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Caso de los hermanos Tizzas, 12 años en la impunidad
Se cumplen 12 años desde aquella mañana del 28 de enero, en el que paramilitares desaparecieron a José Aldemar Tizzas Cuevas y a su compañero Francisco Méndez. Rafael Agustín Tizzas Cuevas, hermano de José, fue asesinado dos días después, luego de que emprendiera una búsqueda por el río Magdalena
Vanguardia / Domingo 30 de enero de 2011
 

Hace doce años a María* no le importaron las advertencias que desconocidos le dieron en ‘El Muelle’. Ese día le dijeron que su vida estaba en peligro si insistía en ir río abajo en búsqueda de su hermano José Aldemar, quien fue raptado por paramilitares en la mañana, junto a Francisco Méndez, también chalupero.

Su hermano Rafael sintió lo mismo y tomó su chalupa para iniciar la búsqueda por el río Magdalena, pero fue asesinado en un pequeño caserío del municipio de Simití, dos días después.

Hoy, María* dice que continúa con su búsqueda y afirma que cada 28 de enero sale a las calles a recordarle a la gente el caso de los hermanos Tizzas Cuevas y también desaparición de Francisco Méndez. En los últimos meses, esta mujer de 44 años de edad, asiste cada vez que puede a las versiones libres que son transmitidas en la ciudad y que rinden los postulados a la Ley de Justicia y Paz, a la espera de que algún desmovilizado le diga en dónde está el cuerpo de José Aldemar o que se aclare el asesinato de Rafael.

Con tristeza, María* recuerda entre suspiros que la muerte de sus dos hermanos, aún permanecen impunes.

La desaparición

Las lágrimas interrumpen el pausado relato de María*, cada vez que recuerda la tarde del 28 de enero de 1999, cuando “me dio un desespero por ir a verlo como a las dos de la tarde”.

Era jueves. Como si hubiese tenido el presentimiento de que algo le habría pasado a José, María* llegó al puerto a visitarlo.

‘El Indio’, como le decían sus seres queridos, salía de su casa todas las mañanas a las tres de la madrugada a conducir la chalupa ‘Lina María’, la cual usaba como servicio de transporte fluvial entre Barrancabermeja y Yondó.

“Cuando llegué allá, todos se quedaban callados. Me miraban y me miraban. Un señor que estaba ahí me dijo que me fuera porque ‘El Indio’ había cambiado el turno y que se demoraba”, señaló.

Con el paso de los minutos, esta mujer notó actitudes sospechosas entre varios chaluperos y pescadores que estaban en el lugar. Vio que tenían miedo de hablarle.

“Un muchacho llegó en chalupa y dijo: oigan, ¿ustedes por qué no le dicen la verdad, no ven que ella es la hermana? Ahí se vino y me agarró las manos. Me dijo: le voy a decir pero tómelo todo con calma. A él se lo llevaron los paramilitares esta mañana”.

La noticia retumba en su cabeza como aquella tarde, en la que, angustiada, trató de encontrar alguna explicación a la desaparición forzada. ‘El Indio’ fue raptado junto a su compañero Francisco Méndez.

Sobre el triste momento, María* recuerda que un chalupero llegó al puerto desde San Pablo, y le dijo que había visto la embarcación de ‘El Indio’, con sangre y dirigida por varias personas armadas. Pero él, según el testigo, no estaba entre los ocupantes.

Desesperada, buscó a Rafael, su otro hermano quien también se dedicaba a conducir chalupa hasta varios municipios del sur de Bolívar.

“Cuando lo encontré, yo no podía ni hablar… hasta que le pude decir que a José se lo habían llevado”.

En ese momento, varias personas le habrían dicho a María* y a Rafael, que no lo buscaran, que era peligroso.

Ignorando las advertencias, tomaron una chalupa e iniciaron la angustiosa búsqueda de las embarcaciones ‘la Lina María’ y ‘La Doña Juana’, las cuales eran utilizadas por los dos chaluperos para trabajar por el río Magdalena.

Llegó la noche y cansados decidieron regresar y esperar a que amaneciera para continuar con la búsqueda. Ya en el puerto, acordaron que a las cuatro de la mañana María, Rafael y Carlos* (un cuarto hermano que vivía en otro sector de la ciudad y quien conoció la noticia pasada la tarde) saldrían en chalupa hasta encontrar a José y a Francisco.

“Como la pasé en vela, me quedé dormida muy de noche y llegué tarde. Ya Rafael se había ido solo a buscar a José”.

La noche del 28, fue la última vez que vio con vida a Rafael. El hombre de 48 años de edad apareció muerto a tiros en una vía de Simití, dos días después.


El asesinato

Rafael llegó hasta el puerto fluvial de Simití el 29 de enero. Según el relato de algunos familiares, el hombre se habría presentado ante comandantes paramilitares y les pidió que le dieran información sobre su hermano.

En el puerto estaba la chalupa la ‘Lina María’. Inquieto por conocer el paradero de José, esa noche habría decidido quedarse en Simití, a la espera de que le dieran alguna razón sobre su hermano.

Reportes de la época señalan que Rafael se hospedó en una residencia del municipio, luego de que hablara con, quienes serían, los comandantes paramilitares que operaban en la zona.

A las 10:45 p.m., hombres armados lo fueron a buscar al hotel, lo sacaron y minutos después lo asesinaron.

Su cuerpo fue encontrado tirado sobre la vía que de Simití conduce a Cerroburgos. Estaba sin camisa, sin papeles y con un tiro en la cabeza y otro en el pecho.

La trágica noticia fue conocida el domingo. Su cadáver fue remitido luego a Barrancabermeja. María* y Carlos*, embargados en tristeza, dieron sepultura a Rafael en el Cementerio La Resurrección. Luego del sepelio, el par de hermanos tuvieron que salir de la ciudad tras las amenazas, pero desde ese entonces no dejaron de buscar a José Aldemar.

Incluso, María* señala que ha viajado varias veces al sur de Bolívar en búsqueda de su hermano. “A veces me decía la gente que mi hermano estaba en tal parte y yo cogía plata y me iba a buscarlo, pero nada. Así han pasado los 12 años. Mi esposo siempre me decía, la van a matar por eso, pero a mí no me importaba, yo tenía que encontrar a mi hermano”.

Sin responsables

Hasta el momento, los dos crímenes permanecen impunes. Según información suministrada a Vanguardia Liberal, Rodrigo Pérez Alzate, alias ‘Julián Bolívar’, quien fue comandante paramilitar y en el año 2000 participó en la conformación del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas, señaló en una versión libre de Justicia y Paz que “el comandante era alias ‘Daniel’, hacía parte de la estructura pero no de la parte militar. Voy a investigar, y, tal vez, el paramilitar José Arnulfo Rayo, alias ‘Mario’, pueda tener alguna información”.

Por su parte, el 10 marzo de 2008, alias ‘Mario’ en otra versión libre se refirió al caso y dijo que “por orden de Gustavo Alarcón, dieron de baja al chalupero Rafael, a orilla de la carretera que conduce a Cerroburgos con Simití”.

Sin embargo, Gustavo Alarcón, quien habría sido comandante militar, ha sido señalado por varios postulados en diferentes diligencias como muerto en hechos que aún no han sido esclarecidos. En el sur de Bolívar, en donde habría comandado, se habla de que fue asesinado cuando habría intentado conformar el frente internacional de las autodefensas.

El asesinato de Rafael fue mencionado en esas versiones libres, pero ningún postulado se ha referido sobre la desaparición forzada de José Aldemar ni de Francisco Méndez.

*Identidades cambiadas por motivos de seguridad