En Antioquia la situación de derechos humanos es crítica. Las agresiones a líderes sociales va en aumento y la vulnerabilidad es persistente sin ninguna protección por parte del Estado. Este año el Nodo Antioquia de la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos presentó nuevamente el Informe sobre la situación de las y los defensores de Derechos Humanos en Antioquia.

Del 2010 al 2017 hubo 2008 agresiones a líderes sociales. 709 se presentaron en el Valle de Aburrá y es la zona encabeza la lista con mayor número, le sigue el Urabá, Norte y nordeste. Las modalidades de la agresiones se presentaron en 521 amenazas, 242 detenciones, 190 heridos, 155 homicidios, entre otros. Los principales agresores fueron la fuerza pública con un 40% de su responsabilidad y el 26% recae en los paramilitares.

En el 2017, específicamente, se presentaron 248 agresiones, 79 amenazas, 71 heridos, 29 detenciones arbitrarias y 19 homicidios en todo el departamento.

En Ituango este año hubo 15 asesinatos, tres a excombatientes. Una familia completa y cuatro mujeres fueron desplazadas. Se aumentó el microtráfico y al tiempo el consumo de sustancias psicoactivas en los jóvenes es lo que denuncian algunos líderes.

En el Bajo Cauca y en el nordeste antioqueño aparecen hombres de negro y encapuchados preguntando por los líderes y cobrando impuestos a los finqueros, además del aumento del hurto, drogas y peleas entre los mismos vecinos. Allí fue asesinado un líder por estar al frente del plan de sustitución del cultivos de uso ilícito.

En el oriente antioqueño los proyectos minero energéticos también aportan a las agresiones a líderes, pues muchas de las empresas los amenazan por oponerse a estas. Allí los paramilitares no se han ido y cuenta los líderes que son invitados por el gobierno a que atemperen en los proyectos de desarrollo.

Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia AGC y la oficina de Envigado son estructuras que han sobrevivido en el tiempo, se hereda un poder y por lo tanto continúa el dominio territorial, el control social, las censuras, toques de queda y prácticas de contrainsurgencia que se aplican también a los civiles.

En Medellín, la comuna nororiental es la que más niveles de desigualdad presenta, además del comercio por los paramilitares. A 23 meses de la alcaldía de Federico Gutiérrez, Medellín en materia de derechos humanos es un desastre, dicen los analistas. La criminalidad se ha organizado. Aumenta el desplazamiento intraurbano y han aumentado los feminicidios.

Para conocer mas detalles de las agresiones a los líderes, ver el informe completo:
https://issuu.com/corporacionjuridicalibertad/docs/informeddhh2017v5_completo