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Miles de voces y un solo clamor por la paz
Colombia respondió al llamado de apoyar la paz con justicia social y exigir el cese al fuego bilateral mientras se negocia la paz en La Habana
Corporación Reiniciar / Viernes 10 de abril de 2015
 

Ni el intenso calor ni el cansancio físico frenaron el ánimo de quienes caminaron durante horas cantando y gritando consignas alusivas a la paz, el cese al fuego bilateral, justicia, verdad y reparación para las víctimas en su día.

La marcha fue a la vez un acto político, cultural, cívico y un hecho conmovedor. Muy temprano en la mañana se reunieron miles de personas, de diferentes organizaciones y procesos sociales para cumplir esta cita impostergable con la paz.

Entre banderas de múltiples colores, con pitos, cornetas y tambores marcharon pacíficamente miles de personas por las calles de Bogotá ante la mirada sorprendida de muchos observadores que desde andenes, puentes y automóviles animaban a las personas a seguir.

Fue hermoso ver a las diferentes generaciones marchando juntas. Los estudiantes con su energía y entusiasmo gritaban consignas de paz y reclamaban un país para ellos. Algunas personas de la tercera edad, caminaban a paso lento sus cuerpos cansados portando en sus manos globos blancos en señal de su compromiso con la paz.

Los campesinos y los indígenas, reclamaban paz para sus territorios y una compenetración y respeto por la tierra mientras mezclaban sus pasos con representantes de diferentes delegaciones.

Algunas mujeres cargando a sus hijos en brazos mientras llegaban a otros de la mano olvidan el cansancio cuando caminaban y gritaban por la paz para sus pequeños. De repente una mujer embarazada, llamó la atención entre los asistentes.

Su nombre no lo supimos, pero su mensaje fue contundente: en su vientre de varios meses de embarazo se leía esta consigna: ¡Parimos la paz! En su vientre la semilla de la paz y el amor crecía y sus palabras llamaron la atención entre los asistentes.

Las mujeres afrodescendientes alegraron con sus cantos y toques de tambores la caminata extenuante pero emotiva que se llevó a cabo con mucho convencimiento, incluso Simón Bolívar, representando por un hombre, salió a las calles para reclamar su sueño de paz e independencia.

Al continuar la marcha, las víctimas de la UP dejaban claro con sus cantos que no querían venganza sino justicia, reparación y verdad. Ellos los sobrevivientes de un partido político que nació en medio de un proceso de paz, apoyaban nuevamente la salida política al conflicto armado.

Muy cerca de ellos iba el camión del padre de Raúl Antonio Carvajal, un padre valiente que a pesar de todo sigue exigiendo justicia después del asesinato y tortura de su hijo en el año 2006.

De esta manera, las víctimas que son personas sobrevivientes de este conflicto clamaron convencidos la necesidad de paz para el país y demostraron su compromiso con el proceso de paz que se realizaba en la Habana.

También los hinchas deportivos como la barra de Santafé marchaban con cánticos alusivos a la paz provenientes de jóvenes que por fanatismo han caído en peleas absurdas que han acabado con la vida de algunos jóvenes.
La marcha transcurrió en perfecta calma en Bogotá ante la mirada atónita de la Policía y miembros del Esmad que no tuvieron la necesidad de recurrir a su fuerza para contener a los manifestantes.

La fuerza esta vez estuvo concentrada en los corazones de los cuales salían palabras de paz y reconciliación por eso sobraban los bolillos, y no hubo en el aire gas lacrimógeno sino que se respiraba alegría y esperanza.

Tras horas de marcha bajo el implacable sol capitalino, las diferentes delegaciones llegaron al Parque Simón Bolívar donde fueron recibidos por uno de los presentadores, Carlos Satizabal, con un aplauso y el reconocimiento a su esfuerzo.

Para las víctimas de la UP, provenientes de diferentes partes del país, hubo palabras conmovedoras que reafirmaban la importancia de su lucha, el Genocidio Político del que fueron objeto, pero sobre todo la alegría de sus sobrevivientes, quienes hastiados de sangre marcharon convencidos de la necesidad de paz.

El Parque Simón Bolívar acogía así a todos los marchantes de diferentes organizaciones y procesos sociales, organizaciones de víctimas, estudiantes, campesinos e indígenas que exigieron cese al fuego bilateral y paz.

Finalmente, El Bogotazo por la Paz que honraba la memoria de Jorge Eliécer Gaitán –asesinado hace 67 años- terminó en el Parque Simón Bolívar con un concierto de múltiples voces y un solo clamor por la paz de Colombia.