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Movilización contra la guerra
Los jóvenes colombianos son la esperanza del continente
Crónica de la II Brigada Internacional por la Paz de Colombia
Juan Sebastián Barragán Castellanos / Sábado 29 de agosto de 2015
 

Del 15 al 17 de agosto el corregimiento de El Mango se convirtió en el escenario de encuentro de los jóvenes que luchan por una patria nueva y en paz.

Ir hasta El Mango, un corregimiento del municipio de Argelia (Cauca), fue una decisión que meses atrás habían tomado los jóvenes organizados en la Juventud Rebelde y la Juventud Comunista Colombiana.

Su objetivo era confirmar la decisión de lucha por la construcción de un país en paz y, por supuesto, hacer visibles los estragos de la guerra que, en territorios del sureño departamento del Cauca, son evidentes e imposibles de esconder.

El Mango

El Mango es un pequeño pueblo con una vía principal, una plaza central, una gran cancha de fútbol, un polideportivo y una escuela. Sus habitantes, en su mayoría campesinos, son gente amable, trabajadora y pujante, que se convirtieron en noticia nacional tras su decisión de sacar a la Policía de su pueblo y con ello evitar los enfrentamientos entre ésta y la guerrilla de las FARC.

La valentía de este pueblo fue conocida por todo el país. La noticia hizo carrera en la redacción de periódicos, radios, noticieros de televisión y medios de comunicación por internet.

Pero para muchos este acto de dignidad y respeto por el Derecho Internacional Humanitario fue visto como una acción orquestada por el denominado “terrorismo”. Desde sus columnas de opinión los áulicos de la guerra vociferaban que “la Fuerza Pública no puede tener lugares vedados” y que “la Policía tiene el deber constitucional de proteger los bienes de los ciudadanos”.

Lo que estos señores no sabían es que detrás de la expulsión de la Policía de El Mango había una historia y una tragedia que, como el título del escritor ya fallecido y Premio Nobel de Literatura, estaba anunciada.

La rabia contra la Policía

Años atrás, la situación de la Policía y sus agentes en El Mango no era lo que es hoy.

Durante bastante tiempo la insurgencia no propinaba ataques contra la Policía, o por lo menos no de la manera como sucede en ese corregimiento desde hace dos años.

Pero un día un hombre, vecino de todos en el pueblo, no quiso detenerse ante el puesto de policía. Ante ello los agentes decidieron responder con bala lo que consideraban un irrespeto a la autoridad, y allí quedo postrado inerme el cuerpo del hombre.

Desde entonces, entre las gentes de El Mango y todas las veredas colindantes, se despertó un odio y una rabia contra todo aquel que portase el uniforme verde oliva con insignias de la Policía Nacional.

Posterior a ello vinieron los ataques de la insurgencia. El 60 Frente de las FARC inició desde ese momento una ofensiva implacable contra ese organismo de seguridad del Estado.

Jóvenes que luchan por la paz

La crisis humanitaria que vive El Mango fue la razón principal para que los jóvenes que guiados por el ideario del Libertador Simón Bolívar decidieran realizar la II Brigada Internacional por la Paz de Colombia en ese corregimiento.

Al evento arribaron jóvenes de toda Colombia; costeños, paisas, caucanos y nariñenses, rolos, boyacos, santandereanos y vallunos se dieron cita en el pequeño pero acogedor corregimiento de El Mango para allí hacer denuncias sobre violaciones al DIH y los derechos humanos, plantear propuestas y debatir sobre la coyuntura política del país.

Así mismo, del evento se hicieron participes delegados de diferentes organizaciones juveniles que hacen parte de la Federación Mundial de las Juventudes Democráticas. Argentina, México, El Salvador, Venezuela y Portugal, tuvieron su representación en la II Brigada Internacional por la Paz de Colombia.

Personalidades de la vida política nacional e internacional también acompañaron la realización de este gran evento. Jaime Caycedo y la ex senadora Gloria Inés Ramírez, por el Partido Comunista Colombiano; la ex senadora Piedad Córdoba, por la Marcha Patriótica; y el abogado y asesor de la Mesa de Diálogos de La Habana, Mark Burton, quien también lleva el caso del prisionero político Simón Trinidad. Todos ellos coincidieron en que sin la participación de los jóvenes la paz es un imposible, y que de ellos se requiere el mayor entusiasmo y protagonismo.

El evento cerró con un llamado urgente para construir la paz y sembrar la reconciliación. Líderes de la Juventud Rebelde y la Juventud Comunista Colombiana se hermanaron en una declaración política que pone por encima de todo la defensa de los diálogos de paz y el fin del conflicto armado.

Sin lugar a equívocos, la II Brigada Internacional por la Paz de Colombia abonó la idea de la unidad en el corazón de los jóvenes patriotas. La semilla de la unidad florece en campos y ciudades donde la juventud se abraza para decir no más a la guerra, porque, como en El Mango, el pueblo se ha cansado de vivir en medio de las balas y las bombas y de que el Estado se empeñe en dirigir los recursos públicos a una guerra que fácilmente puede solucionarse si se resuelven los problemas estructurales que dieron origen al conflicto, se protege la economía nacional, se invierte en educación, salud e infraestructura, y se garantizan el diálogo, la disidencia y la protesta social.

El sueño de un país en paz se puede hacer realidad, pero ello requiere de que tanto los jóvenes como el país entero despierten del letargo en que los han sumido las mentiras, engaños, tergiversaciones y deformaciones de la realidad que viven tanto campesinos como obreros en campos y ciudades de la hermosa tierra neogranadina que Bolívar dejó unidad a Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Panamá.

Porque la paz de El Mango es la paz de Colombia y la paz de Colombia es la paz del continente, hoy los jóvenes colombianos son la esperanza de América, la esperanza del mundo entero.