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Vigilias por la Paz: construcción de unidad y solidaridad por una Colombia nueva
Marcha Patriótica Valle del Cauca / Viernes 4 de noviembre de 2016
 

Los días 30 y 31 de Octubre en la vereda La Mesa Rioloro, municipio de Buga en el Valle del Cauca, se llevó a cabo, al igual que en muchas partes del país, la vigilia por la Paz convocada por las FARC-EP. Con enorme entusiasmo fue acogida esta iniciativa que congregó a diferentes corrientes religiosas como pentecostales, evangélicos, cristianos y testigos de Jehová. También participaron las organizaciones sociales de jóvenes, estudiantes, campesinos, indígenas y grupos culturales que con sus ritmos encendieron más el calor humano y la fraternidad que se gestó en este encuentro sin precedentes en la historia del país.

Los asistentes pudieron ver cara a cara a los guerrilleros y convencerse que es real y verdadera la voluntad de paz de las FARC-EP al poder sumarse juntos en una sola oración por la paz de Colombia. Fue también la oportunidad para intercambiar opiniones sobre el presente y futuro del país, y quedó claro para las comunidades religiosas que no es cierto que los acuerdos atenten contra la familia al querer imponer una “ideología de género” que no es más que un invento de quienes con sus mentiras y engaños quieren evitar la implementación de los acuerdos.

Las comunidades de campos y ciudades clamaron al unísono por la implementación inmediata de los acuerdos, pues garantizan verdad, justicia y reparación integral a las víctimas con verificación internacional. Se han empezado a romper las barreras que separan al campo de la ciudad y comienzan a forjarse lazos fuertes de unidad y solidaridad para construir nuevas opiniones y consensos para la construcción de la Paz.

Ya comienzan los habitantes de las ciudades a solidarizarse y a ponerse en los zapatos de las víctimas del conflicto, de los campesinos y de quienes han sufrido durante años el conflicto armado. Acabar con la indiferencia y la intolerancia azuzada por la ultraderecha es un primer paso para reconciliar a la familia colombiana. Germina el sentimiento de fraternidad y hermandad en las vigilias de la paz, que continuarán cada vez que un colombiano eleve una oración por su patria.