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¡Que raro! En regiones militarizadas nadie sabe quien lanza panfletos amenazantes
Prensa PCC / Martes 24 de agosto de 2010
 

Es muy raro y sorprende a muchos lo que ocurre en municipios y regiones colombianas densamente militarizadas con la profusa difusión de panfletos en los que se amenaza de muerte a jovencitas y jovencitos, amenazas que ponen en pánico a la población y se concretan en asesinatos de algunos de quienes aparezcan en esos listados.

Sucede en municipios del Departamento del Putumayo, ocurre en el municipio de Puerto Salgar donde están las instalaciones la Base aérea de Palanquero en los momentos previos a la manifestación de las mujeres contra la militarización y la presencia de tropas extranjeras, se presenta en las comunas de Barrancabermeja, Soacha y Cartagena. Nadie sabe nada, nadie ve nada, pero todos los habitantes saben que en esos lugares no se mueve una paja sin que las autoridades militares y policivas se den por enteradas.

La población colombiana es objetivo de campaña de guerra sucia por parte de instituciones castrenses, son campañas para perturbar la tranquilidad y especialmente de operaciones sicológicas en las que el blanco son los jóvenes y mediante las cuales se achacan todos los males sociales a la insurgencia colombiana creando un ambiente de terror, explica un especialista e investigador social.

Condenable situación. Aún más cuando existen funcionarios como el secretario de gobierno del Putumayo sostiene que las amenazas y el asesinato de dos jóvenes el 15 de agosto, cuyos nombres aparecen en uno de los listados puestos en circulación, obedece a una “chanza” entre chicos inocentes.

Son variadas los métodos y el accionar para crear zozobra y tensión entre los habitantes de áreas donde se realizan operaciones militares .Una denuncia de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz menciona que unidades militares realizaron un "simulacro de combate" generando pánico entre los pobladores del territorio de Bajo Naya, en el Cauca. En el lugar los uniformados se rieron ante el espanto de los afrocolombianos, a algunos les indicaron que eso les pasaba por “guerrilleros”, y de modo particular realizaron señalamientos contra miembros de la comunidad negra de Dos Quebradas afirmando que eran guerrilleros. Al llegar al lugar, encontraron en una de las tablas la inscripción: "llegaron las Águilas", en referencia a grupos paramilitares denominados “Águilas Negras”.

En el Putumayo surgen panfletos contra integrantes de servicios secretos policiales. En Bogotá explotan bombas y petardos de extraño origen en momentos en que desde el ejecutivo nacional se adelanta gestiones para la normalización de las relaciones con Venezuela y se abren posibilidades de diálogo político. Motorizados reparten volantes en aéreas rurales del Catatumbo. Panorama preocupante, señalan defensores de defensores de los derechos humanos a la vez que alertan por el asesinato de participantes en la audiencia pública realizada recientemente en La Macarena, Meta, donde se puso al descubierto una gigantesca fosa común con mas de dos mil tumbas donde podrían estar sepultados victimas de ejecuciones extrajudiciales.

La horrible noche de la extrema derecha y fichas del uribismo no ha cesado. El militarismo campea. En las estructuras de las instituciones del poder en Colombia están incrustados los enemigos de la paz y actúan con todas sus “herramientas” contra los deseos de cambio y transformación de nuestro pueblo. El llamado a redoblar la denuncia nacional e internacional de las violaciones a los derechos humanos y todos los responsables del odio y terror.