Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Contraloría denuncia el daño ambiental provocado por la minería en Ataco (Tolima)
El Nuevo Día / Lunes 22 de marzo de 2010
 

La Contraloría Departamental del Tolima constató, a través de una visita que realizó la semana pasada al municipio de Ataco, la forma ilegal en la que operan tres compañías que extraen el oro de la zona y el daño ambiental que han provocado.

Según el organismo de control, se realizaron visitas cerca al río Saldaña, donde se confirmó la manera como se efectúa el proceso de extracción por parte de la empresa Mineros S.A., la cual ha venido deteriorando los recursos naturales.

"Se ejerce la minería de forma artesanal (barequeo) y constantemente se está cambiando de sitio, moviéndose por el cauce del río Saldaña aguas arriba o abajo de acuerdo con la intuición del minero, sin ningún control por las autoridades municipales y ambientales", dice la Contraloría.

En el recorrido por el corregimiento Santiago Pérez se encontraron varias retroexcavadoras que extraen el material del río.

Sin control

Según la Contraloría Departamental, la actividad se ejerce sin ningún control o vigilancia, además se permite que dueños de la maquinaria constantemente puedan cambiarse de un lugar a otro.

Como si fuera poco, el desplazamiento del inspector de policía es limitado por la presencia de grupos armados.

"Se pudo constatar en la vereda Mesa de Pole que, por daños en la maquinaria, se había suspendido la explotación de oro, dejando un evidente alto grado deterioro ambiental de la zona representado en el cambio paisajístico, daño en la flora y fauna, contaminación hídrica superficial y subterránea, contaminación del agua, generación de ruido y pobreza", dice el informe.

Un panorama desolador

La Contraloría señala que la explotación ha ocasionado graves problemas de alto impacto que se evidencian en el aumento del desempleo, la drogadicción, la indigencia y la prostitución.

Así mismo, que en la zona adyacente de explotación se construyen cambuches (refugios) muy precarios sin ninguna medida sanitaria y ambiental, además de que se cocinan los alimentos con agua contaminada.