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El Gobierno desacata la orden de arresto dictada contra 6 altos mandos de la fuerza pública por un tribunal ecuatoriano
Enfrentan cargos de asesinato por el bombardeo criminal de Sucumbíos en 2008
TeleSUR / Sábado 10 de septiembre de 2011
 

Colombia rechazó este viernes la orden de arresto emitida por un tribunal de Ecuador que ordena la detención del jefe de la Policía colombiana, Óscar Naranjo, además de otros cinco funcionarios militares tras un ataque cometido en marzo de 2008 en un campamento provisional insurgente en territorio ecuatoriano, violando la soberanía de la nación andina.

El vicepresidente colombiano Angelino Garzón, manifestó que se trata de "un absurdo esa decisión del tribunal de Sucumbíos (provincia del nororiente de Ecuador, donde ocurrió el ataque), pero obviamente el gobierno colombiano tiene que enfrentar esta situación desde el punto de vista diplomático y jurídico".

La orden está dirigida contra Naranjo y los antiguos jefes de las Fuerzas Militares, Freddy Padilla; del Ejército, Mario Montoya; de la Marina, Guillermo Barrera; y de la Fuerza Aérea, Jorge Ballesteros, además del coronel Camilo Álvarez.

Garzón insistió en que el jefe de la Policía de Colombia, estaba luchando "contra la corrupción y organizaciones en contra de la democracia, así que esa decisión es absurda".

El jueves, la corte de garantías de Sucumbíos emitió una orden de captura contra los involucrados luego de que no asistieran a una audiencia de juzgamiento el pasado día 5 de septiembre.

El jefe policial, Óscar Naranjo, quien se desempeñaba en el cargo para cuando ocurrió el hecho, fue ratificado esta semana como el líder de esa fuerza de seguridad en Colombia.

El presidente Juan Manuel Santos, quien era ministro de la Defensa en ese entonces, no es requerido en este proceso judicial debido a su inmunidad como Jefe de Estado, según reseñan los medios colombianos.

Colombia realizó el ataque ilegal sobre territorio ecuatoriano, bajo la excusa de desmantelar un campamento temporal de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia el 1 de marzo de 2008.

Durante la incursión militar, fallecieron 25 personas, entre ellas el conocido como número dos de la guerrilla colombiana Raúl Reyes y cuatro estudiantes mexicanos.

Luego del hecho, Quito rompió sus nexos con Bogotá durante el gobierno del ex presidente, Álvaro Uribe. Las relaciones fueron plenamente restablecidas el 26 de noviembre de 2010 tras la llegada de Santos al poder.