HONDURAS: Mas de dos meses han transcurrido desde el golpe de Estado sin que se vislumbre con claridad el retorno del presidente Zelaya al poder y mucho menos la superación de la crisis institucional y el imperio de la democracia. Por el contrario, el régimen de facto representado por Micheletti continúa desoyendo a la comunidad internacional y cada vez se aparta mas de la propuesta formulada por el presidente Oscar Arias. La tozudez de los golpistas, a pesar de su aislamiento del concierto internacional, empieza a obtener resultados a su favor, como son los de producir una sensación de pesimismo y cansancio tanto en la comunidad internacional, como en la sociedad hondureña que lucha por el regreso del presidente Zelaya, pero además está logrando generar fracturas en el bloque de presión internacional, pues mientras la UE congeló el envío de 65.5 millones de Euros de sus programas de ayuda, desde la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID) se ha enviado ayuda al régimen de facto por valor de 47 millones de Dólares, con la excusa de que aún no ha sido reconocido legalmente como un golpe de Estado. Por su lado el Fondo Monetario Internacional otorgó al gobierno de facto, un aporte de 150 millones de Dólares como parte de un fondo de 163.9 millones de Dólares aprobado por el G-20 en su estrategia global de manejar la crisis del capitalismo a nivel mundial. Además, los Gobiernos de Panamá y Colombia recibieron oficialmente a miembros del gobierno de facto, dando con ello respaldo a los golpistas. De otra parte, el mismo presidente Zelaya reconoce que la comunidad internacional carece de mecanismos coercitivos para enfrentar los golpes de Estado y para desmontar la “dictadura político – empresarial – militar” que se ha entronizado en el poder. Por su lado el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, señala al “régimen imperial” de EEUU como el responsable del golpe militar en Honduras, en un intento por desmontar los procesos de integración en América Latina tales como el ALBA y la UNASUR como el camino para recuperar el “patio trasero” que ya han perdido. Entretanto, el movimiento de ciudadanos que resiste al régimen de facto ha sido duramente golpeado por las cargas policiales contra las protestas, las detenciones arbitrarias, por las torturas en los interrogatorios, violencia contra las mujeres y por el asesinato de algunos miembros de la resistencia, al punto que organismos observadores de la aplicación de los derechos humanos, como la Comisión Interamericana para los Derechos Humanos (CIDH), Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW), y el Juez de la Audiencia Nacional de España Baltazar Garzón han elaborado informes señalando las violaciones y responsabilizando al régimen de facto por las mismas. En este marco de cosas, el señor Micheletti ha anunciado que convocará las elecciones, anuncio que ha sido rechazado por el presidente Zelaya y por el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, quienes han dicho que no reconocerán los resultados electorales. Finalmente, Bertín Alfaro, dirigente de los sindicatos de maestros de Honduras aseguró que su pueblo resistirá con todos los medios y no descartó que deba hacerlo a través de la lucha armada, y dijo que cerca de 2.000 hondureños están recibiendo entrenamiento militar en Nicaragua, para enfrentar al régimen de facto, si éste no accede a devolver el poder al Gobierno legítimo del presidente Zelaya. El Gobierno de Nicaragua no ha confirmado ni desmentido estas versiones. A pesar de tan pesimista panorama, la resistencia del pueblo hondureño al golpe de Estado se mantiene viva y la resistencia al golpismo en América Latina ha puesto en alerta a los Gobiernos democráticos y movimientos políticos que pugnan por transformaciones profundas en el mundo entero. Telesur – tv, Aporrea, El Nuevo Herald, BBC, CNN, La Prensa – Nicaragua, Granma, La Jornada – México, La Tribuna – Honduras, El Clarín – argentina, Rebelión, El Tiempo – Colombia, 22/07/09 – 03/09/09

VENEZUELA: Luego que el Gobierno de Colombia hiciera acusaciones contra el Gobierno de Venezuela de suministrar armamento a la guerrilla de las FARC, a raíz de la incautación de unos cohetes de fabricación sueca en un campamento de esta guerrilla realizada por militares en el departamento del Meta, los cuales habían sido vendidos por Suecia a Venezuela, el presidente Hugo Chávez desmintió las acusaciones y aseguró que el Gobierno colombiano pretendía justificar la instalación de bases militares de los EEUU en territorio del vecino país apelando a mentiras e infundios. Días después el mandatario venezolano reveló que militares colombianos le habían hecho llegar un video, en el que aparece un comandante de la guerrilla del ELN dando el parte del material recuperado en el ataque que esa guerrilla hiciera contra un puesto militar venezolano en la población de Cararabo, ocurrida en 1996. En las imágenes se ven con total claridad los cohetes suecos que el Gobierno de Colombia asegura fueron suministrados a lasa FARC por Venezuela. En medio de esta situación, el presidente Chávez ordenó revisar las relaciones con Colombia, revisión que produjo de inmediato la suspensión de relaciones comerciales y la no renovación de un convenio mediante el cual Venezuela vendía a Colombia 366.000 barriles de combustibles (gasolina y diesel) a precios preferenciales. En relación con la implantación de bases militares de EEUU en Colombia, el presidente Chávez dijo que Colombia asume una política agresiva y guerrerista contra sus vecinos y que las bases militares son una amenaza real contra Venezuela y contra los procesos de transformaciones políticas que se llevan a cabo en América Latina, razones por las cuales su Gobierno reforzará la capacidad de defensa de las Fuerzas Armadas de Venezuela, con la incorporación de dos batallones de tanques de última generación que comprará a Rusia. El mandatario puntualizó que “EEUU tiene la pretensión de de convertir a Colombia en el Israel de América Latina”, y pidió a la UNASUR examinar la situación y responder como grupo, al tiempo que anunció que Venezuela impulsará un programa de creación de “Bases por la Paz” a lo largo de la frontera con Colombia, “en contraposición a las bases militares de EEUU que son para la guerra”. Las Bases por la Paz articularán la acción social del Estado con los mecanismos de defensa de la soberanía, al mismo tiempo que se realizarán programas de información y de discusión sobre lo que ocurre a cada lado de la frontera. Doce de estas bases serán instaladas en la ciudad de Caracas. Telesur – Tv, Aporrea, ABN, BBC, El Nuevo Herald, Argenpress, Granma, El Tiempo, El Espectador, Semana, Página 12, Rebelión, Caracol – Radio, 22/07/09 – 03/09/09

ECUADOR: Los señalamientos que desde Colombia se hacen contra el Gobierno ecuatoriano, de ser complacientes frente a la presencia de la guerrilla de las FARC en su territorio, y de ésta última haber entregado dinero a la campaña del movimiento Alianza País, que llevó a la Presidencia de la república al actual mandatario, Rafael Correa, alcanzaron la mas alta intensidad con la revelación de un video en el que aparece el comandante guerrillero Jorge Briceño, jefe militar de las FARC, dirigiéndose a combatientes rasos y asegurando haber contribuido económicamente a la campaña para la primera elección del presidente Correa. Este video, a juicio del Gobierno de Colombia, es “la prueba Reyna” que se necesitaba para convencer al mundo de la certeza de las afirmaciones colombianas y que justifican plenamente la desconfianza hacia el Gobierno de Ecuador, así lo señalaron voceros colombianos. Pero mas pronto que tarde surgieron dudas sobre la autenticidad del video, el que a juicio de expertos aparece editado y con asintonía entre la imagen y el sonido, al punto que el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, rechazó la copia que el Gobierno colombiano le envió y solicitó una copia sin ediciones. Esta “jugada” de Colombia elevó el clima de tensión entre los dos países, al punto que la decisión de Ecuador de interponer la salvaguardia a mas de mil productos colombianos que ingresaban al país sin aranceles aduaneros, mas el anuncio de su retiro de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), fue interpretado como una retaliación por el Gobierno de Uribe, situación ésta que generó malestar en el empresariado colombiano que reaccionó ante el mismo presidente Uribe, que no tuvo alternativa distinta a salir a los medios de comunicación y, en tono conciliador pedir excusas al Gobierno de Ecuador por el bombardeo a su territorio el 1º marzo del año pasado. Por su lado el presidente Correa reveló un documento fotocopiado de un supuesto “diario de Raúl Reyes”, en el que se mencionan nombres de personas que habrían recibido dineros en nombre de la campaña del Movimiento Alianza País. A pesar de que este documento fuera cuestionado por autoridades colombianas, que aseguran que el análisis criptográfico determina que esa letra no es de Reyes, el presidente Correa dijo haberlo entregado al Fiscal General de su país, para que haga la investigación y adelante los procesos judiciales que de ello se deriven. Por otro lado, el presidente Correa advirtió que si se llegase a producir un ataque de Colombia, Ecuador responderá militarmente. Estas declaraciones y el clima de tensión en las relaciones de Colombia con Ecuador, con Venezuela y el ambiente de crispación en América Latina, fueron el telón de fondo de la asunción del Presidente Rafael Correa a su segundo mandato. En la ceremonia de investidura, en la que estuvo acompañado por la mayoría de mandatarios latinoamericanos, entre ellos Raúl Castro de Cuba y Manuel Zelaya de Honduras, con la excepción de Álvaro Uribe Vélez de Colombia, el presidente Correa dijo que se empleará a fondo para consolidar la “revolución ciudadana” en su país y profundizará en las tareas socialistas de la transformación económica y social. Posteriormente asumió la Presidencia Pro – Tempore de la UNASUR, de manos de la presidenta de Chile Michel Bachelet. En esta ocasión el presidente Correa dijo que trabajará por una integración eficaz sobre la base de entender que la unidad es indispensable para el desarrollo. Igualmente que el MERCOSUR y la CAN deben convertirse en los motores de la integración económica de UNASUR. El mandatario pidió a los países miembros la ratificación de la carta de UNASUR, al tiempo que condenó el golpe militar al gobierno legítimo de Honduras. El presidente Correa destacó que el Banco del Sur y el Fondo de Reservas Común para Suramérica, son dos de los instrumentos propios con que la región podrá enfrentar la crisis del capitalismo. Finalmente instó a todos los países miembros para trabajar unidos por la construcción de la “Patria Grande y la segunda y definitiva independencia”. Telesur – Tv, Aporrea, BBC, El Nuevo Herald, El Universo – Ecuador, El Comercio – Ecuador, El Tiempo, El Espectador, El Mercurio – Chile, El Clarín – Argentina, Librered, 22/07/09 – 03/09/09

ARGENTINA : CUMBRE DE UNASUR EN BARILOCHE: Los esfuerzos del presidente Uribe para minimizar las alarmas prendidas en toda América Latina, lo llevaron a realizar una maratónica gira por siete países suramericanos, con el propósito de dar explicaciones sobre los alcances del convenio de instalación de bases militares de EEUU en suelo de Colombia, obteniendo unos resultados inciertos, los que se desvanecieron con la negativa del presidente Uribe de asistir a sesión de la UNASUR en la que la presidenta de Chile, Michel Bachelet, cedía la presidencia Pro – Tempore de este organismo a su homólogo el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en la ciudad de Quito, poniendo en serio riesgo el proceso de integración suramericano. La Cumbre de Jefas y Jefes de Estado de la UNASUR, convocada para examinar puntualmente la crisis en la región y llevada a cabo en la ciudad argentina de Bariloche, se convirtió en el escenario adecuado y legítimo para que el Gobierno colombiano compareciera frente a Suramérica y el mundo para dar las explicaciones necesarias y para escuchar las observaciones y puntos de vista de los demás Gobiernos de la UNASUR. Sin mucho éxito, el presidente Uribe se esforzó por convencer a sus homólogos de que la instalación de bases militares de EEUU en suelo colombiano no son bases militares en el sentido estricto del concepto, sino la prolongación y actualización de un convenio bilateral ya existente que en nada afectará la seguridad de la región. Por su lado el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, reveló la existencia de un “Libro Blanco” del Departamento de Defensa de los EEUU y leyó varios de sus apartes, los cuales demuestran que las bases militares de EEUU en Colombia si están articuladas a un plan de control militar geoestratégico de los EEUU, dirigido hacia América Latina y los países de la costa oeste del continente africano. Además el mandatario venezolano propuso que la UNASUR y la OEA busquen mecanismos para la superación del conflicto armado colombiano por la vía del diálogo. Por su parte el presidente de Ecuador, Rafael Correa, demostró que la instalación de bases militares de EEUU en Colombia no son para los propósitos que anuncia el presidente Uribe: combatir el narcotráfico y el terrorismo, y que constituyen una herramienta para detener y hacer reversar los procesos de cambio en Latinoamérica, una muestra de ello es el golpe de Estado contra el gobierno progresista de Manuel Zelaya en Honduras. El mandatario exigió, en tono enfático, que Colombia debe abandonar la noción de que la soberanía de un país se defiende atacando “preventivamente” a quien considere una amenaza. Además cuestionó el concepto de soberanía que maneja el Gobierno de Colombia, el cual se sobrepone al concepto de soberanía de los países vecinos y de la UNASUR. El presidente de Bolivia, Evo Morales, propuso, sin lograrlo, que en la declaración final de la Cumbre se dijera que UNASUR no acepta la instalación de esas bases militares. El presidente de Brasil, Luis Inacio Lula Da Silva, quien previamente a la Cumbre había invitado al presidente de EEUU, Barak Obama, a asistir a la misma para que explicara a la UNASUR los propósitos del convenio militar con Colombia; propuso que Suramérica sea declarada como “Región de Paz” y por lo tanto todos los países miembros actúen en consecuencia. Uno a uno las Jefas y Jefas de Estado Suramericanos, excepto el presidente Uribe, consideraron la instalación de las bases militares de EEUU como una amenaza para la región, al tiempo que reconocieron la soberanía del Gobierno de Colombia para hacer los convenios que a bien tenga, pero también defendieron sus propias soberanías e instaron al presidente Uribe a que reconozca la soberanía de la UNASUR.

Finalmente exigieron garantías y seguridades por parte del gobierno colombiano, lo cual quedó consignado en la Declaración final de la Cumbre:

Consideraciones del acuerdo de UNASUR

• La no injerencia en asuntos internos.
• La autodeterminación de los pueblos es esencial para consolidar la integración regional.
• Reiterando nuestra disposición de consolidar en Suramérica una zona de paz fundamento para el desarrollo integral de nuestros pueblos y la preservar de sus recursos naturales.
• A través de la prevención de conflictos, la solución pacificas, las controversias y la extensión recorrida de las amenazas o uso de la fuerza.
• Subrayando la vocación de la UNASUR por la solución pacifica, las controversias, y la promoción del diálogo y consenso en materia defensa mediante el fomento de medidas de cooperación, confianza y trasparencia.
• Reafirmando nuestro compromiso de fortalecer la lucha contra la delincuencia trasnacional organizada y sus delitos conexos, el narcotráfico, el tráfico de armas pequeñas y ligeras. Así como el rechazo a la presencia o acción de grupos armados al margen de la ley.

El documento final consta de 5 puntos

1- Fortalecer a Suramérica como zona de paz, comprometiéndonos a establecer un mecanismo de confianza mutua en materia de defensa y seguridad, sosteniendo nuestra decisión de abstenernos de recurrir a la amenaza o el uso de la fuerza contra la integralidad territorial de otro Estado de la UNASUR.

2- Reafirmar que la presencia de fuerzas militares extranjeras no puede con sus medios y recursos vinculados y objetivos propios amenazar la soberanía e integridad de cualquier nación suramericana, y en consecuencia, a la paz de la región.

3- Instruir a sus Ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa a celebrar una reunión extraordinaria durante el mes de septiembre próximo, para que en pos de una mayor transparencia diseñen medidas de fomento de la confianza y la seguridad, incluyendo mecanismos concretos de implementación y garantía para todos los países aplicables a los acuerdos existentes con los países de la región, extrarregionales, así como el tráfico ilícito de armas al narcotráfico y el terrorismo de conformidad a la legislación de cada país.
Estos mecanismos deberán contemplar los principios irrestrictos, respecto a la soberanía, integridad, inviolabilidad territorial y no injerencia de los asuntos internos de los Estados.

4- Instruir al Consejo Suramericano de Defensa para que analice el texto sobre estrategia suramericana, Libro Blanco del Comando de Movilidad Aérea (AMC) y realice una verificación de la situación en fronteras que eleve un estudio resultante al Consejo de Jefas y Jefes de Estado de Gobierno, a fin de considerar cursos de acción a seguir.

5- Instruir al Consejo Suramericano de lucha contra el narcotráfico que elaboren, de forma urgente, su estatuto y un plan de acción con el objeto de definir una estrategia suramericana de lucha contra el narcotráfico y para el fortalecimiento de la cooperación entre los organismos especializados de nuestros países.

La mayoría de los presidentes que asistieron a la cumbre de UNASUR solicitaron conocer los términos del acuerdo de cooperación militar entre Colombia y EE.UU.

También aceptaron una propuesta para solicitar una reunión con el presidente estadounidense, Barack Obama.

Por su parte el Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, expresó que desea que en los puntos decisorios se exponga que Colombia está dispuesta a “repeler la presencia de grupos violentos o redes terroristas”. Esto como un punto decisorio independiente.