El pasado, 23 de junio de 2016, en la carrera séptima con avenida Jiménez, junto al lugar donde el 9 de abril de 1948 se desató la oscura noche en Colombia, por la muerte de Jorge Eliecer Gaitán, cientos de bogotanos se concentraron alrededor de una pantalla gigante en la que se escuchó el anuncio del fin de la guerra.

El acto contó con la presencia del movimiento social y político Marcha Patriótica, el Partido Comunista, el Congreso de los Pueblos, el Polo Democrático, Progresistas, entre otros. También asistieron los congresistas Ángela María Robledo, Alirio Uribe, Inti Asprilla y el concejal Hollman Morris. De la misma manera se reunieron comunidades religiosas pertenecientes al Clamor por la Paz y muchos ciudadanos que expectantes miraban lo que acontecía.

El equipo de prensa rural entrevistó a tres personas que estaban en la concentración y esto fue lo que expresaron:

El ministro Luis Fernando Sanmiguel de la iglesia Presbiteriana de Colombia dijo

 “Yo creo que es una obligación ciudadana, es una obligación cívica que todos los colombianos y las colombianas entremos a apoyar estas voluntades de paz que están teniendo el movimiento de Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Gobierno de Santos. Me parece que es muy importante, además porque es una obligación cristiana, una obligación de fe compartir todos los procesos de paz. Nosotros como creyentes en Dios somos los llamados, los indicados, a ser hombres y mujeres de paz, sembrando siempre esa dignidad humana en todos los espacios donde nos encontremos”.

A la pregunta ¿si le pudiera expresar algo a la mesa de La Habana que le diría? Respondió:

 “En primer lugar felicitarlos por la buena voluntad que han tenido, en segundo lugar felicitarlos por la constancia y la permanencia en es estos más de tres años de conversaciones y decirles que no agoten la esperanza, que se mantengan hasta el final, hasta firmar los acuerdos y que la paz ahí no termina, que al contrario ahí va comenzar la paz, porque nos viene un trabajo muy fuerte que es refrendar los acuerdos y que cuenten con nosotros con las comunidades basadas en la fe, con los religiosos con las religiosas, con nuestras comunidades que están en cualquier parte del país, allá queremos estar apoyando la refrendación de los acuerdos.

Alexandra Gutiérrez miembro de la Unidad de Procesos Populares expresó que:

 “Es un momento histórico en la coyuntura nacional que se está viviendo. Creo que es algo supremamente importante que nos afecta a todos y a todas, donde ya no habrá más armas y guerra, sino que es hora de ver y vivir el país desde otra forma, no pueden seguir las armas acallando las voces de las personas que vivimos diariamente el conflicto, sino que es necesario pensarnos que ya es suficiente de vivir en guerra, puesto que no queremos más sangre en este país. Queremos empezar hablar y a dialogar en beneficio de todos y para todos”.

A la pregunta ¿si le pudiera expresar algo a la mesa de la habana que le diría? Respondió:

 “Espero que prontamente, al igual que muchos colombianos y colombianas, que se firmen los diálogos de paz y que no sea solamente esa paz, sino que ésta sea acompañada de una justicia social, para todos y para todas donde nos beneficiemos. Y nuestros hijos, nuestra futuras generaciones, no tengan que seguir viviendo esta sociedad tan inhumana que se ha generado y crecido en medio de una guerra tan indolente. Entonces un fraterno abrazo y las mejores energías esperemos que esto salga muy bien”.

Una funcionaria pública que no quiso dar su nombre por temor a las sanciones que puede ejercer la Procuraduría en medio de sus lágrimas de emoción nos dijo:

 “Mis hijos no prestaron servicio militar, me opuse siempre a ello, no estoy de acuerdo con la guerra y la violencia. Estoy pronta a mi jubilación y desde que nací no he visto a Colombia en paz, siempre ha habido agresiones, desapariciones, genocidios como el de la UP. No puede dejar de llorar por la emoción, porque este es un paso para mejorar las condiciones, aún faltan cosas, como la explotación minera, el derecho al agua, al ambiente pero esto suma, suma mucho. Mis hijos podrán empezar a vivir en un país de paz. Aún queda el acuerdo con el ELN y que solucionen el problema paramilitar, pero se vislumbra una luz, hoy es un gran día, un día histórico, nunca pensé ver a Timochenko y Santos firmando el cese al fuego”.

A la pregunta ¿si le pudiera expresar algo a la mesa de la habana que le diría? Respondió

 “Que cumplan, que cumplan los dos, que la guerrilla no se eche para atrás, que el gobierno no los traicione. Sin embargo yo creo que si se van a mantener los acuerdos, porque estamos cansados de la violencia. Es muy importante que sigan hasta el final, hasta lograr tener a Colombia en paz, los que estamos acá, estaremos apoyando y refrendado, gracias por escuchar el clamor de los colombianos”.