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Disculpas sin error
Colectivo La Trocha / Viernes 6 de mayo de 2016
 

Hace pocos días el Gerente de una EPS, Elvis Llanos, pidió disculpas a los usuarios de la salud por no haber aprobado tratamientos de alto costo a cientos de pacientes. También la Fiscalía de Antioquia pidió disculpas hace poco por señalar a una mujer de ser guerrillera.

Los Estados Unidos también acuden a esta estrategia moral. Cada vez que cometen un “error” piden disculpas. Así lo hizo cuando los aviones de la Fuerza Aérea (Air Force) destruyeron un hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Afganistán. La misma Fuerza Aérea de Estados Unidos pidió disculpas cuando bombardeo la embajada de la República Popular China en Serbia durante la Guerra de los Balcanes. Los altos funcionarios dijeron que había sido un “error”.

Igualmente lo hizo la CNN cuando publicó la imagen de una paliza que le propinaba un grupo de policías a manifestantes en Estambul, Turquía. El titular de la CNN decía que la represión con los civiles en Venezuela había alcanzado un nivel insoportable. Sin embargo, la CNN pidió disculpas ante las innumerables denuncias por la manipulación tan descarada y evidente. CNN dijo que había sido un error y una equivocación de un empleado. Pero la CNN ha actuado así en muchas ocasiones, y solo cuando la gente se da cuenta, quitan el titular.

La disculpa es la nueva arma de contención. Es la hazaña moral a la que apelan los que cometen un “error” o hacen algo indebido. Lo perjudicial de la hazaña es que esconde su verdadera naturaleza, y, además, es aceptada por la gente como algo digno. En las escuelas, las iglesias y las familias se ha enseñado a disculparse cuando alguien comete un error o equivocación, pero siempre que el error sea involuntario.

El problema con las disculpas de la CNN, del gobierno de Estados Unidos, de las EPS, es que son falsas. Estas disculpas esconden que la acción se hace con intención, no como errores. La EPS no negó la ayuda a los pacientes no por un “error” involuntario, su actuación es completamente voluntaria, ya que su dinámica se levanta sobre la idea de la ganancia, de ver al paciente como cliente, no como paciente.

Así mismo, la CNN ha hecho todo lo posible por generar una opinión desfavorable del Gobierno de Venezuela utilizando cualquier artimaña. Este es un medio entregado a la política exterior de Estados Unidos, tal como lo muestra su actuación en la campaña para demonizar a Irak y garantizar el apoyo de la gente en la campaña militar del 2003.

El estudiante Ramón Soto de la Universidad de los Andes de Mérida (Venezuela) denunció que CNN difundió imágenes falsas de él, para estigmatizar al gobierno de Venezuela: “Existen una serie de imágenes de mi persona que están publicando por las redes sociales y que inescrupulosamente están siendo difundidas en programas de televisión, sobre todo por el canal CNN en español. Ellos están sacando unas imágenes viejas de mi persona, que ocurrieron el 10 de abril de 2013, cuando fui agredido por hordas violentas que estaban con Henrique Capriles cuando vino a hacer su cierre de campaña”. No se puede creer que CNN actúe por equivocación.

Las disculpas de las EPS no son legítimas. Miles de casos de pacientes sin atender no pueden ser considerados un error. El propósito de las EPS es ganar dinero. Marx lo escribió hace mucho tiempo: la ley general del modo de producción capitalista es acumular capital, acumular riqueza. Todo lo que atente esta ley se debe rechazar o evadir. No hay ningún error, son principios.

Un ejemplo de la ley de la acumulación –es decir, la idea que los derechos son mercancías, ganancias- es el mercado en el que se ha convertido el agua en África. La empresa Nestlé compró un pozo de agua cerca de una comunidad que carece de agua potable. Nestlé compró el pozo para embotellar el agua y exportar, incluso le vende a las personas de la comunidad. El gerente de Nestlé dijo que el agua no debe ser considerada como derecho público. Jamás los agentes del capitalismo actúan por error en hechos tan relevantes, menos cuando son constantes los “errores”.
Las disculpas hacen creer a la gente que dentro de las instituciones, las corporaciones económicas, financieras y comunicativas, así como en las fuerzas armadas hay ‘manzanas podridas’, que son unos pocos y no toda la institución, sus principios y propósitos. Esto ocurre frecuentemente en la Policía Nacional de Colombia y en la Policía Federal de México.

En Colombia la policía vive pidiendo disculpas porque todos los días se descubre un caso de violencia, represión, asesinato, microtráfico, prostitución, corrupción, soborno, pillaje. Jamás la policía y el Estado colombiano han reconocido que es un problema estructural, de la misma institución. La policía hace creer con sus disculpas que son ‘manzanas podridas’, que son ‘casos aislados’ y se soluciona todo con ‘dar de baja’ al culpable.

Los que cometen “errores” no lo hacen involuntariamente, son “errores” bien planeados y organizados. Siempre estos errores se dan cuando las contradicciones de clase en el mundo se agudizan. La estrategia de la mentira y el engaño burocrático debe ser paulatinamente desenmascarada.