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La doble moral en Colombia
Agencia Prensa Rural, Harrison Castañeda Santamaría / Viernes 24 de febrero de 2017
 

En el caso de la entrega de los menores que estuvieron y están en la guerrilla, los reportajes no faltaron, ni tampoco los falsos datos. Sin embargo, no se entiende cómo los defensores de la moral callan frente a los atropellos que se están visualizando en el país contra los niños y las niñas. Parecería que unos se pueden hacer valer políticamente más que otros.

El día de ayer, en un comunicado, la Conferencia Episcopal Colombiana se refirió sobre el abuso a menores por parte de sacerdotes y manifestó que esta práctica es un crimen atroz. La misiva firmada por el cardenal Rubén Salazar Gómez hace referencia que ningún sacerdote podrá ejercer su ministerio si se comprueba que es culpable. Sin embargo, muchos califican de escueto el comunicado y de salir por la tangente sin aclarar que, como en el caso de Cali, los niños no son los culpables.

Pero no es solo la iglesia católica, son los pastores cristianos, los maestros o los jíbaros que en medio de las ollas alquilan a niñas y niños, hijos de la pobreza y la esclavitud. Por eso es pertinente la pregunta ¿dónde están Alejandro Ordoñez, adalid de la religión, y Andrés Pastrana, caballero de la virgen?, ¿qué dice la senadora Viviane Morales y el concejal de la familia Marco Fidel Ramírez quienes veían la “ideología de género” en todo lugar? No dicen nada por la violencia sexual contra los niños por parte de líderes religiosos, no se les ve haciendo plantones por la violencia desatada contra menores edad que creyeron en personas dobles y suspicaces, que recurrieron a su cargo para doblegar a los más indefensos.

De cierta forma la sociedad colombiana se mueve por opiniones que van generando matrices mediáticas. Un día están indignados, “emberracados” por la manipulación, como diría un gerente de campaña presidencial, y al otro día la noticia pasa. Por eso no se entiende cómo unos jóvenes hacen un plantón por los menores en las FARC–EP pero callan frente a las necesidades de las madres gestantes y bebes en las Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN). ¿Cómo un gobernador puede poner obstáculos para que la sociedad civil lleve ayuda humanitaria a los insurgentes cuando según los últimos datos revelados la adecuación de las ZVTN es del el 35% y las personas que están allí, que pactaron unas condiciones con el Gobierno están padeciendo necesidades?

Callar no puede ser la respuesta, la corrupción no es solo está presente en los sobornos o la malversación del dinero, también está cuando se calla para encubrir los delitos. Se es corrupto cuando se persigue a alguien por hacer bien su trabajo o defender a los demás y dejar libres a quienes están implicados en robos, paramilitarismo, obstrucción a la justicia. El señor Ordoñez se dedicó a perseguir a educadores, defensores de derechos humanos y hombres o mujeres que le pudieran disputar el poder, pero absolvía a todo tipo de personajes siniestros y corruptos (parapolíticos, militatares, etc.).

Hoy igual que ayer, las noticias de los grandes medios hacen referencia sobre el comunicado de la iglesia, pero qué pasa con los niños y las niñas que no pueden hablar sobre el maltrato. Religiosos, maestros, narcos, jíbaros, políticos siguen haciendo de las suyas y la clase dominante y el Gobierno se preocupan por minucias que no muestran la realidad del país, un lugar donde reina la doble moral. Como diría el Papa Francisco: “es mejor ser ateo que uno de muchos católicos que llevan una doble vida de hipocresía”.