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Historia del Partido Comunista en el Tolima
El Partido Comunista desde un momento estuvo ligado a la lucha por la tierra para quien realmente la hace producir que es el campesino, la defensa de los intereses de los trabajadores del campo.
Nelson Lombana Silva / Martes 22 de noviembre de 2016
 
Camaradda Román González. Foto Nelosi.

Román González [1]: Comentaba con Raúl el origen del Partido Comunista en el departamento de Tolima. En una reunión con el compañero Rafael Cely y Álvaro Vásquez del Real, durante un almuerzo, el compañero Rafael planteaba que el Partido Comunista había nacido en el Líbano con el movimiento de los Bolcheviques, en el norte del Tolima.

Álvaro refutaba esta afirmación y sostenía que el Partido había nacido en el municipio de Natagaima, la primera célula fue fundada en este municipio del sur del Tolima, exactamente en el cabildo Pueblo Nuevo.

Lo importante es que la gente entienda que si es vaciado, desempleado, pobre, no tiene los medios de producción en sus manos, es proletario. El proletario es la clase social que no tiene los medios de producción. Es decir, no es dueño de la fábrica, ni de los aparatos productivos.

Es triste saber que hay proletarios diciendo que son liberales o conservadores, cuando estos partidos representan los intereses de la clase dominante. El Partido Comunista desde un momento estuvo ligado a la lucha por la tierra para quien realmente la hace producir que es el campesino, la defensa de los intereses de los trabajadores del campo.

El Partido tiene orientaciones precisas en esa dirección. Ya aquí se ha venido hablando del origen de la lucha armada, que es una respuesta a la infamia de la clase dominante. Ante el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948, el pueblo se levanta, se toma el poder por ocho días en el municipio de Natagaima (Tolima). La Policía entrega sus armas a Luis Felipe González, un camarada, se mantiene el poder más de ocho días. No se pudo mantener más simplemente porque esto no se dio en todos los municipios del país. El Ejército fácilmente pudo llegar y copar el municipio y masacrar si no se hubiera tomado la decisión que se tomó.

Asumiendo una postura revolucionaria y comunista se analizó la situación concreta llegándose a la conclusión de que no estaban dadas las condiciones mínimas para sostener este poder y pensando en no sacrificar vidas estérilmente se devolvió el poder a la clase dominante.

Se propuso la negociación. Nada de represión, nada de nada, nada de violencia, la entrega de las armas. Las cosas se sostienen según las condiciones objetivas y subjetivas. No había esas condiciones y por eso se asumió esta postura de devolver el poder.

El Partido no ha cejado en su lucha. Recordemos la odisea de Manuel Quintín Lame, 1920, lucha por estas regiones de Tolima, Cauca y Huila. El secretario, el que le hacía los documentos, el pensante realmente era José Gonzalo Sánchez, miembro del Partido Comunista Colombiano.

Manuel Quintín Lame era un indígena ignorante, pero luchador incansable, pero realmente el ideólogo era José Gonzalo Sánchez, miembro del Partido Comunista. Él era el de los papelitos, las cartas y los documentos, las denuncias, la orientación política.

En Coyaima, debido al desarrollo de la lucha por la tierra y la influencia que tenía el Partido allí, el Partido Comunista decide que el candidato a la Presidencia de la república fuera Eutiquio Timoté, indígena coyaimuno.

El Partido sigue auscultando la realidad, sigue interpretando la situación, la problemática y sigue la lucha. Se ha ido aprendiendo a luchar por los intereses de clase. Claro, aún en una forma muy marginal, pues todavía la masa indígena y campesina es dominada por la ideología de la clase dominante.

Durante un largo período histórico el Partido no tenía política de alianzas. En muchas partes hubo posibilidades de hacer alianzas en 1936, pero el Partido no tenía aún política de alianzas. Era un partido nuevo que estaba comenzando a auscultar la realidad de la región y del país. Era complicado entender en ese momento y orientar científicamente.

Más adelante, el Partido Comunista desarrolla la política de alianzas y vienen las coaliciones, muchas veces hasta con el mismo enemigo de clase para determinadas cosas. Es un mecanismo importante. Por determinado objetivo resulta necesario aliarnos con el enemigo de clase más acérrimo.

Eso no se entendió lo de Polanía Sánchez en el Huila. El Partido hizo allí alianza con determinado objetivo, pero realmente no fue entendida esta alianza. Polanía Sánchez era el jefe de los paramilitares del Huila. Fue el creador, el financiero incluso, él mismo se mató.

Esta decisión fue duramente criticada a nivel nacional. No se entendió la dinámica de esta polémica alianza con este bandido, con este asesino. Claro, al principio no se entendía muy bien la dinámica de las alianzas políticas. Le costó trabajo a la masa comprender esta dinámica.

En medio de la adversidad el Partido sigue orientando. Era una orientación acorde a la realidad histórica, bajo un criterio interpretativo bastante aproximado.

Sabemos que el enemigo para sostenerse en el poder ha utilizado la violencia y la mentira, en esa dinámica se mantienen en el poder los delegados del sistema capitalista. Se sostiene a través del saqueo y la violencia, recordemos la dinámica de los ingleses en la acumulación originaria del capital. Ese sistema lo aplica la burguesía en todo el mundo.

La base para ellos es la violencia, es la única forma de sostenerse en el poder y lo ha mantenido desde que surgió la propiedad privada. De esa manera ha sostenido el poder esta clase social.

No debe ser extraño para nosotros saber que el principal instrumento de la burguesía para sostenerse en el poder es la violencia; con violencia se niega el derecho a la educación, a la salud, al progreso, al desarrollo de la familia.

Mediante la violencia se roban las materias naturales, se puede mantener al pueblo en la ignorancia y ellos se pueden mantener en el poder. Es a través de la violencia.

Ha comprendido la burguesía que al pueblo no hay que dejarlo echar para arriba, a toda hora la idea es darle en la cabeza. Eso tenemos que tenerlo bien claro nosotros.

Ellos saben que el poder se defiende aquí y en cualquier parte del mundo con la fuerza de la violencia, a plomo. El capitalismo hace eso para defender sobre todo la propiedad privada. La violencia es el principal instrumento de la burguesía para sostenerse ilegalmente en el poder.

Hay que tener un concepto claro de la paz, por cuanto la realidad es que las contradicciones de clase se van agudizando cada día más, todos los días. La paz en sí no es una solución, será un breve intervalo pero la violencia seguirá siendo la base fundamental de la oligarquía colombiana.

Hay que entender todas estas cosas. Nosotros hablamos que nosotros somos los explotados, que nos sacan la “leche”, pero nosotros aún no sabemos realmente cómo es que se da la explotación, solamente cuando uno comprende las cosas, cuando uno las hace, cuando las vive, cuando uno las siente, la puede comprender para toda la vida, no se le va a olvidar nunca. Si yo sé cómo es que me roban, si soy obrero de una fábrica, sé cómo es que me sacan la “leche”, sé que me roban parte de mi trabajo que es lo que hace la riqueza del capitalista, del burgués. No se me va a olvidar eso. Apenas vea al burgués en su BMW le digo como mínimo: “Ahí va ese hijueputa”. El ignorante del obrero que no sabe cómo es que lo roban, dirá alborozado: “Ay patroncito, adiós”.

Ni más ni menos así se piensa. Siempre he insistido que la cuestión de explicarle a la gente cómo es que se roba y cómo es que se acumula el capital, cómo somos los trabajadores los que generamos la riqueza, que hacemos hasta las naves espaciales, deberíamos estar andando en yate, en BMW, en su buena avioneta. Pero es todo lo contrario. El que nos explota, nos roba es el que disfruta nuestro trabajo y define el destino de nuestra vida. Cómo es posible esto.

Así me parece importante explicarle a la gente esta realidad acudiendo a la economía, verdad que la burguesía busca por todos los medios que no se sepa, para que el obrero no sepa nada del origen de su desgracia diaria de medio subsistir con el salario de miseria. Que no sepa el obrero que lo está robando, es la consigna de la burguesía. El obrero mal y el ladrón bien. Qué paradoja.

La dialéctica nos enseña a comprender la dinámica y corresponde al Partido Comunista estar en primera línea explicando a la clase obrera esta realidad, desarrollando la lucha unitaria, la lucha reivindicativa, pero también la lucha política la cual nos debe llevar a la toma del poder. Por esa postura es que es odiado y perseguido los comunistas en el mundo. Por esa postura inclaudicable a favor del débil, del pueblo. El comunista tiene la consigna de luchar por una segunda independencia, por la construcción del socialismo, donde todo sea de todos.

Es cierto. Mientras los proletarios no nos demos cuenta que nos está robando la burguesía, será muy difícil un cambio. Seguiremos engañados pensando en la suerte o echándonos nosotros mismos la culpa de todas las desgracias que a diario padecemos. Ellos seguirán siendo los buenos y nosotros los malos. Qué misión tan grande tienen los comunistas sobre la tierra. No hay que desfallecer.

[1Román González es hijo del camarada Luis Felipe González, uno de los principales fundadores del Partido Comunista en el departamento de Tolima. Consecuente con su clase social siempre ha militado en el Partido, tuvo la oportunidad de estudiar en el extranjero y es de los pocos que sigue firme predicando las tesis comunistas en el Tolima. Fue desplazado de su pueblo natal Natagaima, algunos familiares asesinados y sus pocos bienes robados por el paramilitarismo. Es un comunista hormonal.