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Relato de una presa política detenida sin garantía alguna
Aracely Cañaveral Vélez / Domingo 10 de abril de 2011
 

Mi nombre es Aracely Cañaveral Vélez Soy sobreviviente de la Unión Patriótica, movimiento político que fue exterminado por el Estado Colombiano, movimiento que fue sacado de la esfera política a sangre y fuego, movimiento que dejo muertos a lo largo y ancho de nuestro país a través del asesinato selectivo y masacres de la gran mayoría de sus integrantes.

Inicie mi actividad sindical en 1981, y mi militancia política en el Partido Comunista Colombiano en 1982; viví en carne propia todo este genocidio, vi como caían uno a uno mis compañeros sindicalistas, estudiantes, campesinos, mujeres dirigentes barriales y comunales, profesores, activistas políticos y sociales, concejales, diputados, congresistas, y candidatos a la presidencia de la república por nuestro movimiento.

Con gran dolor despedíamos uno a uno, a todos aquellos que prefirieron o soñaron que con la lucha política, podían en Colombia lograr un mejor futuro para nuestro país, un país sin desigualdades sociales, un país con salud educación y vivienda dignas para todos.

Vi como corría la sangre de todos aquellos que creyeron que en este país se respetaba la oposición política y que creyeron era posible lograr nuestras reivindicaciones sociales y políticas por la vía electoral.

Hoy me pregunto ¿Cuántos muertos en todo el país? ¿Cuántos atentados a dirigentes políticos? ¿Cuántos exiliados? ¿Cuántos desaparecidos? ¿Cuántos decidieron coger las armas ingresando a las filas de los movimientos insurgentes? ¿Cuántos se marginaron de la lucha para conservar sus vidas? Muy pocos decidimos seguir trabajando en las ciudades y pueblos a sabiendas del riesgo que corrían nuestras vidas.

Yo tome la decisión de continuar trabajando en la actividad sindical, en las organizaciones sociales, de mujeres, en la educación proletaria a pesar que sabía que tarde o temprano me encontraría en la cárcel o con un sicario pagado para acabar con mi vida.

Pudo más el amor por mi pueblo que el miedo, me arriesgue y seguí trabajando durante todos estos años, en el sindicato de Leonisa, empresa donde trabajaba y el posterior paso a Sintratextil, defendiendo los derechos de los trabajadores, en la Federacion Nacional Textil, en el Departamento Nacional de la Mujer en la CUT, con los usuarios de la salud ASUDESSA contra los malos servicios y atención de la salud, con las mujeres desplazadas a través de la organización Adelante Mujer, con la Sociedad Nacional de la Mujer de mujeres profesionales, con el Comité Paritario de Salud Ocupacional en la empresa Leonisa, con el Fondo de Empleados de la misma empresa, con la educación sindical a través de la Nueva Escuela Popular y Obrera NEPO, con los trabajadores informales a través de Sintraincomerciant y Unión General de Trabajadores Informales UGTI, en diversos seminarios y actividades sociales y sindicales.

A través de todos estos años, desde el genocidio de nuestra Unión Patriótica, no ha cesado la persecución política ni los asesinatos, desapariciones y exilios de miles de dirigentes sindicales, sociales, políticos, estudiantiles y campesinos en nuestro país.

Desde el 2004 he tenido señalamientos de distintos “informantes” que me han señalado de pertenecer a grupos insurgentes, dentro de los señalamientos que tienen servicios de inteligencia del Estado, se lee que hago parte de Sintratextil, Sintraintabaco Asudessa y de la escuela NEPO que mi trabajo es amplio y de masas, que todas esas organizaciones de las cuales hago parte son fachadas de la guerrilla, y dejo la aclaración que no tengo ningún vinculo laboral con Sintraintabaco y además resalto la gravedad de la acusación al decir que organizaciones sindicales y sociales sean fachadas de la guerrilla.

Me encuentro detenida desde el 17 de enero del año en curso, en la Cárcel Distrital de Mujeres en la ciudad de Cartagena; ciudad que no había visitado jamás, señalada de concierto para delinquir, rebelión y narcotráfico, fui detenida en Medellín y trasladada de inmediato a esta ciudad, sin yo saber el motivo de mi detención y traslado y por qué? a responder por acusaciones en una ciudad que era desconocida para mí y dejando atrás y solas a mis dos hijas pues soy madre cabeza de hogar y a mi madre de avanzada edad.

Con mi detención queda demostrado una vez más que en este país no hay garantías para la verdadera oposición política y por eso quiero expresar una vez más mi rebeldía y el deseo de seguir luchando por una patria más digna, quiero seguir luchando por un sueño que tenemos muchos colombianos y colombianas que estamos convencidos que el futuro es nuestro y que nuestro país en un día no muy lejano la realidad que hoy tenemos se convertirá en una realidad de felicidad para todos.