La posible extracción industrial de oro y plata en Angostura, en los municipios de California y Vetas, agita por estos días una saludable reflexión. Desde los ámbitos nacional y local se ha desplegado una discusión abierta que ojalá contribuya a que la decisión que debe tomar en los próximos meses el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, en el sentido de expedir o no la respectiva licencia ambiental, responda a la superior conveniencia para el país.

A raíz del debate suscitado, se han podido detectar vacíos jurídicos de nuestra legislación, graves falencias normativas en la actividad minera, y profundas deficiencias en las instituciones estatales encargadas de su regulación y control, los cuales tienen que solucionarse. De igual forma, ha significado la oportunidad para adquirir mayor conciencia del gran valor de nuestros recursos naturales; de su potencial estratégico; y de la importancia de nuestra riqueza hídrica, forestal y biodiversa, que no es intercambiable.

Muchas son las consideraciones que se han esgrimido en pro y en contra de la proyectada explotación, por tratarse de un asunto que podría impactar a vastos sectores de la población y favorecer a otros. Para contribuir a acercarnos a su real alcance, la Fundación Participar (que precisamente tiene como propósito central de su misión, propender por la mejor ilustración de la comunidad para que proceda con conocimiento de causa y vigilancia crítica) ha convocado el foro “Incidencias y perspectivas de la intervención en el páramo de Santurbán por parte de la compañía minera Greystar Resources”, que se desarrollará mañana martes 25 de enero en la sede UIS Bucarica, a partir de las 9:00 am.

En este encuentro tendrán cabida la exposición y explicaciones de la empresa canadiense, y las presentaciones que harán el ex ministro del Medio Ambiente, Manuel Rodríguez Becerra, y la subdirectora de la revista virtual Razón Pública, María Victoria Duque López. También intervendrán diferentes asociaciones y personas que se han inscrito para el efecto.

La invitación es a constituirse en parte activa frente a la definición de este asunto que, de alguna manera, nos afectará como habitantes de esta región, y marcará la pauta en las decisiones que se tomarán respecto a las numerosas iniciativas de explotación minera que actualmente se tramitan en el país.