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Magdalena Medio, crisis social y política en el centro de la paz
Las afectaciones que agravan los derechos humanos en su integralidad no permiten que la población vea el postacuerdo como un periodo de oportunidades, sino por el contrario hay desesperanza, desconfianza y temor en sus territorios.
 

La implementación de los acuerdos y la construcción de la paz en la región del Magdalena Medio hoy encuentra muchos obstáculos que ponen en riesgo y afectan considerablemente los derechos civiles y políticos así como también los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (Desca), como son: el incumplimiento del gobierno en la Zona Veredal Transitoria de Normalización, ubicada en el corregimiento de Carrizal, Remedios (Antioquia); la seguridad de las comunidades a los largo de la región, las garantías a las y los defensores de los derechos humanos, la continuidad del conflicto armado, la presencia de actores armados tales como: las Fuerzas Militares y sus organismos de seguridad, la guerrilla del ELN y el paramilitarismo representado en las “AGC/Clan del Golfo/Oficina de Envigado”; y adicionalmente el alto índice de desempleo, la crisis de la salud, problemática del agua, la crisis en la vivienda, entre otros.

Estas afectaciones que agravan los derechos humanos en su integralidad no permiten que la población vea el postacuerdo como un periodo de oportunidades, sino por el contrario hay desesperanza, desconfianza y temor en sus territorios.

La ZVTN “Julián Castañeda” del nordeste antioqueño, que alberga alrededor de 400 guerrilleras y guerrilleros del Bloque del Magdalena Medio de las FARC-EP, de los cuales hay 20 guerrilleras embarazadas, 3 mujeres lactantes y 3 recién nacidos que todos los días ponen en peligro sus vidas por las graves dificultades como son: enfermedades infecto contagiosas, epidemias como la malaria, carencia de atención médica, consumo de agua contaminada. El no cumplimiento del Gobierno en la infraestructura de la zona campamentaria la cual va en un 80% “viviendas, saneamiento básico y agua potable”, sin que sea garantía para la dejación de las armas y la incorporación a la vida civil de los combatientes.

La presencia del Ejército, la guerrilla del ELN y el paramilitarismo “AGC” genera inestabilidad, inseguridad y temor por parte de la guerrillerada y de la población civil, ya que constantemente se presentan operaciones contrainsurgentes que han cobrado la vida de un integrante del ELN y un civil, combates entre el ELN y Ejército y el ELN con las AGC. Este último viene amenazando y persiguiendo a las comunidades campesinas, mineras y las organizaciones sociales.

En lo que va corrido del año, la seguridad y la falta de garantías para las comunidades, organizaciones sociales y defensores de los DDHH es muy débil, no existen mecanismos ni rutas de protección alguna, generando violaciones a los DDHH y al DIH, ya que la presencia del Estado en la región sigue siendo netamente militar y su objetivo es el control de las zonas dejadas por las FARC-EP, poniendo en peligro la vida de los campesinos, mineros y comunidad en general a los largo de la región desde el nordeste antioqueño hasta el sur de Bolívar. De igual forma la presencia del ELN y los paramilitares que entran a disputar el territorio.

Detallamos por municipio:

Remedios: Un campesino asesinado por el Ejército en la vereda Mina Nueva y amenazas a organizaciones como Cahucopana y la ACVC por parte de las AGC.

Yondó: Se presentan en las zonas rurales amenazas a líderes comunales y extorsiones a los finqueros. En el casco urbano en el último mes se han presentado dos asesinatos, tres atentados y varias personas amenazadas y la circulación de panfletos por parte de los paramilitares “AGC”.

Sur de Bolívar: La presencia permanente de las AGC con dos bases permanentes en los municipios de Norosi, Tiquisio y Arenal, detención de 13 defensores y defensoras de DDHH. En el municipio de Morales el asesinato de una persona por parte del Batallón 48 perteneciente a la Fuerza de Tarea Marte. En San Pablo van cuatro asesinatos por parte de las AGC y 25 extorsiones. En Cantagallo un asesinato y la aparición de panfletos por parte del grupo R15. Complemento a esta situación el aumento del narcotráfico y rutas de comercialización.

En Barrancabermeja: la fuerte presencia del paramilitarismo ha dejado hasta ahora 18 asesinatos, el incremento del narcotráfico y de la población drogodependiente y un sinnúmero de amenazas en los barrios y siete defensores y defensoras amenazados.

La precaria atención a las víctimas en Barrancabermeja por parte de las instituciones encargadas genera una sistemática violación a los derechos humanos. La corporación Credhos registró en su informe bienal que, de 837 atenciones, 215 fueron a la población víctima por la violación a la sustracción al incumplimiento de la ley 1448/2011. Igualmente la precaria, deficiente e ineficaz aplicabilidad de las rutas de atención y la no protección a la población vulnerable que se encuentra en inminente riesgo de perder la vida, no son atendidas porque no pertenecen a un grupo especial o ruta de protección.

Las graves violaciones a los Desca se evidencian en las problemáticas sociales, en especial en Barrancabermeja, como el incremento del desempleo que alcanza un índice del 36%, aumentando la informalidad. Situación que es producto del no cumplimiento por el Gobierno del proyecto de modernización de la refinería y la falta de políticas públicas de empleo en los diferentes municipios de la región.

La situación de salud registra un deterioro en la atención por parte de las EPS. Según lo registrado por Credhos, en el 2016, de 837 casos, 83 fueron por la sustracción a un eficaz servicio de salud y negación al suministro de medicamentos y otras afectaciones. La crisis medioambiental ocasionada por la contaminación de afluentes, ciénagas y ríos a lo largo de la región lleva a que a calidad del agua potable en los municipios sea precaria.

Con este panorama desalentador y desesperanzador que hoy viven las comunidades del Magdalena Medio solo nos queda recurrir a las acciones de hecho, que históricamente en Colombia han dado resultado para exigir garantías a nuestros derechos civiles y políticos y solución a las problemáticas de los Desca. Solo con las huelgas, paros cívicos, la movilización organizada y unitaria de los sectores sociales y la comunidad en general conseguiremos el cumplimiento a la implementación de los acuerdos de paz, la continuidad a los diálogos con el ELN, el desmonte del paramilitarismo, la defensa y modernización de la refinería y de fertilizantes como patrimonio del Magdalena Medio para que haya paz con garantías y bienestar social en nuestro territorio.

Por la defensa de los derechos humanos, la paz en el territorio, la vida digna y el bienestar de nuestras comunidades, ¡viva la protesta y la movilizacion social!

¡Viva el paro cívico por la defensa de la refinería, su proyecto de modernización y fertilizantes!

Exigimos al Gobierno nacional la implementación de los acuerdos, la continuidad de las negociaciones y el cese bilateral al fuego con el ELN, el desmonte del paramilitarismo y garantías para los defensores de DDHH para que haya paz con justicia social en nuestra región.

Barrancabermeja, mayo 1 del 2017.