alimentación y condiciones de salud miserables, interferencia con las visitas familiares, golpes físicos e impedimentos puestos en el contacto de los prisioneros con abogados y observadores de derechos humanos.

También debe ser condenada la aparente indiferencia del Inpec a los acuerdos preliminares alcanzados en noviembre 27 entre representantes de los prisioneros en huelga y los funcionarios de la prisión.

Aquellos entre los que hacen la huelga de hambre quienes son prisioneros combatientes de las FARC-EP son prisioneros de guerra. De otro modo ¿por qué los delegados de las FARC-EP y el gobierno colombiano han permanecido en La Habana (Cuba) por dos años negociando un fin a la guerra? Como prisioneros de guerra ellos gozan de los derechos bajo las Convenciones de Ginebra.

Nosotros decimos que la negación de atención médica a los prisioneros políticos incluidos los de guerra es una tortura. Tomados en conjunto con los asesinatos y desapariciones en el campo colombiano, la opresión a la disidencia en la sociedad civil y las continuadas operaciones ofensivas por el Ejército Nacional, el tratamiento abusivo de los prisioneros políticos da testimonio de un país en guerra. En esa situación, la pregunta sigue siendo cuál es la dedicación del gobierno colombiano a la paz con justicia, que está siendo negociada en Cuba. Aunque la situación de los prisioneros de guerra fue puesta en la agenda de los negociadores hace dos años, ese punto tiene todavía que ser discutido.

Así, la Red-Inspp se une a los huelguistas de hambre de La Picota y otras organizaciones de prisioneros y de derechos humanos en la demanda al gobierno colombiano para que tome dos acciones, ellas son: una, garantizar una accesible y competente atención médica para los prisioneros políticos, incluidos los prisioneros de guerra; y dos, restaurar los derechos humanos fundamentales y las condiciones de una vida digna para todos los prisioneros en Colombia.

En tercer lugar, la Red-Inspp hace un llamado por un cese bilateral del fuego. De aquí en adelante las negociaciones de paz deben tener lugar en la ausencia de operaciones militares y con límites puestos a la violencia y abuso en las manos del gobierno colombiano y sus agentes.