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Tribunal europeo de justicia niega la extradición a Colombia del mercenario israelí Yair Klein
Ansa / Miércoles 10 de noviembre de 2010
 

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos negó la extradición a Colombia del ex coronel israelí Yair Klein, acusado y condenado localmente por instruir a grupos violentos y por asociación para delinquir, informó hoy el abogado del militar en retiro.

"Se ha confirmado la negación del extradición del señor Klein a Colombia", dijo Mordejai Tzivin, abogado del condenado, desde Estados Unidos, a la radio La W.

Klein fue condenado en 2001 en Colombia a una pena superior a 10 años de prisión por "instrucción y entrenamiento de grupos terroristas y concierto para delinquir", pues está documentado que entrenó escuadrones de criminales de la organización mafiosa de Medellín, que luego se transformaron en jefe paramilitares.

El israelí fue detenido en agosto de 2007 en el aeropuerto de Moscú, tras un pedido internacional de Interpol, pero la defensa de Klein interpuso un recurso ante el Tribunal Europeo para negar la extradición con el argumento de que su envío a Colombia ponía en riesgo sus derechos y libertades.

El 3 de abril esa Corte le dio la razón a la defensa de Klein, que argumentó que su envío a Colombia lo expondría a torturas y vulneración de sus derechos humanos en cárceles locales. Rusia apeló esa decisión que hoy fue negada.

Tzivin explicó que "está en manos de la Federación Rusa si acepta el fallo", del Tribunal, y de hacerlo Klein recobrará de inmediato su libertad.


Asco de justicia europea

Larga es la mano del sionismo para proteger a sus chacales.
El Tribunal Europeo de Justicia acaba de negar la extradición a Colombia del coronel israelí Yair Klein, copropietario de la empresa de seguridad Hod Halanit, capturado en Rusia casi siete años después de haber sido condenado en un juzgado colombiano por sus vínculos con los tenebrosos grupos paramilitares.

Klein tiene una larga trayectoria criminal. Vendió armas y asesoró al grupo Falange Cristiana responsable de las masacres contra los refugiados palestinos de Sabra y Shatila. Fue instructor y proveedor del Frente Revolucionario Unido que asoló por años a Sierra Leona donde miles de mujeres fueron violadas, sometidas a esclavitud sexual y miles de civiles fueron asesinados.

A Colombia Klein entró en 1988 en una operación encubierta por el Ejército Nacional, recomendado por ISREX, la empresa israelí asesora en seguridad y defensa que vendía armamento al Ministerio de la Defensa colombiano. Lo contrataron los latifundistas del Magdalena Medio y el cartel de Medellín que necesitaba mejorar sus escuelas de sicarios. Pero su principal proyecto era capacitar en técnicas de asalto a los grupos paramilitares que el Ejército Colombiano estaba conformando junto con la mafia del narcotráfico y algunos empresarios, para profundizar la guerra contrainsurgente y eliminar opositores civiles sin dañar la imagen democrática del país.

De su “escuela” salieron grupos narcoterroristas como “Los Tiznados”, “Los Masetos” y “Los Grillos”, graduados en masacres, autores de miles de descuartizamientos de personas con motosierra, asesinatos de sindicalistas, opositores políticos y defensores de los derechos humanos.
Y no es que en Colombia espere a Klein una justicia ávida de airear toda la verdad sobre la creación de los grupos paramilitares. No van a prender un ventilador que salpicaría muy alto las cúpulas de la burguesía, del gobierno y del generalato colombiano, tan demócratas todos ellos según el gobierno español.

Klein, para evitar la extradición, dijo que teme que en Colombia lo torturen. Le preocupa que le apliquen los métodos que él mismo enseñó como mercenario al servicio del sionismo y del terrorismo de Estado. Esto es un pésimo antecedente de cara al enjuiciamiento de otros criminales internacionales que aún no cuentan con la garantía de inmunidad que Estados Unidos hace firmar como pararrayos para sus mercenarios antes de que entren a dirigir matanzas en nuestro país.

Rabia e impotencia sentimos los familiares, compañeros y amigos de las decenas de miles víctimas de las enseñanzas de Klein, hoy protegido por una Europa celestina que presume de su lucha contra el terrorismo.
Aquí no cabe lo políticamente correcto. Rechazamos la decisión del Tribunal Europeo de “Justicia”. La impunidad como la doble moral, producen asco.

Colectivo de Colombianos Refugiados en Asturias.