Del ahogado el sombrero. Uribe en el consejo comunal desde Arauca.

El presidente Álvaro Uribe Vélez, en sus ya ritualescos consejos comunales “de gobierno”, saludó a los campesinos de Colombia con motivo del Día del Campesino que se celebra hoy en el país de la “seguridad democrática“ con un mensaje que resume la política gubernamental escondida en un discursillo falsamente incluyente pero innegablemente negativo para los sectores sociales propios de la Colombia rural. Entre lo que dijo, citamos, primero:

“Los campesinos colombianos tienen en los soldados y policías de Colombia a sus amigos, para protegerlos” [1].

Esa frase se la creería uno a un gobierno que trabajara por una solución política al conflicto social y armado que agobia este país desde hace tantos años, pero ¿a un gobierno como el actual, el cual ha estimulado el militarismo, beneficiado a las transnacionales, los terratenientes y las minorías explotadoras de la sociedad colombiana?

Un gobierno que cierra los ojos ante los asesinatos de campesinos por parte de la Fuerza Pública y lo maneja como un problema mediático que se soluciona echando a unos cuantos mandos medios de la institución a la calle, un gobierno que trata al movimiento campesino como un aliado de las guerrillas, y el problema de los cultivos de uso ilícito como un problema de los productores, mientras estimula el libre comercio empobreciendo de esa manera a las mayorías campesinas sin dejarles otra salida de supervivencia que esa clase de cultivos.

Un gobierno que no es del pueblo ni para el pueblo, trabaja en beneficio de las minorías explotadoras y por lo tanto le importa nada la soberanía nacional, lo que lo lleva a hacer invitaciones de este tipo:

“Invito a los campesinos colombianos a que trabajemos para que esta patria vuelva a producir 17 millones de sacos de café; para que esta patria llegue rápidamente a 600 mil hectáreas de palma, con una perspectiva de tres millones; para que esta patria sea una potencia mundial de maderas finas, cuya posibilidad vimos hoy de nuevo en Arauca; para que esta patria sea una potencia mundial de cacao, de frutales; para que lleguemos a 300 mil hectáreas de maíz tecnificado; para que no solamente recuperemos la autosuficiencia en fríjol, sino que produzcamos excedentes; para que esta patria pueda hacer un gran desarrollo industrial, a partir de la yuca; para que esta patria pueda ser una potencia mundial en piscicultura” [2].

Invitación que no es más que el camino que busca el gobierno de la “seguridad democrática“ para acabar con la soberanía alimentaria, soberanía que en siete años de gobierno de Uribe Vélez se ha venido cuesta abajo ya que en medio de tanta tierra fértil la política gubernamental ha sido la de estimular el cultivo de palma para alimentar automóviles, yuca amarga, cacao, maíz tecnificado, maderas finas, etc.

Todo esto para el beneficio de los terratenientes y el empobrecimiento de las mayorías colombianas, sean indígenas, obreras, campesinas, ya que son esas mayorías las que gastan proporcionalmente una mayor cantidad de sus míseros ingresos (ingresos que le debemos a las reformas laborales del Gobierno) en los alimentos.

Es vergonzoso darse cuenta de que el presidente de la “seguridad democrática“ les envía un saludo a los campesinos colombianos en su día, es darse cuenta de su falta de ética y su gran descaro al hacer las cosas que hace y ocultarlas de la manera tan cínica como ocurre.