Erley Monroy, a un año de su asesinato
/ Domingo 19 de noviembre de 2017
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Nota realizada por RECP-SUR días después del asesinato del líder social Erley Monroy, que cumple un año de impunidad
Con la llegada del Centro Democrático a la alcaldía de San Vicente del Caguán, las organizaciones sociales han sido objeto de amedrentamientos, señalamientos y zozobra. Las muertes de Erley Monroy y de Didier Lozada Barreto han prendido las alarmas en el segundo municipio más importante de Caquetá.
El asesinato del líder social Erley Monroy Fierro el pasado 18 de noviembre de 2016 en San Vicente del Caguán ha puesto en alerta a las organizaciones sociales del sur del país. Y no es para menos. A nivel nacional más de 20 luchadores sociales han sido asesinados en los últimos meses, incluido el señor Monroy, lo cual sugiere que la ola de exterminio no corresponde a hechos aislados, sino que se trata de un plan nacional que busca acabar con las personas que han venido luchando por la paz. El más reciente plan de exterminio contra los luchadores sociales, cuando el país está ad portas de la paz, ha llegado al sur del país.
Este caso también pone en evidencia lo que en muchos círculos políticos del Caquetá ha sido irrelevante: el exterminio de los luchadores sociales va acompañado de una estrategia de criminalización pública, con informaciones peligrosas que no corresponden a la realidad. A continuación, la entrevista realizada por los periodistas Óscar Neira y Ginna Piragauta a la hija de Erley Monroy, en la que se denuncia el hecho como un crimen de Estado:
En el caso de Caquetá, el alcalde de San Vicente del Caguán, Humberto Sánchez Cedeño, del Centro Democrático, ha apelado a esa práctica criminalizadora con los líderes sociales del norte del departamento, aupado por los miembros de su partido en lo local y sus dirigentes nacionales como Oscar Iván Zuluaga y Álvaro Uribe Vélez.
Señalamientos directos
Sobre el caso de la Asociación Campesina del Losada Guayabero, Ascal G, de la cual hacía parte el inmolado Erley Monroy, el alcalde Sánchez Cedeño no ha ahorrado epítetos para acusar a sus dirigentes de guerrilleros, de extorsionistas y de promotores del terrorismo, sin pruebas, sin tener más argumentos que los propios del uribismo que apela a crear ambientes peligrosos para quienes luchan por la justicia social. De lo anterior da cuenta una noticia publicada en el muro del Facebook del alcalde, en la que acusa a ASCAL G de “usurpadora del espacio que deja la guerrilla”. Humberto Sánchez, alcalde de San Vicente del Caguán.
“Por el sector de San Juan del Losada hay una ONG que se llama Asociación Campesina Ambiental Losada Guayabero, ASCAL G, que de una u otra manera quiere usurpar el espacio que deja la guerrilla en cuanto a la extorsión”, dijo el alcalde uribista de San Vicente del Caguán.
En otra expresión que muestra la frialdad del funcionario, este llegó a asegurar que los líderes de ASCAL G “no son ningunos campesinos. Al parecer una cantidad de delincuentes…”.
Extralimitación de sus funciones
Los constantes ataques del alcalde contra el movimiento social y agrario fueron denunciados por la Unión de Organizaciones Sociales de San Vicente del Caguán, UNIOS, a los seis meses del gobierno de Sánchez Cedeño. En un comunicado que publicó en su momento Recp-Sur, se denunció que el alcalde “no muestra eficacia en suprimir las prácticas de señalamiento y criminalización a la organización y a la protesta social, como una forma de ambientar el camino hacia la construcción de una paz estable y duradera”.
Además, se dio a conocer en el comunicado, el incremento en los atropellos por parte de la fuerza pública, en concomitancia con el discurso del alcalde. En el comunicado se expresa lo siguiente:
“Se ha venido incrementando las extralimitaciones en las funciones por parte de las autoridades armadas, quienes siguen entorpeciendo y atropellando campesinos indefensos, quemando enceres, robando materiales de trabajo y haciendo judicializaciones sin el debido proceso, acciones que se han venido desarrollando en la zona de reserva campesina del Pato-Balsillas y las zonas veredales de la inspección de campo hermoso como en la Novia Celestial.
Además hay un total silenciamiento ante acciones de tipo de terror psicológico paramilitar por la aparición de grafitis y panfletos tanto en la zona urbana como rural que auspician un ambiente en contra del escenario de construcción de paz que hoy la nación aspira.
Junto a esto no ha habido acciones concretas por la investigación de grupos paramilitares, que vienen apareciendo abiertamente identificados en las zonas de Puerto Lozada, la Unión y Cristalina del Lozada, haciendo empadronamientos y amedrentando a la población”.
No son hechos aislados
Con estos antecedentes, para las organizaciones sociales de Caquetá, el asesinato de Erley Monroy no se trata de un hecho aislado, sino que corresponde a una estrategia criminal que además de buscar empañar con acusaciones temerarias y peligrosas a los luchadores sociales, quiere borrarlos del camino democrático que se está abriendo con el Acuerdo de Paz.
Ante esto, el Centro Democrático y en especial el alcalde de San Vicente del Caguán, han guardado absoluto silencio. Pero cuando se trata de criminalizar a los líderes sociales y agrarios, su palabra sí ha estado presta para acusar y desinformar, creando ambientes peligrosos que pueden terminar en la muerte de los dirigentes sociales, como de hecho le ocurrió a Erley Monroy.
Otro asesinato
Y mientras se denunciaba el caso de Erley Monroy, Recp-Sur conoció de primera mano otro asesinato. Según informes de habitantes de la vereda Platanillo, región de Lozada, jurisdicción del departamento de Meta, hacia las 9:30 de la noche de ayer, fue asesinado en su propia casa el líder campesino Didier Lozada Barreto.
Testigos de los hechos confirmaron a este medio que el asesinato de ‘Mango’, como era conocido el hoy occiso, fue perpetrado por una persona que portaba pasamontañas.