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Líderes de la CUT y de Fensuagro intervinieron en Bruselas
Luis Plazas Vélez, secretario general de la CUT Seccional Bolívar; Félix Joaquín Berrío, fiscal de la CUT Bolívar; y Jimmy Ortiz, secretario general de Sinpeagricun-Fensuagro, quienes se encuentran en refugio temporal en España, intervinieron el 15 de enero en la sede de la Casa de América Latina
Pedro Nolasco Présiga / Lunes 26 de enero de 2015
 

Tres dirigentes sindicales colombianos: Luis Plazas Vélez, secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Colombia Seccional Bolívar; Félix Joaquín Berrío, obrero del transporte y fiscal de la CUT Bolívar; y Jimmy Ortiz, secretario general del Sindicato de Pequeños Agricultores de Cundinamarca (Sinpeagricun-Fensuagro) intervinieron el 15 de enero de 2015 a partir de las siete de la noche en Bruselas (Bélgica), en la sede de la Casa de América Latina y con el auspicio y apoyo de esta organización.

La presentación de los dirigentes, quienes se encuentran en refugio temporal en España, estuvo a cargo de Hugo René Orejuela, ejecutivo de la Casa de América Latina y dirigente de la Marcha Patriótica en Bélgica.

Intervención de Luis Plazas Vélez, secretario general de la CUT de Colombia Seccional Bolívar

En Colombia hay 20 millones de personas pobres, el 70% de los trabajadores activos están en la tercerización a través de contratos a término fijo, y encontramos un 60% de la población ocupada en la economía informal o del rebusque como la llamamos en Colombia.

Denunció que desde 1986, año de fundación de la CUT, hasta el 2014, fueron asesinados más de 3.500 sindicalistas, de cuyos asesinatos hubo una alta cuota de mujeres, que pagaron con su vida su heroica participación en la lucha sindical y por los cambios políticos, sociales y económicos en Colombia. De este alto número de sindicalistas asesinados, un porcentaje muy grande se dio bajo los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez, a quien calificó además de ser el padre del paramilitarismo.

Dijo además que en dicho gobierno fue donde más se violaron y recortaron los derechos sindicales y de los trabajadores, como en el caso concreto de la ley 50, mediante la cual se modificó sustancialmente el pago de festivos, dominicales y horas extras a los trabajadores colombianos, acabando con una conquista que estos habían logrado después de largos años de lucha.

Álvaro Uribe, dijo el dirigente sindical, convirtió la noche en día, pues ya ésta no comienza a las seis de la tarde, sino a las diez de la noche, robándole cuatro horas extras a los trabajadores en comparación con la ley laboral anterior.

La situación de los trabajadores se agrava mucho más con los Tratados de Libre Comercio (TLC) y acentuó de manera particular en el TLC que Colombia firmó con la Unión Europea, del que dijo ha quebrado ramas claves de la economía colombiana, como la economía campesina, y la de pequeños y medianos productores del campo, desestimulando la producción para el abastecimiento alimentario del país, encareciendo los productos de primera necesidad de la canasta familiar, estimulando, además el desempleo y la economía informal.

En Colombia los prisioneros políticos, los asesinados, desaparecidos, refugiados y exiliados se cuentan por miles.

“Yo sufrí un atentado el 16 de mayo del año pasado, cuando me desplazaba en un carro que me facilitó un amigo, los sicarios me seguían sin que yo me diera cuenta, y fueron seis impactos que recibió el carro. Gracias al escolta que dio de baja a un sicario e hirió al otro, hoy estoy contando la historia”.

“De inmediato me sacaron del país, regreso nuevamente el lunes 19 de enero (esta intervención se realizó el 15 de enero) y no sé qué pueda pasar, porque en Colombia hay un principio en los paramilitares, cuando el trabajo no se hace completo tienen que terminarlo, porque para eso se paga, y según informaciones fueron 40 millones que pagaron por mi asesinato”.

Intervención de Félix Joaquín Berrío, obrero del transporte y fiscal de la CUT Bolívar

Félix Joaquín destacó que este sindicato que agrupa a conductores y sectores del transporte metropolitano de varias ciudades, taxistas, el metro de Medellín, trabajadores portuarios, cuenta con unos dos mil afiliados y nueve directivas departamentales, denunció que el paramilitarismo ha infiltrado este sector por ser estratégico para sus fines criminales, y que unos 300 taxistas han sido asesinados en los últimos tres años.

Las amenazas y la acción paramilitar obligaron al compañero Esteban Barbosa, quien dirige el sindicato a nivel nacional, a salir del país, a la vez que insistió en las duras y difíciles condiciones en las que laboran los trabajadores de este sector, con jornadas de más de 12 horas sin ninguna remuneración mas allá del salario mínimo.

Este dirigente sindical también se vió obligado a salir del país ante el asedio paramilitar y la represión oficial del Estado colombiano.

Intervención de Jimmy Ortiz, secretario general de Sinpeagricun-Fensuagro

Jimmy Ortiz denunció la situación de miseria en que han vivido los campesinos e indígenas a partir de la invasión española al territorio colombiano.

¿Cómo decir que somos una república independiente y soberana, que nos independizamos, si aún seguimos dependiendo de las grandes multinacionales?, dijo el dirigente de Fensuagro. Multinacionales como Monsanto se apoderaron del campo, de las semillas y nos imponen sus paquetes tecnológicos, sus transgénicos.
Nos enfrentamos a una aplanadora minero-energética mediante la cual las multinacionales avanzan con sus proyectos mineros e hidroeléctricos como los que buscan imponer contra el páramo del Sumapaz o el proyecto del Quimbo en el Huila.

La lucha de Fensuagro es también por la defensa de los derechos humanos para los campesinos que son permanentemente vulnerados por el gobierno colombiano, como sucedió en el paro nacional agrario y popular en el 2013, durante el cual fueron asesinados numerosos campesinos y detenidos varios afiliados y dirigentes, entre ellos Húbert Ballesteros, miembro del Comité Ejecutivo Nacional de Fensuagro, del Comité Ejecutivo Nacional de la CUT, y de la dirección nacional de la Marcha Patriótica. Estos hechos se presentaban mientras el gobierno se negaba a atender las propuestas y reivindicaciones de los campesinos y el presidente Juan Manuel Santos negaba la existencia del paro.

Jimmy Ortiz puso de presente ante los asistentes la represión de la que ha sido objeto su padre, la detención de numerosos campesinos del Sumapaz y la existencia de más de nueve mil prisioneros políticos y perseguidos por el Estado colombiano, entre los que destacó los nombres de Húbert Ballesteros, David Rabelo, Liliany Obando y Miguel Ángel Beltrán, entre otros, para quienes pidió unificar todas las campañas de denuncia y solidaridad a nivel nacional e internacional hasta lograr su libertad.

Por último dijo que es un perseguido del Batallón Sumapaz del Ejercito y que por eso se vio obligado a buscar refugio temporal en España, terminando su intervención abogando por un final feliz mediante un acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC en La Habana con la esperanza de que finalmente los campesinos encuentren la paz que no han tenido en más de 50 años.