Con el objetivo de discutir y elaborar planes de acción relacionados a las implicaciones de un tercer periodo del actual presidente de la República, la “seguridad democrática” y la crisis económica; más de 110 organizaciones convocaron la Cumbre Social y Política que se realizará del 20 al 22 de agosto del presente año en Bogotá.

Cuatro aspectos dieron pie para que las organizaciones sociales convocaran el evento: la tragedia económica signada por los perversos efectos de la aplicación del neoliberalismo; la tragedia social marcada por el aumento atroz de la pobreza, la miseria y la exclusión; la tragedia humanitaria que deja cuatro millones de desplazados, miles de desaparecidos y crímenes de estado, entre otros; y la tragedia política atravesada por la toma del Estado y los partidos por mafias del narcotráfico y bandas criminales.

En la presentación del evento, que tendrá 32 cumbres departamentales previas, los organizadores afirman que el espacio debe ser para “pensar, construir y movilizar una agenda política, económica y social para el país en el marco de una gran discusión nacional. Discusión amplia, democrática, propositiva y concertada que supere la reducción de la política a simples alianzas y coaliciones electorales, sin propuestas programáticas, ya que los verdaderos problemas y tragedias nacionales se profundizan y acentúan y el descontento y apatía ciudadana frente a lo público crece en medio de la crisis”.

Temática

En rueda de prensa, dirigentes y representantes de diversas organizaciones explicaron las razones que determinan la convocatoria y enunciaron los temas que durante tres días concentrarán la atención de los delegados:

 las características del nuevo modelo económico y la crisis económica;
 pobreza e ingresos dignos; ilegalidad y política;
 defensa de lo público estatal, los servicios públicos y de las empresas del Estado, recuperación del estado democrático, división de poderes y reelección presidencial;
 tierras, seguridad alimentaria, conflicto y narcotráfico;
 paz, acuerdos humanitarios, negociación del conflicto y víctimas;
 agenda internacional: Comunidad Suramericana de Naciones y tratados de libre comercio.

Nelly Velandia, representante de Mujeres Rurales Colombianas en la Mesa de Unidad Agraria, explicó la importancia de su participación:

“Somos convocantes porque consideramos que todos los sectores sociales debemos poner al frente nuestras agendas de cada una de nuestras plataformas y entrar a discusión con otros sectores para juntar las agendas y hacer una propuesta al país. En nuestro caso tenemos un problema serio frente a las políticas públicas dirigidas a las mujeres rurales: muchas quedaron en el papel.

Los megaproyectos también están generando desplazamiento, el acaparamiento de nuestras tierras para los agrocombustibles en contravía de la parte ambiental, de la soberanía alimentaria y sobre todo las malformaciones genéticas en los niños por la cantidad de químicos utilizados en megaproyectos. La caída del Estatuto Rural es otro punto nuestro porque sabemos que, aunque se haya caído, el Gobierno lo sigue aplicando, hace caso omiso de la decisión de la Corte”.

Por su parte desde el movimiento estudiantil, Guillermo Baquero, de la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios (ACEU) anotó: “Debemos estar ahí por los debates nodales que se van a desarrollar alrededor de la situación política y social del país y tenemos que aportar a la construcción de una idea distinta desde los espacios estudiantiles”.

Algunos organizadores aseguraron que en las cumbres departamentales participarán las organizaciones sociales y políticas del orden departamental, que discutirán y reproducirán las conclusiones para que participe más gente en el encuentro nacional. El objetivo es que las discusiones se traduzcan en propuestas del orden programático, político y acciones de movilización social. También pretenden que con el proceso se fortalezca la Gran Coalición Democrática.

Las organizaciones locales o departamentales que quieran participar deben comunicarse con la dirección departamental de la CUT o con el sindicato de educadores, a quienes se les ha encomendado la tarea de ayudar en el impulso.