Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Bello, Antioquia
Los violentos desalojos de familias en el barrio Nuevo Jerusalén
Marcha Patriótica Antioquia / Jueves 19 de enero de 2017
 

Con una orden dictada por un tribunal de justicia, un inspector del municipio de Bello dio vía libre el 12 de enero para que las autoridades encabezadas por el ESMAD y un batallón militar en trajes de overol y provistos de herramientas para la destrucción de casas y ranchos, procedieran al desalojo y demolición en cumpliendo su “deber” constitucional de acatar la ley, pisoteando los derechos fundamentales de las más de 170 familias que están siendo expulsadas de sus humildes viviendas.

La violenta decisión de desalojo se funda en un estudio de suelo realizado, donde se determinó que 175 viviendas estaban en situación de alto riesgo. Pero esta ha sido la vieja trampa para sacar gente de los barrios de ladera en la ciudad. El objetivo es aplicar un plan de Ordenamiento Territorial ajustado a los criterios de especulación sobre el suelo y valorización del mismo a favor de la acumulación capitalista. Ganan los bancos hipotecarios, las grandes constructoras, los especuladores del suelo y funcionarios de las administraciones municipales, con su grupo de expertos en la elaboración de los POT.

La táctica de desalojo y demolición de las casas de los pobres, sigue casi siempre el mismo patrón donde se ha aplicado: una decisión u orden de un funcionario, tribunal o inspector de policía; el acordonamiento policial del barrio y sus puntos de acceso a tempranas horas del amanecer, 3 am, y a partir de las 5 am, el ingreso del Escuadrón Móvil Antidisturbios, ESMAD, acompañado de todo el aparato represivo, jueces, inspectores, defensores de DDHH de la alcaldía, trabajadores sociales que cumplen como hormigas disciplinadas la decisión judicial de desalojar a la fuerza las familias.

La gente del barrio Jerusalén se movilizó y rechazó el intento de desalojo. Pero fue brutalmente agredida por el ESMAD. Hasta el momento hay 7 heridos del 12 de enero, incluidos dos menores de edad. Mujeres en estado de embarazo, adultos y niños expuestos a lo mismo, terror de Estado. Balas de goma, bombas aturdidoras y gases lacrimógenos.

Hoy se repite la misma historia. Según la Corporación jurídica Libertad y la Mesa Interbarrial de Desconectados de Servicios Públicos y Vivienda Digna, el ESMAD ingresó este lunes 16 de enero entre las 7 y 8 de la mañana, rodeando el sector y de manera violenta agredió a la comunidad lanzando gases lacrimógenos, aturdidoras, golpeando, tumbado puertas de las casas; poniendo en riego la salud e integridad física y psicológica de los habitantes.

En horas de la mañana fue detenido el presidente de la Junta de Acción Comunal, José Luis Holguín, y el integrante de la Comisión de Derechos Humanos de Marcha Patriótica y del Colectivo Lazos de Dignidad, Yeison Tabares.

Pero Nuevo Jerusalén es también una larga historia de criminalidad e ilegalidad. Ubicado sobre un terreno de 60 hectáreas conocido como la Finca el Cortado, propiedad de Medellín, pero jurisdicción del municipio de Bello, administración conocida por sus prácticas de despojo urbano y de cogobierno criminal. Comprende unas 5000 viviendas que dan aposento a unas 15 mil personas, que conviven bajo el control ilegal y criminal que impone un grupo paramilitar, que proviene de los bloques Cacique Nutibara y Héroes de Granada.

El drama, la tragedia y la violación de derechos humanos fundamentales que vive en carne propia la comunidad del barrio Nuevo Jerusalén, en Medellín, no es la primera ni va ser la última en que vamos a tener que enfrentar, como sociedad y como movimientos sociales, las injusticias y violencia institucional. Está claro que no contamos con unas autoridades y un Estado al servicio del interés de las comunidades, sino al servicio del modelo económico neoliberal, donde la ciudad y su territorio hacen parte del gran negocio para perpetuar la inequidad a través del modelo de ocupación del territorio. Haciendo de la especulación del suelo, del desarrollo y la expansión urbanística y las hipotecas bancarias, la ruta para la acumulación capitalista. Es lo que se conoce como el modelo de acumulación (desarrollo urbanístico) por desposesión. Expulsar pobres de sus casas y territorios para luego poblarlos con estratos medios o altos.

Nueva Jerusalén es una comunidad doblemente sometida: al chantaje y control social y militar de las bandas que controlan su gente, las rentas, el reclutamiento forzado de menores, el cobro de diversas extorsiones o ‘vacunas’, la desaparición forzada, los homicidios, las casas de tortura, la explotación sexual, y ahora el desplazamiento forzado y desalojo de sus viviendas; y al abandono institucional y estatal, y en el mejor de los casos, a la represión por parte del Estado que les debería garantizar vivienda, servicios públicos, salud y educación para la vida digna.

Marcha Patriótica Antioquia expresa su más enérgico rechazo a esta política del garrote y expulsión de las familias de sus domicilios, y hace un llamado al conjunto del movimiento social para brindar la solidaridad y exigir junto con las comunidades afectadas, garantías y respeto a sus derechos humanos fundamentales.