Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

En resguardos indígenas
Remilitarización por exploración minera
Bombardeos y hostigamientos del Ejército se hacen simultáneamente a exploraciones mineras por compañías multinacionales. Indígenas temen reactivación de explotación minera en sus territorios sagrados y exigen que éstos sean desmilitarizados
Camilo Raigozo / Miércoles 17 de febrero de 2010
 

Las comunidades indígenas emberá de los resguardos Uradá Jiguamiandó y del río Murindó, han visto en los dos últimos meses los constantes sobrevuelos conjuntos de helicópteros civiles y militares sobre sus territorios domésticos y sagrados.

Según las denuncias de la Organización Indígena de Antioquia (OIA), desde el diciembre del año pasado se han presentado sobrevuelos de helicópteros con equipaje para la exploración electromagnética de metales y una presencia cada vez mayor de tropas y aviones de la Fuerza Pública, lo que ha hecho temer a los emberá la remilitarización de sus territorios para proveer seguridad a empresas mineras en sus sitios sagrados, como el cerro Ellausakirandarra o Careperro.

Ya desde el 15 de diciembre pasado el Consejo Mayor de Uradá Jiguamiandó había denunciado los sobrevuelos sobre sus territorios, a muy baja altura, de un helicóptero blanco que se desplazaba lentamente.

La nave llevaba un aparato que suele utilizarse para detectar electromagnéticamente metales como cobre y oro. Según la denuncia, es lo mismo que buscaba la empresa transnacional norteamericana Muriel Mining Corporation en su proyecto Mandé Norte, en territorio indígena, en enero de 2009, violando la normatividad internacional de los derechos humanos de los pueblos indígenas y en contra de la voluntad expresa de las comunidades mismas.

Para analistas e indígenas no es fortuito que efectivos de las brigadas 15 y 17 del Ejército hayan mantenido y estén incrementado últimamente un fuerte control en el territorio del resguardo del río murindó.

También han intensificado los patrullajes terrestres en el resguardo Uradá Jiguamiandó, en el área que corresponde al proyecto Mandé Norte de la Muriel Mining. Según la OIA, estas operaciones no han sido consultadas ni informadas a las comunidades como lo ordena la Constitución Nacional.

La intención es expulsar a los indígenas

Por el contrario, las violaciones a los derechos humanos y las infracciones al derecho internacional humanitario no se han hecho esperar, pues se han presentado detenciones arbitrarias de indígenas, destrucción de cultivos de pancoger y acampamiento de tropas en áreas civiles.

El pasado 30 de enero la Fuerza Aérea bombardeó la comunidad, dejando como resultado dos adultos y un niño gravemente heridos. Sin embargo, el presidente Uribe salió inmediatamente a defender no propiamente la vida de los indígenas ni su integridad y sus derechos, sino a los agresores, a sus soldados, como ya es costumbre.

La Muriel Mining Corporation ha negado cualquier vínculo con los sobrevuelos, indicando que posiblemente correspondían a las multinacionales Anglogold Ashanti o Glencore. Éstas tienen concesiones mineras distantes entre 5 y 40 Km de la zona del proyecto Mandé Norte de la Muriel Mining.

Según la fuente, estas dos últimas no se han pronunciado sobre los hechos. La Muriel cuenta con nueve concesiones mineras sobre el territorio de los dos resguardos y recientemente realizó una consulta arbitraria e irregular con las comunidades ancestrales para iniciar la exploración en el punto conocido como La Rica, en el cerro sagrado Ellausakirandarra o Careperro del resguardo Uradá Jiguamiandó.

Las comunidades indígenas están convencidas de que tantas agresiones son con el fin de desplazarlos y así despejarle el camino a las multinacionales.

Exigieron al gobierno departamental y nacional, a la Fuerza Pública y a las empresas mineras que operan en la zona —Muriel, Glencore y Anglogold Ashanti— que respeten los derechos y la autonomía de las comunidades de los resguardos de Uradá Jiguamiandó y del río Murindó, y que se abstengan de realizar cualquier actividad minera en sus territorios sin su consentimiento.