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La historia a contrapelo
Décima Conferencia
Este escenario no solo tematizará los acuerdos y desplegará sus alas hacia el “futuro”, también evocará la pedagogía del pasado indestructible. Algunos de estos aprendizajes serán huellas indelebles de nuestra historia.
Sergio De Zubiría Samper / Viernes 23 de septiembre de 2016
 

En los Llanos del Yarí, en la Colombia profunda, se realiza esta semana la X Conferencia de las FARC-EP. Las asambleas guerrilleras han nombrado sus delegados y delegadas, para converger en un escenario que ha sido caracterizado por su relevancia histórica. La mirada del mundo y América Latina siguen con atención los desarrollos, decisiones y perspectivas de este acontecimiento político. La acogida internacional del Acuerdo Final es destacada por los analistas y los medios de comunicación.

Llegar a este momento que abre la esperanza de la terminación de un largo conflicto social armado interno, incita al análisis. En primer lugar, la mirada que subraya los horizontes de futuro que potencian el fin del conflicto interno. Que destaca las posibilidades inmediatas y mediatas que traerá la consolidación de una paz estable y duradera. En segundo lugar, es también necesario el examen de todos los aprendizajes adquiridos en esta compleja y trágica historia. Una perspectiva centrada más en evaluar y valorar aquellas experiencias que no podemos sepultar nunca en el olvido. El “pasado es indestructible” (Hobsbawm) y nunca “comprenderlo todo es perdonarlo todo”.

Esta mirada retrospectiva y siempre necesaria contiene también profundas enseñanzas. La X Conferencia no solo tematizará los acuerdos y desplegará sus alas hacia el “futuro”, también evocará la pedagogía del pasado indestructible. Algunos de estos aprendizajes serán huellas indelebles de nuestra historia. El primero, es reconocer que no existe mejor homenaje a todas las víctimas, que los sobrevivientes, sigamos realizando los sueños por los que ellas murieron o fueron silenciadas.

El segundo, es destacar el valor del trabajo colectivo, de lo comunitario. Ninguna acción aislada o individual puede suplantar la armonía y la perfección de las obras comunes. Las masas y los pueblos trabajando en equipo son los únicos que pueden generar sueños de experiencia de lo público y lo común. “Solamente inmerso en la masa puede el hombre liberarse de ese temor a ser tocado. Es la única situación en la que este temor se convierte en su contrario” (Canetti). Nada de lo realizado y logrado hasta ahora hubiera sido posible sin el denodado esfuerzo de priorizar la unidad en medio de la diversidad.

El tercero, es reconocer que el haber persistido en la dimensión de la política, en la conciencia política y la eticidad de la acción política, son condiciones ineludibles para mantener la unidad de toda organización humana con sentido de cohesión. La política en medio de sus múltiples crisis, incertidumbres y dificultades aún representa un escenario articulador privilegiado de la voluntad colectiva y una potencia transformadora de los sueños comunes. La expresión más auténtica de lo político se manifiesta en las relaciones sinceras y amistosas entre seres humanos.