La población raizal de San Andrés exige ser tenida en cuenta. Así lo manifestaron ante el defensor encargado del pueblo, Alfonso Cajiao.

Aseguran que ni Colombia, ni Nicaragua, ni la Corte de La Haya han tenido en cuenta que el archipiélago es un territorio ancestralmente habitado por raizales que tienen derecho a incidir en las decisiones.

Denuncian que sus líderes son víctimas de amenazas y chuzadas ilegales y que temen por su integridad.

Esta comunidad se manifestó también ante Juan Manuel Santos durante su visita a la isla el 11 de marzo.

Raymond Howard, líder del movimiento AMEN-SD, explicó que el Ejecutivo los ha dejado solos y no ha querido dialogar con los raizales, y que seguirán protestando hasta que no vean políticas de inclusión.

Según las autoridades, la población en el archipiélago pasa de cien mil habitantes, de los cuales 35 mil son raizales, que han vivido allí desde hace más de 400 años, antes de que Colombia y Nicaragua existieran como estados.