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Declaración política del II Encuentro Regional de la Juventud Rebelde Magdalena Medio
Juventud Rebelde Magdalena Medio / Viernes 15 de abril de 2016
 

La sociedad colombiana está atravesando por un momento histórico crucial en el que se abren las puertas para nuevos escenarios en el ámbito político, económico, cultural y social. Se abre la puerta de la posibilidad de la paz. Las juventudes colombianas lo deseamos y lo exigimos.

La Juventud Rebelde Magdalena Medio, reunida en su 2° Encuentro regional Rebelde el pasado 8 de abril en la ciudad de Barrancabermeja, ha logrado desarrollar un espacio de discusión, formación y celebración en el marco de nuestro primer aniversario de lucha, trabajo juvenil en Colombia y la región, en una apuesta por estar a la altura del momento histórico que atraviesa nuestro país, donde el proceso de paz requiere de nuestro concurso consciente y activo en aras de lograr una paz estable que sea duradera.

La Juventud Rebelde Magdalena Medio, con la participación de aproximadamente ciento cincuenta jóvenes de cuatro municipios del Sur de Bolívar (Simití, Santa Rosa, Cantagallo y San Pablo), dos de Santander (Puerto Wilches y Barrancabermeja) y uno de Antioquia (Yondó) declara que:

1. Después de juntar nuestras rebeldías en esta bella y mística región, en estas tierras de lucha y resistencia, pero también, de mucho abandono estatal, represión militar y paramilitar, hemos logrado convencernos que la unidad, la organización y el compromiso son elementos claves para ser poder, ser nuevo gobierno y por sobre todo, fuerza de cambio y transformación social.

2. La esperanza de construir la Colombia Nueva está en nuestras manos, en la fuerza de nuestros sueños y en la inagotable utopía que alimenta nuestros corazones rebeldes. El futuro nuestro como jóvenes y el de la sociedad en general depende de nuestra lucha presente.

3. Tenemos la tarea de lograr que la sociedad reconozcan a las mujeres como sujetos políticos, actoras importantes de las luchas sociales y dirigentes activas en la vida política. Sin las mujeres la lucha y la paz es incompleta.

4. Promovemos e impulsamos el trabajo organizativo y reivindicativo de la diversidad sexual como apuesta para la paz. Mayor inclusión, equidad e igualdad de género.

5. Promovemos la defensa de los derechos de los jóvenes consumidores de cannabis y su apuesta de organización por un consumo consiente en donde se conviertan en actores visibles que le aportan a la construcción de paz.

6. Es una necesidad que nuestros jóvenes campesinos y de nuestros barrios populares puedan acceder a una educación básica, media y superior de alta calidad, pública y gratuita.

7. Hay que seguir trabajando desde los colegios y universidades, desde las barriadas y veredas, y desde todos los espacios para que nuestros derechos juveniles sean respetados, para que la guerra no siga siendo el único camino que el Estado nos presente, para que la justicia social sea una realidad concreta.

8. Es necesario que se expida la ley del servicio social para la paz como escenario alterno que contrarreste el incremento del número de jóvenes que van obligados a la guerra, para de esta manera contribuir a crear un clima de paz en nuestro país.

9. Se le exige al gobierno nacional y a las fuerzas militares que frenen el reclutamiento forzado que en los últimos meses se agudizado en la ciudad de Barrancabermeja; exigimos más inversión para salud, educación, empleo, cultura y deporte, y menos para la guerra.

10. Rechazamos el abuso de autoridad y la brutalidad policial cometida por efectivos de la policía nacional y miembros del escuadrón móvil anti disturbios (ESMAD) en contra de los jóvenes y la población civil en general. Exigimos la reestructuración de la fuerza pública, que se les de formación ética y moral en la que el respeto hacia el que piensa diferente y hacia toda forma de protesta social sea un deber institucional. Exigimos el desmonte del ESMAD ¡Ya!

11. Rechazamos los asesinatos, amenazas y desplazamientos forzados cometidos por las estructuras paramilitares en contra de nuestros jóvenes y las comunidades del Magdalena Medio. Sin desmantelamiento del paramilitarismo no habrá paz.

12. Saludamos los avances importantes en materia de acuerdos para la terminación del conflicto armado en Colombia por parte de la FARC-EP y el gobierno nacional y en el mismo sentido saludamos con gran entusiasmo el inicio pronto de la mesa de diálogos entre el ELN y el gobierno de Juan Manuel Santos.

13. Exigimos a las delegaciones de paz de las FARC-EP y del gobierno nacional que al movimiento juvenil colombiano se nos dé la posibilidad de enviar una delegación juvenil para presentar nuestras propuestas para la paz en el marco de los diálogos que se llevan en la Habana, Cuba. La paz sin las juventudes es una paz sin raíces.

14. Somos la Juventud Rebelde construyendo paz con justicia social por la Colombia nueva que todas y todos soñamos. Somos la generación de la paz, la generación de la segunda y definitiva independencia.