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Columna de opinión
¿Por qué Francia?
Edgar Eduardo Pulido García / Miércoles 18 de noviembre de 2015
 

Todos queremos conocer París, ya sea para visitar el Louvre y ver tras un grueso vidrio a varios metros una pintura que dice ser la Mona Lisa, guardar en un rincón de la memoria la Venus de Milo, salir para tomarse una foto con la torre Eiffel de fondo, recorrer el palacio y los jardines de Versalles, caminar a un costado del río Sena y reconocer los paisajes que inspiraron algunas de las pinturas de Cezanne, Renoir, Monet... entrar a la librería Shakespeare & CO donde Hemingway tantas veces olvidó su hambruna y recordó su odio por Faulkner, Joyce y Gertrude Stein. Conocer sus cafés, el Moulin Rouge, su gastronomía, las pasarelas que marcan las tendencias de la moda mundial donde reconocidas marcas italianas como Gucci, Versace se encuentran... apreciar la galantería francesa, catar sus vinos creados como hace 300 años, sentir el frío subterfugio de las catacumbas inaccesibles y decoradas con los cadáveres de la Liberté, égalité, fraternité. Ir a la bastilla para buscar las huellas de la revolución francesa, Voltaire, Robespierre, Danton; el Arco del Triunfo, Napoleón y por supuesto ¡la Comuna de París! Todos amamos París: historiadores, literatos, politólogos, arquitectos, todos amamos París, o casi todos, menos por supuesto “los extremistas musulmanes”.

Detrás de toda riqueza hay un crimen dice Balzac, y la belleza de París esconde siglos de crímenes, 132 años duró la colonización de Francia en Argelia. El 8 de mayo de 1945 mientras Francia celebraba la muerte del monstruo del Nazismo, acribillaba 40 mil argelinos que habían salido a protestar en la ciudad de Sétif, nueve años más tarde iniciaría una guerra de liberación nacional que culminaría con la independencia de Argelia en 1962. El Frente de Liberación Nacional estimó la cifra en más de 500 mil argelinos muertos. Así mismo Francia ocupó los territorios africanos de: Madagascar (1895-1960), Marruecos (1830-1956), Túnez (1881-1956), Mauritana ( -1960), Senegal (1850-1960), Guinea (1890-1958), Costa de Marfil (-1960), Niger (-1958), Burkina Faso (1896-1960), Benin (1883-1960), Malí (1864-1960), Gabón (1885-1960), Moyen-Congo (1880-1960), Ubangui-Chari (1903-1958) y Chad (-1960). Cito sólo las de África para no extenderse demasiado en Asia y América.

Agregaría solamente Siria, ¡sí! Siria fue durante un breve lapso de tiempo una colonia francesa, que en términos imperiales significa tres décadas (1918-1946). Valga aclarar que las guerras libradas entre Francia y sus colonias no fueron, como se podría creer, de Musulmanes contra cristianos, eran guerras de liberación nacional y en ambos bandos, para citar por ejemplo el caso de Argelia (Argelinos contra colonos franceses y Argelinos fieles a la colonia). En todos los bandos había cristianos, musulmanes y ateos; esto es evidente cuando se sabe que junto con los Pieds-.Noirs (pies negros), como se llamó a los 900 mil colonos repatriados a Francia luego de la liberación de Argelia (no bien recibidos por cierto), intentaron salir los Harkis, personas originarias de Argelia y de religión Musulmana que pelearon del lado de la colonia francesa, de los cuales solo 100 mil pudieron llegar a Francia, siendo el resto (otros 100 mil) ajusticiados en su natal Argelia.

Ciertamente Francia sólo fue uno de los tantos países con políticas coloniales, sin embargo hay una clara diferencia entre Francia y por ejemplo Inglaterra o Alemania. Mientras las otras dos naciones se concentraron únicamente en la expoliación económica, Francia incluyó en sus políticas coloniales la culturización de las colonias, esto bajo regímenes represivos que modificaron el idioma y la arquitectura e implementaron el catolicismo, bajo los más filantrópicas banderas: Liberar pueblos oprimidos y emanciparlos de culturas inferiores [1].

El que París sea el foco de atentados extremistas ciertamente es indignante, de lo que se trata aquí no es de ninguna manera justificar estos hechos, sino de mostrar como las políticas coloniales se han encargado de empollar los huevos de la serpiente que ahora están eclosionando, de la misma forma que se empollaron los huevos del nazismo en su momento. Ciertamente es necesario hacer una distinción entre el pueblo y las políticas del gobierno francés, en parte porque gracias a la política colonial una parte de su población es negra (13%) y musulmana (6%), muchos descendientes de los Harkis y otros de la importación de les negrès [2] que se implementó para garantizar mano de obra barata en Francia interior.

¿Por qué Francia insiste en invadir Siria utilizando el extremismo Musulmán como pretexto, pero no dice nada del extremismo musulmán de Arabia Saudí? simple: Arabia Saudí es un socio comercial de Francia, hace tan sólo un mes ambos países firmaron contratos por 10 mil millones de euros [3]. Esas mismas armas que hoy vende Francia a los Saudíes, son las que empuña el sector rebelde extremista e ISIS contra el gobierno Sirio. Y en los bombardeos, hoy celebrados por el mundo, sólo mueren sirios civiles.

La misma hipocresía con la que Alemania abre sus brazos a los refugiados mientras les vende armas a los Saudíes para que ellos de nuevo se los entreguen a los rebeldes, igual que llama al diálogo entre Israel y Palestina mientras dota de armas a Israel en los ataques a Gaza; de tal forma que es el cuarto mayor donante para paliar las secuelas de la masacre a palestinos mientras percibe 266 millones de euros por la venta de armas a Israel [4].

En últimas lo que promueve Europa, en cabeza de Francia como mártir, no es otra cosa que el derrocamiento de un gobierno ajeno a sus intereses para implementar uno cercano a estos, allí el Islam no tiene nada que ver o sí, porque si las cartas juegan de la manera que la UE, EE UU, Israel y Arabia Saudí apuntan, Siria va a pasar de un gobierno represivo a uno totalitario, eso sí la alianza Rusia - Irán - gobierno Sirio no logra contenerlos.

Experiencia en esto tienen bastante, la Primavera Árabe demostró ser si acaso un otoño. No se olvida lo que ocurrió con Afganistán en el año 78, cuando ante la apertura de un gobierno democrático y socialista, Estados Unidos no dudó en armar y entrenar grupos extremistas musulmanes (uno de ellos un tal Osama) con tal de evitar la propagación del socialismo en Oriente Medio, guerra que duró hasta 1992 cuando los “fundamentalistas” terminaron por masacrar los residuos de democracia e iniciar una campaña contra occidente, 10 años después vendría el caso de las Torres Gemelas y, como el cuento del niño que mata a sus padres y pide clemencia ante el juez por ser huérfano, EE UU inició la cruzada contra el extremismo islámico en Medio Oriente para salvar el mundo del grupo de fanáticos que ellos crearon.

Tal como se ven las cosas los atentados de París son una excusa perfecta para justificar y ganar adeptos para la invasión a Siria, lo más lamentable de ello es que las víctimas son siempre civiles y la xenofobia, el racismo y el fundamentalismo religioso (no sólo el Musulmán, sino el católico y el judío) empiezan a hacer carrera en los países cosmopolitas de occidente, mientras las manos invisibles de la guerra están en su mayoría, sino todas, tras los puestos confortables de la OTAN.

Click aquí para leer la segunda parte de este artículo

[2En francés hay dos formas de usar la palabra negro: noire y nègre, siendo nègre una forma despectiva de nombrar a la población de ascendencia africana en Francia.