Con la tristeza en sus ojos, familiares de los diez policías y un civil asesinados en mayo de 2006 por integrantes del batallón de alta montaña Rodrigo Lloreda Caicedo recibieron las excusas públicas ofrecidas por el Ejército Nacional, en cabeza del mayor general Luis Fernando Rojas, comandante de la Tercera División, por el crimen cometido.

Al consultarle al alto oficial sobre la situación judicial de los uniformados, olvidó que por este hecho sólo continúan detenidos los exoficiales Byron Carvajal y Hárrison Eladio Castro.

Los familiares de los policías asesinados expresaron que este perdón llega demasiado tarde, pero solicitaron que este tipo de actuaciones no se vuelvan a repetir.

El acto de la Tercera División del Ejército Nacional se realizó en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Contencioso Administrativo del Valle del Cauca sobre este caso.