La ley 975 de 2005, cínicamente llamada por el gobierno "ley de
justicia y paz" es un negocio de impunidad entre el Estado colombiano
y sus criminales por los buenos servicios prestados a una cúpula
oligárquica que defiende sus intereses y los del capital mundial, en
detrimento de la vida misma de todo el pueblo colombiano.

Hoy 10 de octubre de 2007, el pueblo colombiano convocante de la
Movilización Nacional Agraria y Popular le exige a Álvaro Uribe Vélez
que renuncie por ser ilegal e ilegítimo su mandato.

Elegido bajo la presión de las motosierras que aterrorizan al pueblo
mientras le expropian sus condiciones de vida y a través del fraude
electrónico, ocultado bajo fachadas de popularidad mediática, se
pavonea por las comunidades y escenarios internacionales seguro de
que sus acciones de terror amedrentan hasta a los jueces de las altas
cortes, en su pretensión de poner así todos los poderes del Estado en
su bolsillo.

Hoy 10 de octubre, el pueblo se levanta y exige que Uribe renuncie,
las razones sobran: no más privatizaciones, que la producción de
panela no se la quiten a los campesinos, que el agua no sea dada en
concesión a las trasnacionales para mercantilizarla, que los recursos
mineros dejen de ser subastados mediante un código redactado por las
mismas empresas expoliadoras, que el estatuto rural se derogue, que el
acuerdo humanitario y la solución política negociada al conflicto
social y armado se hagan realidad, y mil razones más.

Hoy el pueblo colombiano da una batalla más contra quienes arrebatan
su vida y a los demás pueblos del mundo y sus organizaciones les
corresponde actuar en consecuencia, exigiendo al Estado colombiano que
cese sus actuaciones terroristas, exigiendo a sus propios estados y a
las empresas de sus nacionales que respondan por la crisis que
padece el país y de la cual ellos pueden ser causantes. Que no
apoyen más este régimen, que depongan sus intereses ante el holocausto
que avanza contra el pueblo colombiano. Es hora de actuar, de hacer
solidaridad efectiva.

En todo el territorio nacional, miles de voces se levantan para pedir
la renuncia de Uribe y la revocación de su mandato por ilegal e
ilegitimo. De norte a sur, la Movilización Nacional Agraria y Popular
inicia una jornada histórica de exigencias contra este régimen, hoy
miércoles 10 de octubre de 2007, reafirmando el legítimo derecho a la
protesta popular que tenemos las comunidades, quienes la seguiremos
ejerciendo a pesar del terror impuesto por el Estado y sus fuerzas
irregulares.

Comisión de comunicaciones de la Coordinación Nacional de Organizaciones Agrarias y Populares de Colombia