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Zonas de Normalización
FARC cumplen, Gobierno no
Las deficiencias en las Zonas de Normalización muestran cómo los tiempos de la burocracia van en contra de la paz
Semanario Voz / Domingo 12 de febrero de 2017
 
Guerilleros en la playa del rio Riosucio en Brisas, Chocó. Foto Bibiana Ramírez . Agencia Prensa Rural

En la primera semana del año, en El Diamante, llanuras del Yarí, previo a la reunión del pleno nacional de la FARC-EP, llegó una comisión del Gobierno nacional encabezada por los ministros Juan Fernando Cristo, la canciller María Ángela Holguín y el alto comisionado de paz Sergio Jaramillo, con el fin de darle solución a las dificultades previstas por la insurgencia para su traslado a la Zonas Veredales Transitorias de Normalización, ZVTN.

De esa reunión surgieron compromisos bipartitos. La guerrilla se comprometió a iniciar la marcha de los puntos transitorios a las ZVTN a más tardar el 31 de enero y concluir la marcha entre los cinco primeros días de febrero. Mientras los funcionarios de la administración de Juan Manuel Santos acordaron que para esa fecha ya debían tener listas las adecuaciones necesarias para la llegada de las tropas guerrilleras, esto es: servicio de luz, agua potable, pozos sépticos, instalación de zonas comunes, baterías sanitarias, comedores, cocinas, aulas, bibliotecas, depósito de bodegas, combustible, materiales de construcción, canchas de fútbol, áreas de primeros auxilios, áreas de esparcimiento, oficinas para atención, sala de madres gestantes, entre otros.

La marcha

A veinte días de emprender la marcha guerrillera no existían aún obras de adecuación en ninguna de las ZVTN. La insurgencia decide enviar avanzadas para ayudar en las construcciones de aulas, cocinas, zonas comunes y alojamientos, con el compromiso de que el Gobierno nacional tuviera listas las condiciones para ello, es decir: maquinaria y materiales de construcción.

Al tiempo que el Mecanismo de Monitoreo y Verificación tripartito se comprometía a estar atento a todos los desplazamientos guerrilleros a las ZVTN, la ONU sería la encargada de suministrar el transporte necesario para la denominada última marcha de las FARC. Los preparativos del traslado se dieron sin contratiempos y solo se esperaba el inicio de la caminata.

La fecha estipulada por las FARC-EP para movilizar casi siete mil hombres y mujeres en armas a las ZVTN llegó aun sin que estas estuvieran listas. Los tiempos de la burocracia son perjudiciales para el proceso de dejación de las armas. El gerente de las ZVTN, Carlos Córdoba, no cumplió con entregar en las mínimas condiciones ninguna de las 20 ZVTN, y la guerrilla ya no se iba a devolver.

Denuncias

Pablo Catatumbo, jefe del Bloque Occidental, señaló a su arribo a La Elvira, una de las ZVTN en el departamento del Cauca: “Las FARC a 31 de enero del año 2017 estamos cumpliendo nuestra palabra ¿Cómo vamos a hacer para instalar 246 guerrilleros cuando el sitio apenas lo están descapotando? En este sitio no hay agua, no hay energía para alojar a una tropa tan numerosa. Hemos firmado un acuerdo de paz ante la nación y la comunidad internacional. Estamos obligados a cumplir y le vamos a exigir al Gobierno colombiano que cumpla la parte que le corresponde”, indicó el jefe insurgente.

Los voceros insurgentes reiteraron su voluntad de colaborar para que se agilice la ubicación de los guerrilleros en cada una de las ZVTN. “Nosotros somos guerrilleros acostumbrados a trabajar, vamos a permanecer aquí pero el Gobierno debe cumplir. Nosotros podemos poner el trabajo, pegamos ladrillos, cargamos cemento. El problema es que aquí no ha llegado el cemento”, dijo Pablo Catatumbo en la Zona La Elvira.

Ese mismo día, el jefe de las FARC, Timoleón Jiménez, reportó los primeros inconvenientes: “no encontraron nada construido”. Pero más grave aun fue el sobrevuelo de una aeronave sobre el campamento de La Elvira. Tropas del Bloque Occidental Comandante Alfonso Cano indicaron: “Alerta, avioneta exploradora está pasando por el campamento de La Elvira. Ya lleva más de cuatro pasadas. Lo hacían cuando iban a bombardear”.

Pero no es la única denuncia que se conoce. En Brisas, Río Sucio, Chocó, en el traslado del Frente 57 de las FARC-EP, el comandante Pablo Atrato denunció la presencia de paramilitares en sus desplazamientos. “La información que tenemos es que los transportes que nos trajeron de Bojayá hasta acá, la mayoría de los conductores y las personas que contrataron tienen tratamiento directo con los paramilitares”, señaló Atrato. Además, las tropas del Frente 57 tuvieron que pernoctar a la orilla del río, soportando todo tipo de incomodidades, debido a que las instalaciones de la zona veredal contigua a ese sitio aún no tenían sus instalaciones listas.

Mujeres y niños

Aun cuando el Gobierno se comprometió a tener toda la logística en salud para cada uno de las ZVTN, las FARC han tenido que asumir asuntos neurálgicos en esa materia como la atención a enfermos, madres lactantes, control materno y cuidado de niños y niñas. También persisten las quejas en la alimentación de los guerrilleros. Según denuncias hechas desde los propios campamentos las raciones alimenticias han llegado descompuestas y en otras ocasiones no han llegado completas.

Todas las denuncias son recibidas por el Mecanismo de Monitoreo y Verificación. Ellos son los encargados de registrar, sistematizar y trazar las directrices que garanticen superar cada una de las dificultades.

Plazos

El plazo máximo para que las unidades farianas permanezcan en las ZVTN son 180 días. De esos ya van sesenta y aún no se ha podido entregar el primer fusil, lo que supone se debe extender el plazo, debido a que no solo tiene compromisos la guerrilla, sino también la ONU, organismo encargado de recibir las armas y hacer el inventario.

Para ello se necesita otra logística que tampoco ha empezado. Las carreteras que conducen a las ZVTN, en la mayoría de los casos, no existen. Entrar el contenedor, ubicarlo en las ZVTN y luego extraer las armas de allí puede ser una misión fallida, si el Gobierno no agiliza las operaciones logísticas y de infraestructura.

La comunidad internacional, veedora y acompañante del proceso de paz, está reclamando a los encargados agilizar sus acciones en aras de cumplir el plazo máximo para que la guerrilla haga su tránsito de grupo armado a movimiento político sin armas.