Murió un relator, un geógrafo, un narrador, un anciano de verdades, un soñador, un escritor, un hombre que retó al miedo, una voz, un latinoamericano.

Murió Galeano antes de que lo quemaran en la hoguera, murió de brujo,un ateo, un futbolista, un uruguayo, una pluma. No le gustaba la inquisición, ni el imperio que lo gobierna todo.

Murió el hombre hecho del vino y de la carne que estaba en todas partes con la palabra, murió el fotógrafo del dolor, murió el que venía de un país pequeño para la patria grande. Se nos fue otro viejo, otro cucho, dejándonos el camino.

Murió la vena abierta que no se cura, que no cicatriza, que no seca, murió el polo a tierra.

Murió parte de nuestra memoria.