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9 Abril: miles de voces en favor de la paz engalanaron a Medellín
Adelaida Nikolayeva / Domingo 12 de abril de 2015
 

El 9 de abril se ha convertido en los últimos años en un día simbólico por su importancia histórica, una vez que el movimiento social lo ha posicionado como el día de las víctimas y de las grandes movilizaciones en apoyo a la solución política al conflicto armado y a la paz con justicia social en Colombia.

Histórico porque el 9 de abril de 1948 con el magnicidio del carismático líder popular Jorge Eliécer Gaitán, la oligarquía colombiana creyó que sepultaba la esperanza del cambio y de paso se deshacía de un poderoso enemigo, que no solo contaba con un inmenso respaldo popular, sino que encarnaba la alternativa de una patria y una sociedad democrática de justicia, paz y dignidad para Colombia. Esperanza de cambio que hoy renace en las multitudinarias marchas que enarbolan los sectores sociales y populares de todo el país. 

Dos meses antes de su asesinato, pronunciaba Gaitán ante una inmensa multitud en Bogotá la Oración por la Paz, proclama dirigida al presidente de la época Mariano Ospina Pérez, para que cesaran los asesinatos y persecución contra campesinos de filiación liberal y evitar que el país se desbordara al abismo de la guerra civil, como en efecto sucedió tras su muerte. 

Retomando el significado histórico, este 9 de abril, Medellín se vistió de gala con la multitudinaria marcha de más de 30 mil caminantes en favor de la paz con justicia social y ambiental, el cese bilateral de fuegos y la Asamblea Nacional Constituyente. 

No recordamos en los últimos años una movilización de la magnitud, el impacto, el mensaje que deja, la capacidad de convocatoria como la que se realizó el 9 de abril en Medellín y otras cinco ciudades capitales de Colombia.

Sin duda la participación masiva se dio porque concurrieron delegaciones de cinco departamentos, Caldas, Risaralda, Chocó, sur de Córdoba y Antioquia con sus asociaciones agrarias, afrodescendientes, indígenas, estudiantiles, obreras y artísticas. 

Medellín y el Valle de Aburrá se destacaron igualmente a través de la participación de procesos organizativos urbanos haciendo de la gigantesca movilización de más de treinta cuadras que desfilaron desde el parque de Los Deseos hasta el parque de Las Luces, donde concluyó a las diez de la noche con un gran concierto de grupos musicales y bandas de rock, punk y canción social.
 
La movilización del 9 de abril de este año en diferentes ciudades capitales marca un punto alto en la capacidad de organización, convocatoria, unidad y mensaje político en la perspectiva del posicionamiento del movimiento nacional a favor de la paz con justicia social y el fin del conflicto armado en Colombia. 
 
Pese al intento de descalificar la movilización por parte de algunos grandes medios de comunicación, la verdad es que la multitudinaria marcha será recordada como un hecho político de gran significado que deja un mensaje de esperanza y de cambio para Colombia y el mundo. 
 
Y al gobierno de Juan Manuel Santos le recuerda la gigantesca movilización que el mandato por la paz por el que votaron millones de colombianos en junio del 2014 se expresó a través de un mensaje claro y un llamado para que asuma el camino hacia la verdadera paz estable y duradera, que no será solamente la firma de un pacto de paz con las guerrillas ni el silenciamiento de los fusiles ni la implementación del Plan Nacional de Desarrollo, a todas luces lesivo con quienes por millones reclaman una vida digna.  

En la movilización del 9 de abril, Marcha Patriótica y las diferentes plataformas y organizaciones del noroccidente colombiano demostraron gran capacidad de convocatoria, unidad y organización. En manos del movimiento social y político queda el compromiso de canalizar este acumulado y experiencia organizativa en la perspectiva de constituirse en alternativa de poder, donde el Frente amplio por la Paz y la Democracia puede ser el referente de un espacio de convergencia para el cambio que necesita Colombia.