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La comunidad que viene en Colombia: Plan de Choque de Seguridad Ciudadana
Para el Presidente Santos, paz equivale a acciones de seguridad, que buscan preservar ciertos valores apropiados por el gobierno y las autodefensas. Por esta razón, el Presidente invita a los colombianos a llevar la “lucha contra la delincuencia y a favor de la seguridad”: “todos los colombianos tenemos que sentirnos policías. Tenemos que sentirnos ciudadanos responsables por la seguridad”.
Jessica Fajardo Carrillo / Lunes 2 de febrero de 2015
 

- ¡Ay de ti, matricida! Los amigos de Nerón, al oír aquella mortal injuria dirigida al señor del mundo delante de todo su pueblo, no se atrevían ni a respirar. El Cesar se estremeció y dejó caer la esmeralda. En medio de un silencio de muerte, Crispo esforzando más la voz y llenando con ella el anfiteatro, continuó: - ¡Ay de ti, verdugo de tu mujer y de tu hermano! ¡Ay de ti, Anticristo! ¡El abismo se abre ya bajo tus pies! ¡Pronto te hundirás con tus crímenes en la tumba! ¡Ay de ti, cadáver viviente, que morirás de terror y serás condenado por toda la eternidad Trabajaba Crispo inútilmente por desclavar su mano, como si quisiera maldecir con ella a Nerón. El aspecto de aquél esqueleto vivo no podía ser más imponente; inexorable como el destino, agitaba su blanca barba sobre el pódium imperial y sembraba en él los pétalos que se le desprendían de la corona que llevaba en la cabeza. Y seguía clamando con acento tremebundo: - ¡Ay de ti, asesino! ¡haz colmado la medida y la ira del cielo va a estallar sobre tu cabeza! Con un esfuerzo más violento parecía que iba a desclavar su diestra y dirigirla amenazadora sobre Nerón; pero enseguida aquellos brazos descarnados se alargaron, el cuerpo desfalleció y Crispo, doblando la cabeza sobre el pecho, dejó de existir”

Enrique Sienkiewicz (Quo Vadis).

Estamos en el umbral de un proyecto político que hace de la comunidad un ser viviente, cuyos anticuerpos buscan combatir una enfermedad. Con esto encontramos un síndrome común en las formas políticas contemporáneas; estos anticuerpos ya comen de su propia carne, y esta es una conducta que busca convertirse en natural y necesaria para nuestras formas de defensa. En nuestro país ya se rezan los versos de aquella anhelada “Paz”: “El tema de la seguridad en el posconflicto es crucial. El país tiene que entender que uno de los grandes dividendos de la paz va a ser más seguridad. Y cómo canalizar eso, y cómo garantizar eso está en manos de todos”. Esta es una de las declaraciones del presidente Juan Manuel Santos durante la presentación del balance del “Plan de Choque de Seguridad Ciudadana”, que se ha llevado a cabo durante los últimos 90 días en 12 ciudades del país. Y la pregunta es ¿Quiénes son los encargados de la seguridad? ¿Cuando se habla de “seguridad ciudadana” se está refiriendo a un agente a proteger o a un agente que lleva y canaliza la seguridad? El presidente Santos anuncia el síndrome de un país que combate sus propios órganos, pues si hacemos precisión en el nombre de esta política de defensa, la ciudadanía que constituye el “Plan de Choque de Seguridad” no es un agente de protección.

Durante la segunda mitad del siglo XX, fenómenos como éste se han convertido en foco de reflexión filosófica, literaria y de demás expresiones estéticas. Encontramos la preocupación de Hannah Arendt sobre aquellas ”banalidades” que sostienen los totalitarismos, la fijación de Michel Foucault sobre el “hacer vivir y dejar morir” de nuestros Estados modernos y que sirvió de impulso para la teoría “Inmunitas” de Roberto Esposito; este plan de “Choque”, también nos recuerda la inquebrantable violencia de los versos de las ovejas de la Granja de Orwell, y que llevó a la creación del Animals de Pink Floyd, incluso, del estante aparece una remota novela de Sienkiewicz de finales del siglo XIX que narra las atrocidades que hizo el pueblo romano con los cristianos, ante una declaración de Nerón. Y es que volver a la comunidad agentes activos de seguridad, ha constituido una de las formas de violencia propias de la política occidental; no sólo los grandes escritores de letras reflexionan sobre este asunto, la cultura popular nos lo muestra con la huida de los Simpsons de la furia de los habitantes de Springfield al verlos como una amenaza ambiental, y de la misma forma huyen de un pueblo Martín de Francisco y Santiago Moure al ser acusados de “maricas” (¿lo recuerdan?). Esta ha sido y será la forma de garantizar la paz, cuando cada uno de nosotros es convertido en agente de seguridad, y los “vencidos” se convierten en espasmos a mitigar.

De esta forma, las prácticas violentas de seguridad pasan a manos de la ciudadanía y alcanzan lo que los límites jurídicos no permiten. Recordemos que en 1962, el gobierno colombiano formó agrupaciones civiles para la “lucha anticomunista”; a través de la ley 48 de 1962, el ejército dotó de armamento a la población inmersa en la violencia y formó organizaciones de “defensa nacional y civil” con el fin de apoyar a los grupos oficiales en la lucha contrainsurgente. Ahora el presidente Juan Manuel Santos llama a la “ciudadanía” a defender la paz por medio de la seguridad; en este periodo de “postconflicto”, la comunidad continúa siendo agente de violencia en tiempos de “paz”: “estamos diseñando esos programas para aprovechar esos mayores recursos que nos van a permitir conectar esfuerzos en la seguridad ciudadana, que es donde hoy la ciudadanía se siente con mayor preocupación”. El presidente Santos anuncia los campos “silenciosos” de batalla durante de postconflicto: la seguridad ciudadana. Si los grupos insurgentes se enfrentaban en territorios de guerra, en tiempos de “paz”, y siendo ciudadanos, se enfrentarán a la seguridad ciudadana.

Estamos a puertas de una nueva forma de violencia y de guerra, que se han cultivado con las organizaciones de “autodefensas”, quienes se han apropiado de valores de la comunidad como versa en el “Plan de Choque de Seguridad Ciudadana”: “Por eso la ciudadanía debe ser consciente que la paz nos va a aumentar nuestra seguridad, nuestro entorno, la seguridad de las familias, de nuestros hijos, en una forma muy importante”. Para el Presidente Santos, paz equivale a acciones de seguridad, que buscan preservar ciertos valores apropiados por el gobierno y las autodefensas. Por esta razón, el Presidente invita a los colombianos a llevar la “lucha contra la delincuencia y a favor de la seguridad”: “todos los colombianos tenemos que sentirnos policías. Tenemos que sentirnos ciudadanos responsables por la seguridad”. Con la paz, la guerra no va a finalizar, pues me pregunto ¿Qué podemos esperar de los tiempos de postconflicto, si el gobierno nacional nos llama a “sentirnos policías”? Nerón, entre las cenizas de Roma, insolentemente llama a los romanos a eliminar a los cristianos, quienes son señalados como culpables del incendio, y es Nerón el único culpable, que por la vanidad del poeta, decide inundar a la ciudad en el fuego. Nuestra Roma, permanece en el fuego y esto se va a mantener por aquellos que buscan que Colombia permanezca sumida en su propia miseria (y así siga estando por encima de muchos). No en vano se llama a la ciudadanía a combatir consigo misma, observemos el siguiente comentario ciudadano sobre el “Plan de Choque de Seguridad Ciudadana”: “Claro señor Juan Manuel Santos, muchas de las víctimas del conflicto armado en este país estarían esperando a sus victimarios con las calles adornadas de flores. Todo en agradecimiento por sus buenas obras en pro de sus familias. Pedazo de gueva, ¿acaso cree que no duele ver como los terroristas salen oriundos a las calles y las familias llorando sus hijos en los cementerios? Solo Ud. será el que los va esperar con los brazos abiertos porque de acuerdo a como se vayan dando las cosas cientos de nuevos grupos saldrán a la palestra a engrosar las filas de vengadores de sus hijos (…)”. La seguridad postconflicto, enuncia una nueva forma de guerra… mis estimados lectores, elaboren su propia conclusión sobre mis puntos de discusión y sobre este comentario.

Bibliografía

- La seguridad será factor crucial en el posconflicto. (2015, enero). En: El Espectador. Disponible en: http://www.elespectador.com/noticias/politica/seguridad-sera-factor-crucial-el-posconflicto-santos-articulo-538274 -

- Enrique Sienkiewicz (1961). Quo Vadis. Editorial Difusión. Buenos Aires.