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¡Ni un paso Al Paso!
¡El río Sumapaz no se vende, el río Sumapaz se ofrenda y se defiende!
¡El agua es bien común de los pueblos, no está al servicio de los negocios!
 

“…Pues a yo de eso no sé muy bien, pero desde mi forma de entender, el río es como una persona, si le perforan una vena, para canalizar el cauce de su sangre, así como dicen que van hacer unos túneles, tarde que temprano terminara desangrándose, y muriendo entonces, todo el cuerpo, toda la piel… mejor dicho se muere ese Todo del cual hace Parte ese río o esa vena. Nuestro río Sumapaz lo es todo, es la vena más grande del páramo del Sumapaz y el páramo es el más grande del mundo, según dicen. Nosotros estamos aquí para defenderlo, amarlo y protegerlo. No tanto para nosotros, sino para nuestros hijos, nietos, bisnietos y los demás que vengan”. Abuelo campesino de la Zona de Reserva Campesina de Cabrera, Vereda Peñas Blancas.

A los veinticinco días del mes de Julio del año 2015, en la Zona de Reserva Campesina de Cabrera (Cundinamarca), distintos sectores sociales de nuestro territorio, agrupados y unidos bajo la figura de Comité de impulso de la ZRC, nos hemos encontrado a fin de informar, alertar, convocar y denunciar ante el movimiento social, étnico, agrario, ambiental y popular en Colombia, así como a las distintas instituciones y población en general, de la amenaza inminente, actual y certeradespojo, expropiación, desplazamiento forzado, destrucción y contaminación de rios, ecosistemas frágiles y de especial protección como los páramos, sub-paramos, área de influencia de nacimientos acuíferos y de estrellas fluviales, en la región de la Cuenca Media del Rio Sumapaz, integrada por cuatro municipios (Cabrera, Icononzo, Pandi, Venecia) y habitada por alrededor de 30.000 personas y 675 especies de flora. Principalmente atribuimos la responsabilidad de esta amenaza de despojo, desplazamiento y ecocidio a la Empresa Traficante de Agua y Vida, EMGESA y ENEL, que adelantan hace siete años trámites legales para la ejecución del Proyecto hidroeléctrico “El Paso”, anteriormente denominado “Proyecto Integrado de Mini-centrales en la Cuenca del Río Sumapaz”.

El Comité de Impulso de la Zona de Reserva Campesina de Cabrera (Cundinamarca), escenario de confluencia y articulación de distintos sectores sociales y procesos organizativos de este territorio campesino, agrario, ecológico y alimentario; tiene como propósito, entre otros, caminar por el ejercicio autónomo, libre, participativo, soberano, digno y colectivo de nuestro plan de desarrollo humano, comunitario y territorial. Como Zona de Reserva Campesina cumplimos una función ecológica y social, tanto por nuestra proyección contemplada en el Plan de Desarrollo Sostenible de la Zona de Reserva, como por las garantías que el Estado Colombiano está obligado a proporcionar, para que los fines de esta figura de gestión territorial se cumplan. Sin embargo, se continúa permitiendo la prevalencia del mercado corporativista y transnacional, sobre la libre auto-determinación y vida de las comunidades campesinas, nuestros territorios y nuestros planes de vida. Conforme a lo expuesto, hacemos pública la siguiente comunicación:

Desde el año 2008, la Multinacional EMGESA ha venido promoviendo la construcción de una central hidroeléctrica en la región del Sumapaz, cuya proyección inicial contemplaba una hidroeléctrica a pie de presa y 14 mini-centrales hidroeléctricas ubicadas a lo largo de la cuenca alta del río Sumapaz. Debido al pronunciamiento y al rechazo por parte de las comunidades campesinas que habitan este territorio, la empresa EMGESA replanteó los estudios técnicos del proyecto disponiendo tres puntos de captación de energía sin embalse, optando por la formulación de mini-hidroeléctricas a filo de agua, sin requerimiento de inundación, pero que generaría un impacto mucho mayor, dado la extensión del área de influencia del proyecto, que en este caso, afectaría alrededor de 29.468 personas pertenecientes a cuatro municipios de Cundinamarca y Tolima (Cabrera, Venecia, Pandi e Icononzo). Según EMGESA, la construcción de ocho mini-centrales a filo de agua generará una medida anual cercana a los 1.000 GWh/año, la cual estaría dispuesta al mercado transnacional y a la profundización de la explotación, exploración y extracción minero-energética en otras partes del territorio. Además, el proyecto incluirá una línea de transmisión de 115 kV, con 40 Km en circuito doble y 11 km en circuito sencillo.

El 10 de septiembre de 2008 la empresa EMGESA S.A solicitó ante la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, el inicio de trámite de Licencia Ambiental para el proyecto denominado, en un principio, “Proyecto integrado de mini-centrales en la cuenca del río Sumapaz”. “En el año 2012 y sin manifestar una justificación clara, la empresa multinacional cambió el nombre y varios detalles del proyecto. Con el título de “Proyecto Hidroeléctrico Sumapaz” se excluyeron como áreas de influencia Arbeláez y Villarrica en el departamento del Tolima; se dividió el proyecto en dos fases y se eliminó el embalse en la primera cadena de generación en La Unión (ANLA, NDA 0271). La primera fase comprendería tres cadenas de generación con ocho casas de máquinas o “mini-centrales” a filo de agua, con una capacidad de generación instalada de 160 MW. Mientras la segunda fase comprendería las seis casas de máquinas restantes de las 14 establecidas en el proyecto anterior. Para septiembre de 2012 la consultora de ingenieros INGETEC ya había realizado los estudios de prefactibilidad, factibilidad y el estudio de impacto ambiental (EIA) de la primera fase del proyecto (ANLA, NDA 0271). Con todos estos cambios y replanteamientos, en el 6 de agosto de 2013 la empresa multinacional cambia nuevamente el nombre al proyecto, ahora titulado como “Proyecto Hidroeléctrico El Paso” [1]. De esta manera, este proyecto contendría la misma estructura del anterior, pero camuflando su denominación, a fin de que la comunidad no pudiera informarse oportunamente, y a su vez, limitando el ejercicio de los mecanismos de exigibilidad social y jurídica, a la participación de las comunidades frente a la planeación y toma de decisiones en su territorio.

En octubre de 2013 se convocó a todos los presidentes de las Juntas de Acción Comunal, a través el Consejo Municipal de Desarrollo Rural de Cabrera (Cundinamarca), con el fin de que la Empresa suministrara la información clara, inequívoca y oportuna del proyecto hidroeléctrico “El Paso”. En dicho espacio de interlocución, las comunidades campesinas y organizaciones sociales del territorio, pronunciaron su rechazo rotundo a la construcción de este proyecto, nefasto y destructor de los ecosistemas y la vida digna de los pobladores. Mientras tanto, la Empresa sigue presentando una exposición parcializada, sesgada y sustentada en unos intereses corporativos unilaterales y silenciadores de las posturas y decisiones tomadas por las comunidades y organizaciones campesinas y ambientales de la región.

Las comunidades que habitamos el territorio de la cuenca media del río Sumapaz, mayor afluente del Páramo de Sumapaz, nos hemos recreado social y culturalmente en una fuerte tradición de lucha agraria, a tal punto, que en nuestro territorio no hay latifundio. Hemos luchado por el bien estar y la vida digna en el campo, consolidando acciones políticas, sociales y culturales ejemplarizantes del empoderamiento social campesino y la configuración de territorios autónomos. En tal sentido, el 7 de noviembre del año 2000 fue constituida la Zona de Reserva Campesina de Cabrera, mediante la Resolución 046 del Instituto Colombiano de Reforma Agraria, INCORA. Esta abarca todo el municipio, tanto el área rural como área urbana. La ubicación municipal de Cabrera está dentro de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Natural del Sumapaz. Tal figura política, social, cultural y territorial representa el reconocimiento de múltiples prerrogativas y garantías fundamentales de los derechos del campesinado cabreruno, entre estos, el derecho a la autonomía, a la participación y libre autodeterminación de nuestros territorios. Sin embargo, ni EMGESA ni las instituciones estatales garantes, han respetado ni reconocido la incompatibilidad entre las hidroeléctricas y la Zona de Reserva Campesina junto a nuestro Plan de Desarrollo Sostenible. Cabrera posee en su memoria colectiva, relatos de luchas y conquistas contra el latifundio, pero hoy se enfrenta al saqueo, desarraigo y despojo de su territorio por parte del capital transnacional, extractivista y corporativo que reviste EMGESA. Quienes quieren pasar por encima de la calidad jurídica, política y ambiental de Zona de Reserva Campesina.

Los campesinos de la cuenca media del río Sumapaz sienten temor y zozobra frente a lo que va a suceder con sus familias, sus viviendas, sus montañas, sus ríos, sus cerros, sus lagunas, sus cultivos y sus animales, dado que están siendo expuestos a la expropiación y disposición de sus lugares comunes, a la conveniencia del Proyecto; lo cual implica, entre otros aspectos, la venta forzada de predios, la descampesinización y la privatización del Río Sumapaz. Adicionalmente, la presencia de este tipo de proyectos hidro-energéticos en un territorio de vocación agropecuaria, ubicado en una región biodiversa, rica en patrimonio arqueológico y reconocida por ser el cordón de sistemas de cuencas hídricas como éste, amenaza contundentemente la vida del páramo del Sumapaz, el río Sumapaz, las quebradas, la fertilidad de la tierra y la memoria de la humanidad. La construcción de hidroeléctricas posee una directa relación con la agudización del cambio climático.

Pese a los esfuerzos por parte de la comunidad para frenar la implementación de estos proyectos en la región, la multinacional EMGESA ha continuado las pretensiones de construir arbitrariamente centrales hidroeléctricas en nuestro territorio. Según memorial radicado por EMGESA ante el Concejo Municipal de Cabrera, el 23 de julio de 2015, se manifiesta la programación de unos espacios de socialización, en aproximadamente 10 veredas del municipio, como supuesto ejercicio de participación comunitaria en la realización de sus Estudios de Impacto Ambiental. De acuerdo al cronograma, realizado arbitraria y unilaterlamente por EMGESA, se contemplaron estas socializaciones para los días 2 al 11 de agosto de 2015. El Comité de Impulso de la Zona de Reserva Campesina, como confluencia de distintos actores, garantes y defensores del territorio, el agua, la vida y el desarrollo agrario, nos oponemos irrevocablemente a la realización de tales socializaciones y la continuidad de este Proyecto Hidroeléctrico, porque consideramos que estos espacios de socialización son ilegítimos e ilegales, en el entendido de no haber reconocido conductos para la participación libre, informada y respetuosa de las comunidades y de las organizaciones que viven y habitan la Zona de Reserva Campesina. Así mismo, porque tanto EMGESA como las entidades e instituciones públicas desconocen la necesidad histórica de priorizar un ordenamiento social y ambiental, democrático y participativo del territorio, del derecho al agua y de los usos de la tierra, para la dignificación del campo, el buen vivir de las comunidades y la protección de nuestro patrimonio natural.

Rechazamos, en este orden de ideas, la política minero-energética del Estado colombiano, por pretender desconocer las normas legales y constitucionales de protección de los páramos, sus zonas de amortiguación, los sub-paramos, y los nacederos de agua dulce, el patrimonio arqueológico y los derechos fundamentales de sus habitantes. Por otro lado, EMGESA tiene a lo largo del territorio nacional dos tipos de centrales generadoras de energía, hidráulica (10) y térmica (2), en departamentos como Cundinamarca, Huila y Bolívar. La empresa tiene una capacidad instalada de generación de 2.915 MW, y una generación por potencia instalada del 20%. La comercialización de la energía producida por EMGESA está vinculada al Mercado No Regulado, lo que quiere decir que sus tarifas no están reguladas por la Comisión de Regulación de Energía y Gas [2] (CREG [3] (CREG), así que puede negociar libremente la tarifa por el suministro de energía con los consumidores [4]. En este sentido, rechazamos las acciones criminales y ecocidas de EMGESA y ENEL, en el Proyecto Hidroeléctrico el Quimbo; así como al desacato de las órdenes judiciales constitucionales y de veeduría que se han pronunciado a favor de las peticiones de ASOQUIMBO. Igualmente, rechazamos las violaciones de los derechos humanos individuales y colectivos que se han perpetrado en los años de movilizaciones, resistencia e insistencia de las organizaciones de pescadores, campesinos, estudiantes y habitantes de la zona de influencia que son víctimas del proyecto El Quimbo. Si reconocemos el acceso, la tenencia, el uso y la propiedad de la tierra como uno de los elementos históricos influyentes en la configuración del conflicto armado colombiano, entonces tendríamos que considerar ineludiblemente, la reformulación de una política integral de desarrollo agrario y rural en Colombia como apuesta real de construcción de paz. En este punto se insiste por la dignificación del campesinado, la protección de nuestros recursos del intervencionismo extractivista y extranjero, la desconcentración y democratización de la propiedad de la tierra-como pilar.

Instamos a las entidades públicas a la protección, garantía y respeto de nuestro río Sumapaz, nuestro páramo del Sumapaz y nuestra Zona de Reserva Campesina; solicitamos la adopción de medidas de prevención para de cualquier acto que vulnere, hostigue o presione la venta de predios, la firma de asistencias, o la inevitable construcción de este proyecto. Igualmente, requerimos la protección y promoción de mecanismos e instancias, legítimas y legales, de participación para la oposición a la implementación del proyecto en la Región.

Convocamos a las organizaciones locales y nacionales del movimiento social, étnico, político, agrario, ambiental, cultural y popular colombiano para seguir fortaleciéndonos, acompañándonos, tejiéndonos y solidarizándonos, en defensa de los ríos, las montañas y todo aquello que conforma nuestro patrimonio natural y cultural. Para que las voces, los sentimientos, los pensamientos y las acciones se integren, se unifiquen, se encuentren y se fortalezcan en la mutualidad. Acompáñenos en las acciones sociales, políticas, jurídicas y culturales que adelantaremos en contra del Proyecto Hidroeléctrico El Paso. Invitamos especialmente:

Al Movimiento Social y Político Marcha Patriótica

Al Congreso de los Pueblos

A las organizaciones locales y regionales de los municipios de Pandi, Icononzo, Venecia, Localidad 20 de Sumapaz, Fusa y las que deseen unirse en defensa de la vida, el agua y la dignidad de los territorios.

A ANZORC, para seguir fortaleciendo la articulación entre los procesos territoriales de la Zonas de Reserva Campesina, alrededor de la insistencia y persistencia creativa y renaciente de las organizaciones sociales por la defensa de nuestro patrimonio inmaterial y material, por nuestros recursos, y el buen vivir de los pueblos.

A ASOQUIMBO, a Movimientos Ríos Vivos, a CENSAT Agua Vida, a Sintrapaz, Fundación Nuestro Páramo.

¡La plata viene y se va, pero el río se va y no volverá!

¡FUERA EMGESA y ENEL! , ¡No a la POLITICA MINERO-ENERGETICA y el AGRONEGOCIO!

"Profanan nuestra madre naturaleza,

Mercaderes del Agua, Traficantes de la vida

Asesinos del Planeta…

Ofrendamos nuestro espíritu al Agua

Madre gota azul que gira alrededor del sol,

De donde todo viene, y a donde todo se va".

Fragmento canción Abre Sierra

Firma,

Comité de Impulso de la Zona de Reserva Campesina de Cabrera

[1Tomado de TORRES HIGUERA, Lorena Andrea. Tesis de Grado Antropología. “Proyecto hidroeléctrico “El Paso”: entre la vida campesina y la producción hidroenergética. Disputas por el agua y el territorio en Cabrera, Cundinamarca.” Pág. 29. Universidad Nacional de Colombia. 2015.

[2Es una entidad creada en 1994 por el gobierno nacional con el fin de regular y ampliar la distribución de la energía eléctrica, el gas natural y el gas licuado de petróleo a la mayor cantidad de usuarios al menor costo posible, garantizando su calidad. Fuente: http://www.creg.gov.co/index.php/creg/quienes-somos/historia

[3Es una entidad creada en 1994 por el gobierno nacional con el fin de regular y ampliar la distribución de la energía eléctrica, el gas natural y el gas licuado de petróleo a la mayor cantidad de usuarios al menor costo posible, garantizando su calidad. Fuente: http://www.creg.gov.co/index.php/creg/quienes-somos/historia